Si bien la pesca es un motor económico significativo y una de las fuentes primarias de alimento, la sobreexplotación del recurso pesquero representa una amenaza importante para el lecho marino y, por ende, para todo el ecosistema.
México se ubica en el lugar número 15 en producción pesquera a nivel internacional, el sector pesquero nacional tiene un valor económico de alrededor de 44 mil millones de pesos. Por lo que existe un enorme número de empresas y personas que dependen de esta actividad, los cuales enfrentan cotidianamente las consecuencias de la pesca furtiva en este sector.
Detener la pesca ilegal es un reto que enfrentan todos los países costeros del mundo, uno que ha resultado ser sumamente difícil de erradicar, ya que las prácticas que se suelen usar son difíciles de monitorear y contrarrestar. Entre estas prácticas están: la pesca en zonas protegidas, la pesca en estados o incluso países sin conocimiento o permiso gubernamental, la pesca que es declarada de una manera inexacta, la pesca que es realizada poniendo en peligro las medidas de conservación y de población de especies, entre otras.
Es por esto que, aun con todas las campañas e intentos de organismos reguladores, buena parte de los productos marinos que consumimos cotidianamente provienen de estos medios ilegales sin que nosotros estemos al tanto de ello.
Concientización por parte de COMEPESCA
Por lo tanto, ¿como consumidores qué podemos hacer? Lo primero es informarnos. Para tener un panorama más amplio de esta problemática decidimos acercarnos a COMEPESCA para que nos contaran más al respecto.
“Mi nombre es Rafael García y pertenezco al Consejo Mexicano para la Promoción de Productos Acuícolas y Pesqueros (COMEPESCA), mi función es de presidente del mercado de pescados y mariscos de la Nueva Viga de la Ciudad de México, tenemos una compañía que se llama ‘El arrecife’ en donde procesamos y comercializamos todo tipo de pescados y mariscos”.
Rafael comenta que la labor de COMEPESCA es muy importante ya que, actualmente es la organización que más apoya el consumo de pescado y mariscos en México, promoviendo siempre su comercialización responsable. “Esto quiere decir que consumamos especies que no estén en peligro de extinción, que vengan de un origen legal. Ésa es nuestra función”.
Pesca con futuro es parte fundamental de COMEPESCA, es una campaña de comunicación que busca acercar al consumidor con productores certificados en técnicas y artes de pesca responsables, de esta forma se garantiza que el producto se está obteniendo de una forma legal y sustentable. De igual forma, mediante esta campaña, se dan a conocer las variedades de especies certificadas como sostenibles y, por supuesto, puntos de venta de éstos.
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¿Qué es la pesca ilegal?
“La pesca ilegal es una mala práctica que se lleva dando desde que yo estoy aquí en el medio del pescado (1998). A grandes rasgos, hace muchísimos años había una gran abundancia de pescados en México, el consumo nacional era una tercera parte de lo que es ahora, entonces, aunque había pesca ilegal no había tanta demanda. Esto hacía que la industria no estuviera tan sobreexplotada como está hoy en día.”
“Es un fenómeno que se sigue dando y desafortunadamente aunque se han tomado medidas, no han tenido ningún tipo de resultado, de esta forma siguen desapareciendo especies, sobre todo las que se encuentran amenazadas, por lo que pueden estar próximas a extinguirse”, menciona Rafael.
Asimismo, él señala tres principales actividades ilegales en la pesca: pescar en periodos de veda, capturar tallas menores a las permitidas e invadir áreas protegidas para la captura de especies”.
¿Qué haría falta para lograr un contrapeso a esta problemática?
