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Frangipane
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Crema cocida elaborada con leche, azúcar, harina, huevos y mantequilla, con la adición de macarrones aplastados o almendras en polvo y, opcionalmente, unas gotas de extracto de almendra amarga. El nombre de esta crema procede de un perfumista italiano instalado en París en el siglo xvii, Frangipani, quien creó un perfume para los guantes a base de almendra amarga, en el que se inspiraron los pasteleros. El frangipane se emplea hoy para cubrir fondos de tarta y para rellenar pasteles de hojaldre o crêpes.
Taillevent
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Sobrenombre del cocinero francés Guillaume Tirel (Pont-Audemer, h. 1310-h. 1395). Fue el autor de uno de los libros de cocina más antiguos redactados en francés, Le Viandier, del que hoy en día se poseen cuatro manuscritos. Pese a todo, parece difícil atribuírselos todos, ya que el primero, que data de finales del siglo XIII, es anterior a su nacimiento.
Por lo visto, Le Viandier fue escrito a petición del monarca francés Carlos V (1338-1380), que deseaba que los especialistas de su tiempo le escribieran acerca de distintas materias cultas. El título completo del manuscrito llamado “de la biblioteca Mazarine” es: Taillevent maistre queux du roy de France par cy enseigne a toutes gens pour apparoillier a maingier en cusyne de roy, duc, conte, marquis, barons, prelas et de tous aultres seigneurs, bourgois, merchans et gens d’ouneur (“Taillevent, maestro cocinero del rey de Francia, enseña a toda la gente a preparar para comer en la cocina de rey, duque, conde, marqués, barones, prelados y todo tipo de señores, burgueses, mercaderes y gentes de honor”).
Taillevent habla, pues, de la gran cocina medieval, y no solo de las carnes (“viandes” en francés). De ahí el interés de la obra, en primera instancia, para establecer un inventario alimentario del siglo XIV: capón y conejo, jabalí, chorlito real, cisne, pavo real, cigüeña, garza, avutarda, cormorán y tórtola se suman a los animales de carnicería y a la charcutería (jamón y salchichas); lamprea, locha, anguila, lucio, carpa y otros pescados de agua dulce abundan en las recetas, mientras que los marinos aparecen en menor número (congrio, cazón, caballa, lenguado, arenque, bacalao, rodaballo, esturión, mejillones, ostras y ballena). Las verduras son poco frecuentes, al contrario que las especias. Los huevos, la leche y los quesos desempeñan un papel notable.
Entre los señores y los cocineros circularon numerosas copias de Le Viandier antes de que la imprenta lo popularizara. El autor anónimo de Le Ménagier de Paris (1393) tomó prestados varios aspectos del mismo y Villon lo citó después de 1450 en su Testamento. La influencia de este primer tratado de cocina se hizo sentir hasta la publicación de Le cuisinier français, de La Varenne (1651), que introdujo una nueva concepción del arte culinario.
La aportación esencial de Le Viandier reside en el lugar que concede a las salsas especiadas, a los potajes y a los ragús, que permiten preparar tanto carnes, aves y caza como pescados marinos y de agua dulce. Por otra parte, el empleo del mosto agraz es característico, así como las ligazones con pan. La frecuencia de preparaciones agridulces, específica de la cocina medieval, es general en aquella época en todos los países de Europa, así como los hipocrás y los vinos con miel o con hierbas.
Los modos de cocción son, sobre todo, el asado y el hervido. Por otra parte, abundan las preparaciones rellenas o a base de picadillo (patés, pasteles y flanes). También se atribuye una gran importancia a los platos de Cuaresma, a la cocina de los días de ayuno, según las prescripciones de la Iglesia.
Durante el siglo XIX, a menudo se pintó la cocina de Taillevent como una sucesión de manjares pesados, complicados y con excesiva presencia de especias, mientras que ciertas recetas de Le Viandier son preparaciones simples, cercanas al aïgo boulido provenzal, al tourin del Périgord, a la bouilleture de anguilas, al saupiquet, al hochepot, a los patés de Pézenas, al pithiviers con frangipane o a las peras al vino. Hay numerosos platos que se pueden realizar perfectamente hoy en día: cretonnée de chícharos, manjar blanco (menjar blanc) con almendras, potaje de berro o tarta bourbonnaise, por ejemplo.
De hecho, la nouvelle cuisine se ha inspirado en este fondo para actualizar al gusto actual el paté de salmón con acedera, el civet de ostras calientes o el jamón fresco con puerro.
Timbal
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Especie de tarteleta o fondo de pastelería, por lo general en forma redonda o de cubilete. El timbal se sirve como entrante caliente y está formado por una pasta horneada en blanco que después se rellena con una preparación ligada con una salsa. La pasta que da forma al timbal a menudo presenta decoraciones de motivos recortados con el cortapastas. Las guarniciones que cubren la pasta son las de los volovanes y las bouchées.
Asimismo, se llama timbales a unas preparaciones de pequeño tamaño enmoldadas en dariole, formadas por salpicones diversos, verduras, risotto, etc., servidas como entrante o presentadas como guarnición.
Por otra parte, el timbal también puede ser un postre, fondo de pastelería horneado en blanco y relleno con chabacanos cocidos, frangipane, frutas diversas, cerezas con crema montada, etc., o una pequeña costra individual con helado, crema, frutas, etc.
Pastel de Reyes
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Elaboración tradicional de pastelería del día de Reyes. Para esta ocasión se designa un “rey” o una “reina” al azar, gracias a un haba que se introduce en el pastel.
Este ritual se remonta sin duda a la época romana: a raíz de las fiestas en honor de Saturno (las saturnales), todas las prohibiciones se podían transgredir, y el “rey de un día” se elegía por sorteo con la ayuda de un haba disimulada en una tortita.
En Francia existen dos modelos del pastel de Reyes. En el norte, en Lyon y en Île-de-France es una torta de hojaldre, a veces rellena de frangipane. En el sur es un pastel de brioche, a menudo relleno de frutas confitadas o aromatizado con aguardiente o flor de azahar.
Parisien
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Postre de pastelería clásica, formado por un bizcocho de limón relleno de frangipane y de frutas confitadas, cubierto con merengue italiano y dorado a fuego lento. En panadería es el nombre que recibe un pan de 400 g.
Jésuite
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Pastelito triangular de hojaldre, relleno de crema frangipane y cubierto con glasa real. Antaño, estos pasteles estaban recubiertos con un glaseado oscuro (praliné, chocolate) y su forma intentaba evocar el birrete de borde enrollado de los jesuitas