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Resultados de la búsqueda: Gazpacho
Gazpacho
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Salsa elaborada con jitomate, cebolla, chile verde y aguacate; todos los ingredientes se pican y se aderezan con aceite de oliva y vinagre. Se elabora en Oaxaca.
Gazpacho
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Sopa refrescante elaborada inicialmente con miga de pan seco, ajo, vinagre, aceite y agua a la que posteriormente se incorporó jitomate, pimiento y pepino. Ésta es la base del tradicional gazpacho andaluz que se suele acompañar con trozos de pan frito, cebolla, jitomate y huevo duro, todo picado bien fino.
Otra variedad es el gazpacho manchego que es un guiso que se prepara con carne de caza y se sirve caliente encima de una torta.
España
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
En España convive hoy en día dos tipos de cocina. En primer lugar, una cocina basada especialmente en mancuernas de productos (cordero y papas, bacalao y garbanzos, tocino y pimientos, perdices y alubias, pescado y arroz), que presenta elaboraciones culinarias propias de las diferentes tradiciones culturales mencionadas como los asados castellanos, los cocidos y los pucheros; la escudella catalana y las ollas; los caldos y las empanadas; el alioli y el morteruelo, las gachas; los marmitakos, la escalibada; los escabeches, las calderetas; las caldeiradas, el pisto; las cocas, las fabadas; las migas, el romesco; los gazpachos, la porrusalda; los chilindrones, la samfaina; las menestras, el ajoblanco, mil arroces; los duelos y quebrantos. Y en segundo lugar, una cocina moderna que refleja la creatividad y capacidad imaginativa de unos cocineros que han alcanzado el más alto prestigio internacional y que han situado a las diferentes cocinas del Estado español como un referente importante de la gastronomía mundial.
La cocina tradicional y popular ha aprovechado las múltiples influencias histórico-culturales y la incorporación de nuevos productos (arroz, pasta, jitomate, cacao, pimentón, entre otros) para complementar productos originales de auténtico valor culinario y gastronómico, como son, entre muchos otros, el jamón de cerdo ibérico (de Extremadura, Andalucía y la provincia de Salamanca), el jerez, los aceites (excelentes en Andalucía, Cataluña y Bajo Aragón), los quesos (cabrales, mahón, idiazábal, manchego, zamorano y torta del Casar, entre muchos otros), los chorizos, las sobrasadas, las morcillas de origen casero de Burgos y León, los mazapanes, las ensaimadas, los turrones, las yemas y los buñuelos. La mayoría de estos productos son de elaboración artesanal y están controlados, desde una perspectiva de producción y de calidad, por consejos reguladores y Denominaciones de Origen.
Las tapas constituyen un mundo absolutamente particular y pasional de la comida en España. Los bares de tapas son populares tanto en Andalucía como en País Vasco, Asturias, Murcia o Aragón. El tapeo es un hábito inequívocamente popular: unos sabrosísimos pimientos de Padrón recién fritos y espolvoreados con sal, las almejas a la marinera, unas simples aceitunas o unas almendras recién tostadas (sin duda, el mejor complemento de un buen jerez), los boquerones fritos o solo en vinagre, el bonito o las sardinas en escabeche, los mejillones y los chanquetes, mil y una croquetas, los callos, los chipirones, los pinchos o unas navajas.
Actualmente España cuenta con diversas y numerosas Denominaciones de Origen conocidas en el mundo entero: jerez-xérès-sherry (en Andalucía), que produce manzanilla y fino, vinos secos de color oro pálido, el oloroso, el pedro ximénez y el cream; rioja (en La Rioja) y Ribera del Duero (en Castilla y León) con sus tintos reconocidos mundialmente; Navarra con sus rosados aterciopelados; y Cataluña con sus clásicos espumosos (cava). Pero los viñedos se extienden por casi toda España con vinos ya conocidos como los de Alella, Alicante, Bierzo, Cariñena, Conca de Barberà, Costers del Segre, Empordà, Gran Canaria, Jumilla, Málaga, La Mancha, Montilla-Moriles, Montsant, Penedès, Priorat, Rias Baixas, Ribeiro, Rueda, Somontano, Tarragona, Terra Alta, Toro, Valdepeñas, Valle de Güímar, etc.
Salmorejo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Plato andaluz muy popular que se elabora con pan triturado, ajos, sal, aceite, vinagre y agua (a menudo se añade huevo duro, jitomate maduro y virutas de jamón). El salmorejo debe tener más consistencia que el gazpacho, debe servirse fresco y comerse al momento.
