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Resultados de la búsqueda: Chita
Panochita
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Dulce de leche de forma cónica y pequeña, típico de Jalisco y Zacatecas; antiguamente fue un dulce muy popular. Se elabora de diferentes sabores, por ejemplo coco, limón, naranja o camote.
Pachita
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Dulce de leche de forma cónica y pequeña, típico de Jalisco y Zacatecas; antiguamente fue un dulce muy popular. Se elabora de diferentes sabores, por ejemplo coco, limón, naranja o camote.
Uachita
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Dulce de leche de forma cónica y pequeña, típico de Jalisco y Zacatecas; antiguamente fue un dulce muy popular. Se elabora de diferentes sabores, por ejemplo coco, limón, naranja o camote.
Chitarra
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Libélulas de hasta 5 cm de longitud, de color brillante metálico con cuatro alas membranosas. Se acostumbra capturarlas y enjuagarlas en agua con sal para después tostarlas, retirarles las alas y comerlas como botana. Otra forma de comerlas es en una salsa de chiles secos, sal y agua, la cual se unta en tortillas. Comunes en Chinantla, Oaxaca.
Chita
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Bolsa o morral donde se guarda el itacate.
Atole de pechita
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Bolsa o morral donde se guarda el itacate.
Amaranto
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Planta herbácea de la familia de las amarantáceas, también llamada alegría. Tiene hojas largas comestibles que son genéricamente llamadas quelites. La parte más importante de la planta son las semillas, que forman en la punta de la planta una espiga o ramillete conocido como moco de pavo por su semejanza con la formación dérmica del mismo color de la cabeza de los guajolotes. Cada moco produce unas 50 mil semillas, que se ponen a secar. Alcanza 1.5 metros de altura.
Por sus propiedades, la planta fue designada con el nombre científico de Amaranthus, que viene del griego arnárantos, inmarcesible, es decir, que no se puede marchitar. Existen muchas variedades de amaranto que producen flores de colores verde, rosa, rojo o púrpura; sin embargo, la semilla es pálida en todos los casos, excepto en una variedad roja utilizada en Comalcatepec, Oaxaca, a la que llaman quiltonil. Entre las variedades más conocidas encontramos al Amaranthus blitoides, Amaranthus caudatus, Amaranthus hybridus, Amaranthus hypochondriacus, Amaranthus leucocarpus, Amaranthus palmeri y Amaranthus spinosus.
En la actualidad el amaranto se sigue consumiendo en México de forma muy similar a como se hacía en la época prehispánica: en atoles, en harina para la chapata michoacana y en alegrías. De la planta de amaranto también se consumen las hojas tiernas como quelites, las cuales son conocidas como quintoniles. La flor púrpura es utilizada para adornar las ofrendas de día de Muertos. Para los yaquis es una planta muy apreciada por su variados usos alimenticios.
La especie Amaranthus cruentus tiene una antigüedad de 6 500 años y sus semillas fueron halladas en grietas de la cueva de Coxcatlán, en Tehuacán, Puebla. Las muestras arqueobotánicas del Amaranthus hypochondriacus, otra variedad de amaranto, son de 500 años antes del descubrimiento de América. Es muy probable que especies de estas plantas originarias de América se cultivaran en una zona mucho más extensa que abarcó desde los actuales estados de Arizona y Nuevo México hasta Perú, región en la que prospera el género Amaranthus caudatus.
Desde tiempos prehispánicos las hojas tiernas y las semillas se han utilizado como alimento. Para los mexicas fue tan importante como el frijol y el maíz; además de lo que producían en el valle de México, el emperador azteca Moctezuma recibía anualmente unas cuatro mil toneladas como tributo de otros pueblos.
