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Blanquear
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
- Someter alimentos crudos a la acción del agua hirviendo, al natural, con sal o con vinagre, y luego refrescarlos y escurrirlos, o simplemente escurrirlos, antes de cocerlos realmente. Este blanqueo tiene varias finalidades diferentes: reafirmar, depurar, eliminar el exceso de sal o la acritud, facilitar el pelado, reducir el volumen de las verduras. En algunos casos, los elementos se sumergen en agua fría y se llevan a ebullición: papas, dados de panceta, menudos blancos previamente purgados, aves, carne y huesos, arroz (por ejemplo para eliminar el almidón y facilitar la cocción del arroz con leche). En otros casos se sumergen directamente en agua hirviendo, sobre todo en el caso de la col verde y la lechuga.
- Trabajar vigorosamente con el batidor de varillas una mezcla de yemas de huevo y azúcar en polvo, hasta que la mezcla se vuelva espumosa y clara.
- Sumergir en un primer baño de fritura ciertas preparaciones de papa a fin de obtener una cocción sin coloración. La consistencia crujiente y el color dorado se realizan en el curso de un segundo paso por la fritura, a una temperatura más elevada.
Congelación
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Tratamiento mediante frío destinado a la conservación de un alimento o producto perecedero cuya temperatura debe alcanzar lo más rápidamente posible de –10 a –18 °C. La rapidez de la cristalización del agua contenida en el alimento interrumpe la evolución microbiana y permite preservar sus cualidades organolépticas y nutricionales. Mientras que la ultracongelación es un método industrial de conservación regido por decreto, la congelación se efectúa esencialmente a nivel doméstico y es un método fácil y seguro (si no se rompe la cadena de frío).
Casi todos los alimentos pueden congelarse, aunque a veces debe usarse un recurso adicional: los huevos, por ejemplo, que no pueden congelarse en su cáscara, se rompen y se baten ligeramente. Los platos cocinados y las masas de pastelería son la mayor parte de los productos congelados familiares.
Cada alimento necesita prepararse de una manera específica para ser congelado.
– Verduras. Blanquear rápidamente con agua hirviendo sin sal (salvo jitomates y hongos), escurrir, sumergir en agua helada, escurrir de nuevo y secar bien.
– Frutas. Eliminar los pedúnculos y los huesos, secar sin lavar y espolvorear con azúcar (100 g por kg).
– Carne. Desgrasar al máximo, deshuesar si es posible y cortar en piezas pequeñas.
– Aves de corral. Desplumar, vaciar, chamuscar, desgrasar, llenar con papel de aluminio arrugado y atar (o cortar en trozos).
– Pescado. Vaciar, descamar, secar, llenar con papel de aluminio si está entero o cortar en rodajas, desbarbar y secar.
– Quesos de pasta blanda. Envolverlos al natural.
– Platos cocinados. Interrumpir la cocción de 10 a 20 min antes de finalizar.
– Masas de pastelería. Envolver las masas en bolas o bien trabajarlas con el rodillo y congelarlas en moldes o recipientes.
Todos estos productos deben empacarse en papel aluminio, bolsas de plástico especiales para congelación, o recipientes especiales. Una vez empacados, es preciso etiquetarlos y luego congelarlos.
Masa de maíz o masa para tortillas
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Masa que se utiliza para preparar las tortillas de maíz en todo el país. El maíz se cuece en agua con cal, se deja reposar toda la noche, se enjuaga y se muele en molino; en algunos lugares agregan sal o un poco más de cal a la masa. Esta última sirve para que no se eche a perder tan pronto, aunque se torna más amarilla. Cuando el efecto de la cal ha pasado, la masa tiende a blanquearse nuevamente. Esta masa también se utiliza para elaborar tamales, mezclándola con manteca de cerdo, sal y el caldo de la carne con que se rellene. Para que la masa esponje se le agrega tequesquite o polvo de hornear y se bate. De cualquier manera, esta masa es más pesada que la llamada masa colada. Cabe mencionar que en el norte del país la masa para preparar tortillas o masa de tortillas está hecha de harina de trigo.
Panadería
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Lugar en el que se elabora y se vende pan.