Pimiento
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fruto de una especie de chile de sabor dulce, hortaliza herbácea de la familia de las solanáceas, utilizada como verdura, cruda o cocida. Su difusión en la cocina está vinculada a la introducción de los alimentos mediterráneos en el repertorio clásico. Es poco calórico (22 kcal o 92 kJ por cada 100 g) y rico en betacarotenos y en vitaminas B9 y C.
Al comprar pimientos deben ser bien brillantes. Se emplean sin pepitas y a veces pelados, puesto que su piel es poco digestiva (para retirarla sin esfuerzo, colocar los pimientos de 10 a 15 min bajo el grill del horno). Los pimientos a menudo se rellenan. También intervienen en las ensaladas, los condimentos marinados o adobados y ciertos platos típicos, como la caponata, el gazpacho, la piperrada y la ratatouille. Acompañan con igual acierto al jamón, el conejo, el cordero, el pollo, el atún, los huevos y el arroz, y caracterizan las preparaciones a la andaluza, a la vasca, a la portuguesa, a la turca, etc.
Pepino
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fruto de una planta anual trepadora, de la familia de las cucurbitáceas como las calabazas y los pepinillos, que se come salado, crudo o cocido.
Originario del Himalaya, el pepino se cultiva en la India desde hace más de 3,000 años. Fue introducido en Egipto y los judíos lo plantaron en Galilea.
Carnoso, bien firme, alargado y cilíndrico, el pepino posee una carne de color verde pálido, crujiente y fresca, ligeramente amarga, bajo una fina piel verde, brillante y generalmente lisa. Al lado de los tipos holandeses semiespinosos, encontramos minipepinos, tradicionalmente cultivados en el Medio Oriente. Tienen la piel lisa y no suelen tener semillas. El pepinillo es una variedad de pepino pequeño cuyos frutos se recolectan muy jóvenes.
El pepino es muy rico en agua (96 %), poco calórico (12 kcal o 50 kJ por 100 g) y contiene además sales minerales y un poco de vitamina C.
El pepino fresco es muy firme. Casi siempre debe pelarse, ya que su piel puede ser bastante amarga. Cuando se sirve crudo, es mejor purgarlo, tras lo cual es más digestivo y a veces se suaviza su amargor, pero su carne se vuelve más blanda y su aroma es menos intenso. Es preciso escurrirlo bien para que su agua no interfiera con el sazonamiento (vinagreta con estragón, crema, yogur).
El pepino además se come cocido, rehogado o bien salteado con mantequilla, cocinado al gratén, con jugo o con bechamel, para acompañar un plato de carne o de pescado. También se puede rellenar, crudo o cocido.
El pepino es tan apreciado en las cocinas del norte y el este de Europa (pepinos en agridulce, potajes fríos) como en los países mediterráneos (pepino a la griega, pepino con menta, gazpacho, ensaladas).
Blumenthal, Heston
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Cocinero inglés (Londres, 1966). Absoluto autodidacta, se apasionó por la cocina ya de adolescente cuando acompañaba a sus padres al Oustau de Baumanière. Regresó a Inglaterra y frecuentó a los grandes de su época: Raymond Blanc en el Manoir aux Quat’Saisons, cerca de Oxford; Marco Pierre White, el primer tres estrellas británico; sin olvidar a Michel Roux, del Waterside Inn, que vela con ojo protector por su joven vecino.
Su progreso ha sido fulgurante. Abrió su establecimiento en 1995 en un pueblo encantador a 35 km al este de Londres, a orillas del Támesis, donde sirve platos de cocina burguesa al estilo francés, y decidió innovar gracias a sus encuentros con el físico inglés Nicolas Kurti y a sus contactos con el químico francés Hervé This. Consiguió una estrella en 1998, dos en 2002 y la tercera en 2004: la Guía Michelin no tardó en coronar a este hombre que no se olvida de cocinar en el día a día. Está el asombroso “début de menu” que limpia el paladar dejando deslizar el aroma por la nariz: una mezcla de nitrógeno, té verde, limón y vodka.
A continuación, una serie de platos: jaleas de betabel y naranja sanguina, ostra barroca con jalea de Pasión y perfume de lavanda, helado de mostaza antigua y col roja en gazpacho, jalea de codorniz con puré de chícharos, crema de camarón y parfait de foie gras. Heston Blumenthal explora la magia de los sabores reivindicando la nostalgia de la infancia. Su porridge de caracoles al perejil y jamón de Jabugo o su sardina en sorbete tostado son reverencias indirectas al “mal gusto” de la década de 1960. Transmutar los maridajes imposibles en creaciones contemporáneas es su estilo, un estilo que constituye todo un guiño a su alter ego de Cataluña, Ferran Adrià.