Ellos creían que comer el amaranto, que llamaban tzoalli, les daba una fuerza sobrenatural. En cultos muy importantes, como las ceremonias del dios Huitzilopochtli, mezclaban las semillas con miel oscura de maguey (que algunos investigadores suponen que era sangre) para lograr una pasta que también llamaban tzoalli, con la que se hacían figuras a semejanza de sus dioses. Los españoles lo consideraron abominable, pues daban por hecho una forma de comunión. Como parte de la estrategia de Hernán Cortés para anular la cultura religiosa mexica, se prohibió el cultivo del amaranto bajo pena de muerte.
Estofado de iguana
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Iguana en trozos que se deja reposar en vinagre de manzana y agua, para luego guisarla con papas, chile, jitomate, cebolla, ajo, sal y pimienta. Se acostumbra en Juchitán, Oaxaca.
Flor de calabaza
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Flor de la familia de las cucurbitáceas, producida por la planta de la calabaza; tiene forma de trompeta con cáliz monosépalo color amarillo o naranja. Las flores, unisexuales, crecen de manera aislada en las axilas de las hojas. La planta posee flores masculinas y femeninas; las femeninas dejan de crecer para que se produzcan las calabazas, y las masculinas son las que se cortan para consumirse. Existen muchos platillos elaborados con flores de calabaza, las cuales se consumen crudas o guisadas.
La flor se limpia retirando los tallos. No se les deben quitar los cálices bulbosos, pues dan más sabor y una textura agradable a los guisos, aunque muchas personas retiran el cáliz y los estambres, porque piensan erróneamente que amargan el platillo. Se deben comprar el mismo día que se van a preparar, pues se marchitan fácilmente.
Actualmente en los estados del centro de la república se acostumbra preparar las quesadillas rellenas de flor de calabaza, con o sin queso, y sopas de flor de calabaza. Para los habitantes de la región son un alimento especial y muy fino, mientras que en muchas regiones del norte y del sur apenas se conocen gastronómicamente. La sopa de flor de calabaza puede tener diferentes modalidades: las flores se guisan con algo de epazote y se agregan a un caldo de pollo o agua; de esta misma forma se elaboran muchos tipos de sopa de flor de calabaza, por ejemplo: la sopa de hongos y flor de calabaza, la sopa de milpa o la sopa de cuitlacoche con flor de calabaza, y de ésta, a su vez, existen muchas versiones.
Las indias vestidas son flores de calabaza rellenas de queso fresco o queso panela, capeadas o empanizadas, que se sirven como entremés. En los restaurantes del Distrito Federal donde se ofrece cocina mexicana contemporánea, se cocinan pechugas de pollo rellenas con flor de calabaza, bañadas de diferentes salsas como la de chiles poblanos, la de flor de calabaza, la de cuitlacoche, etc. Las crepas rellenas de flores, y especialmente la crema de flor de calabaza, son muy apreciadas.
Al parecer, el consumo de estas flores data de la época prehispánica, cuando se comían picadas en tortillas y se incluían en sopas y otros guisos. Son fáciles de encontrar todo el año en los mercados populares de los estados del centro del país y abundan especialmente de junio a octubre. Se expenden en manojos o ramos, casi siempre atadas por docenas: un manojo puede tener de una a cuatro docenas. También se llegan a vender por kilo, lo que no siempre es conveniente dado que suelen pesarse con todo y tallo. En Oaxaca es conocida también como gualla.
Pollo garnachero
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pollo cocido y frito servido en piezas junto con una guarnición de papas cocidas y col curada para las garnachas. Se baña con una salsa caliente de jitomate, chiles morita y chipotle, ajo y sal. Es típico de Juchitán, Oaxaca, donde se acostumbra en las cenas. Se llama pollo garnachero porque se acompaña con la col que se prepara para las garnachas.
Mole de garbanzo
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Mole festivo a base de garbanzos tostados y molidos, mezclados con epazote, jitomate y agua. Cuando la salsa está terminada y espesa, antes de servir, se agregan huevos batidos para que se cuezan. Se lleva a la mesa adornado con queso fresco espolvoreado. Es tradicional de Juchitán, Oaxaca, donde su nombre en zapoteco es guíiña doo garbanzo, aunque también se le llama molito de garbanzo.
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