Desde la Antigüedad hasta principios del siglo XX, el material de panadería prácticamente no evolucionó: frescos romanos representan amasadoras accionadas por animales. La amasadora mecánica data de 1920. El horno, antaño alimentado con madera y luego con carbón, hoy funciona con electricidad o gas. A menudo se trata de un horno rotativo, en el que penetra un carro vertical. En las panaderías artesanales, el horno de solera es el más frecuente.
Se han producido otras mejoras. La amasadora de velocidad acelerada permite blanquear la masa oxigenándola. La cámara de fermentación controlada ofrece al panadero más flexibilidad, puesto que se trata de un recinto que puede generar calor o frío, lo que permite ralentizar o acelerar la fermentación según las necesidades organizativas. La última aportación técnica es la de la congelación.
Refrescar
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Verter agua fría sobre un alimento que se acaba de blanquear o cocer en agua, para enfriarlo con rapidez y detener su cocción.
El término también significa poner un postre, una ensalada de frutas o una crema en el refrigerador para servirlos fríos.
Los vinos que no se almacenan en cavas reguladoras de temperatura se refrescan en una hielera para que alcancen su temperatura óptima antes de servirlos.
Pulpo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Molusco cefalópodo marino de la familia de los octopódidos. El pulpo, que puede llegar a medir 80 cm, posee una cabeza provista de un pico córneo y ocho tentáculos de igual tamaño, con dos hileras de ventosas. Su carne es bastante fina, pero debe golpearse largo rato y luego blanquearse en agua hirviendo antes de prepararse como el bogavante, o bien freírse en trozos, o incluso cocerse a fuego lento a la provenzal, servirse con arroz al azafrán o en su tinta.
Masa de maíz o masa para tortillas
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Masa que se utiliza para preparar las tortillas de maíz en México. El maíz se nixtamaliza, es decir, se cuece en agua con cal, se deja reposar toda la noche, se enjuaga y se muele en molino; en algunos lugares agregan sal o un poco más de cal a la masa para conservarla mejor. Cuando el efecto de la cal ha pasado, la masa tiende a blanquearse nuevamente. Esta masa también se utiliza para elaborar tamales, mezclándola con manteca de cerdo, sal y el caldo de la carne con que se rellene. Para que la masa esponje se le agrega tequesquite o polvo de hornear y se bate.
En España se le conoce con el nombre de masa harina.
Haba
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Hortaliza de la familia de las fabáceas, cultivada por sus semillas comestibles. Originaria de Persia, el haba se conoce y consume en la cuenca mediterránea desde la Antigüedad, sobre todo en Egipto.
La harina de haba se mezcla a veces con harina de trigo para blanquear el pan. Puede producir alergia en algunas personas.
El haba es muy rica en prótidos, en fibras y en vitaminas, incluso cuando está seca, y es la más nutritiva de todas las leguminosas (50 kcal o 209 kJ por cada 100 g de habas cocinadas).
Antes de la alubia, fue la legumbre con la que se elaboraba el cassoulet. En la actualidad sigue siendo una de las bases de la alimentación en Oriente y en el norte de África.
Las habas frescas se comen verdes, crudas y con sal, o maduras, cocidas en agua hirviendo después de haberles retirado la película blanca elástica que las cubre.
Las habas secas, disponibles todo el año, son más calóricas (343 kcal o 1 433 kJ por cada 100 g). Antes de la cocción deben ponerse en remojo unas doce horas.
Esterilización
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Procedimiento de larga conservación, obtenido por la destrucción de la totalidad de los microorganismos y enzimas susceptibles de alterar un alimento. Se consigue calentando el alimento a más de 100 °C (preferentemente entre 110 y 115 °C), después de introducirlo en un recipiente hermético.
Una esterilización satisfactoria requiere alcanzar una temperatura conveniente y mantenerla un lapso de tiempo suficiente. No obstante, para preservar las cualidades nutritivas y gustativas del producto, los métodos industriales se diversifican cada vez más (agitación de los recipientes para los fluidos, o utilización de temperaturas muy elevadas, durante poco tiempo). La leche, por ejemplo, puede calentarse de 15 a 20 min a 115 °C (esterilización tradicional clásica) o solo 2 segundos a 150 °C (esterilización UHT, es decir, ultra alta temperatura). La esterilización, también llamada “apertización”, es un procedimiento habitual de conservación casera.