“Dar a conocer a las comunidades y a las cooperativas la importancia de que se certifiquen y de qué cuiden el medio ambiente para que en las generaciones futuras siga existiendo la pesca como medio de vida. Hacen falta muchísimas acciones que, desde mi punto de vista, deberían provenir del gobierno, sobre todo en el tema de la vigilancia, que, aunque la hay, es totalmente ineficiente. Dentro de esta vigilancia está CONAPESCA, SEMARNAT, la Guardia Nacional, pero no tienen recursos asignados. Hasta que alguien tome las medidas necesarias esto va a seguir ocurriendo. Porque, aunque nosotros buscamos aportar, lo hacemos con recursos de fundaciones y no tenemos el alcance que desearíamos tener”.
Es urgente que este problema – la pesca ilegal– reciba mayor atención por parte de las autoridades gubernamentales y ambientales. “Estamos en vías de conseguir una ley de trazabilidad en donde podamos conocer quién pescó un producto, nombre de la embarcación, cómo se transportó y cómo llegó al punto final. Que al comprar puedas saber de dónde viene ese pescado, saber que viene de la pesca legal, porque realmente consumimos mucho producto de pesca ilegal, pero no lo sabemos”.
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¿Por qué es tan difícil seguirle el rastro a quienes trabajan desde la ilegalidad?
“El detalle con la pesca furtiva es que no tiene un lugar establecido, llega a un lugar no regulado y ahí mismo lo bajan y ahí mismo lo suben a una camioneta y ya no se tiene ningún tipo de control”.
En palabras de Rafael, el ejemplo de otras latitudes debería servirnos de ejemplo a nosotros para lograr poco a poco la regularización de la actividad pesquera: “Algo que creo que sería funcional es tener un único lugar de recepción del pescado, que estuvieran registradas las embarcaciones y que todo el pescado que se comercialice tenga que ser a través de una cooperativa local que funcione más bien como funciona en Europa y Asia, como un tipo de subasta. De esta forma la autoridad revisa que sea pescado que no esté dentro de la veda y que tenga la talla adecuada”.
¿Cuáles son las especies con mayor captura ilegal?
“Las especies que tienen más demanda son las más susceptibles a esta actividad, por ejemplo, el huachinango, el cual está sobreexplotado a nivel nacional; también el mero, diez años atrás el mero era muy abundante, ahora es casi imposible de encontrar. También el tiburón fue una de las especies más afectadas, debido a la alta demanda del mercado asiático. Tiburones que no son de la talla correcta se venden en el Mercado de Abastos y ahí supuestamente hay una dependencia de SEMARNAT, pero está nada más de adorno. El pulpo también es una especie propensa a estas prácticas, ya que lo pescan en época de veda, la cual es indispensable para su reproducción”.
Rafael observa que las especies que más han aumentado sus precios en años recientes son los más probables que provengan de la pesca ilegal.
Asimismo, menciona que la acuicultura es la solución, ya que sin esta, actualmente enfrentaríamos un déficit en la producción de pescado muy grande. “…sin duda, sin la acuicultura consumir productos marinos sería únicamente asequible para las personas con un alto poder adquisitivo. Es una solución para poder seguir consumiendo pescado cuando el mar ya no nos de pescado de manera natural, pero contra la pesca ilegal no tiene mucho impacto”.
Definitivamente la acuicultura es una técnica que nos permite poner en la mesa muchos ingredientes que, de otra forma, tendrían un precio muy elevado. Por el momento se está buscando una mayor transparencia y un etiquetado con toda la información en los productos pesqueros, una medida que nos permitiría contrarrestar e identificar con puntualidad las capturas provenientes de la pesca ilegal.
Ahora que conoces un poco más acerca de esta alarmante realidad y de las problemáticas que lo acompañan, compártenos ¿estabas al tanto de esta situación?
Por Samantha Mañón
Un agradecimiento a COMEPESCA y a Rafael García por su tiempo, disposición y atención con Larousse Cocina.
Fuentes consultadas:
COMEPESCA, “Datos del sector pesquero mexicano en 2020”, Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas A.C., (02/06/22).
FAO, “¿Qué es la pesca INDNR?”, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (03/06/22).
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