Para esterilizar frutas y verduras, éstas deben pelarse, lavarse y, a veces, blanquearse previamente en agua hirviendo, y luego introducirse en recipientes que resistan fuertes temperaturas. Después del cierre se cubren con una solución salina o dulce, en ocasiones añadiendo jugo de limón, para conservar el color natural del alimento y aumentar su acidez, factor de buena conservación. Los recipientes cerrados se sitúan entonces en un esterilizador o un autoclave.
Espárrago
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Planta vivaz de la familia de las liliáceas cuyo rizoma subterráneo, o raíz, da unos brotes llamados turiones o espárragos. El espárrago, apreciado ya en la Antigüedad, se empezó a cultivar en Francia en el Renacimiento.
El espárrago fresco debe ser rígido, y al romperse debe dar una sección brillante. Envuelto en un paño húmedo se puede conservar 3 días como máximo, pero se endurece. Encontramos conservas de espárragos al natural, enteros, en trozos o en miniatura (llamados “picnic”), o únicamente de puntas. Antes de utilizarlos es preciso enjuagarlos con agua.
Esta hortaliza poco nutritiva (25 kcal o 104 kJ por 100 g) es rica en agua, fibras, potasio y vitamina C. Hay que contar 300 g por persona para un entrante. Independientemente de cómo se usen, los espárragos siempre se cuecen en primer lugar en agua o al vapor, y no es preciso blanquearlos antes de congelarlos. Deben servirse tibios.
Endibia
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Verdura de hojas blancas y tupidas, obtenida mediante forzado en la oscuridad de una raíz de achicoria, que forma una bola en forma de piña alargada, firme y regular. Llamada en Bélgica chicon o witloof (hoja blanca en flamenco), achicoria de Bruselas en Alemania y achicoria belga en el Reino Unido, la endibia es digestiva y poco calórica (20 kcal u 84 kJ por cada 100 g). Rica en agua, aporta potasio, selenio y vitaminas C, B1, B2, B3. Se pueden encontrar endibias de octubre a mayo.
Resulta necesario retirar las hojas dañadas de las endibias, pasar las hortalizas bajo el agua rápidamente y secarlas. Es preciso quitar la base en la que se concentra el amargor, pero no se tienen que blanquear.
Esta verdura se puede preparar cruda, en ensalada (a la vinagreta, con los elementos variados que participan en las ensaladas de invierno: remolacha, queso cocido, nuez, manzana, gajos de naranja o de pomelo). Las endibias se preparan cocidas de muchas maneras: napadas con bechamel, rociadas con mantequilla avellana o jugo oscuro de ternera, servidas con mantequilla fresca y finas hierbas, gratinadas, o reducidas a puré. Acompañan a asados y aves de corral. Se pueden bresear, prepararlas en chifonada o en fritots. También constituyen un plato principal: se rehogan, luego se envuelven en jamón y se napan con una salsa al oporto y a las uvas pasas, o bien se rellenan y gratinan.
Coliflor
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Inflorescencia hipertrofiada de una variedad de col. Está rodeada por hojas que se rompen fácilmente, de un verde azulado, cuyo frescor garantiza el de la coliflor (los tallos y el cogollo se pueden emplear para las sopas y los panes de verduras).
La coliflor resulta poco calórica (30 kcal por cada 100 g), rica en azufre, en potasio, en hierro y en vitaminas (C, B1 y B2 en particular), y es la col más fácil de digerir. Era ya conocida en el imperio romano.
La coliflor se consume hervida para hacer puré, potajes o ensaladas frías, rehogada con otras verduras, en suflé, gratinada, salteada o frita.
Se cuece entera (después de ponerla en remojo en agua con vinagre y posteriormente enjuagarla con agua limpia) o bien en ramilletes, bien lavados. A menudo desprende un fuerte olor durante la cocción. Es preferible blanquearla, sin sal, y luego cocerla en un caldo blanco. También se puede añadir jugo de limón al finalizar la cocción para que quede bien firme y blanca.