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Grappa
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Aguardiente de orujo de uva elaborado en el norte de Italia. La grappa se obtiene destilando los orujos de la prensa, sobre todo a partir de moscatel o de uva de barolo. Las mejores grappas proceden del Piamonte, del Véneto, de Friuli o del Trentino. Para atenuar el sabor a tanino, se coloca el alcohol en toneles de roble de Eslavonia. La grappa también se utiliza en cocina, sobre todo para preparar el rebeco breseado, aromatizado con bayas de enebro y tomillo, especialidad del Piamonte.
Alcoholes y destilados
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Producto de la destilación de sustancias azucaradas después de su fermentación. En la Edad Media, el alcohol se consideraba un elixir de larga vida (y de ahí su nombre, en algunas lenguas, de “agua de vida”) y se reservaba a usos terapéuticos. Hacia finales del siglo XV se convirtió en “alcohol de boca”, y se le asociaron entonces todo tipo de plantas para aromatizarlo y darle sabor. Finalmente, la invención de la rectificación (redestilación que elimina el sabor de alcohol bruto y lo hace más puro, más fuerte, apto para adquirir bouquet y finura) lo convirtió en un producto de consumo común.
El índice de alcohol de una bebida se ha medido durante mucho tiempo en grados. La presencia de alcohol se expresa según la proporción de volumen de líquido, es decir, % Vol. El alcohol es calórico (7 kcal o 29 kJ por gramo), pues encierra azúcares asimilables. Pasa a ser tóxico cuando su índice supera los 0,50 g por litro de sangre. Se aconseja rotundamente evitar su consumo a las mujeres embarazadas y está prohibido a niños y adolescentes.
Los alcoholes llamados “etílicos” son los únicos aptos para el consumo, obtenidos por fermentación, por la acción de levaduras, de elementos muy diversos. Cuando la materia prima es noble, la bebida no se rectifica y se elabora un aguardiente.
Las frutas (uva, pera, manzana, frutos con hueso, bayas, etc.) proporcionan, además del vino, la sidra de manzana y la de pera, la gama de orujos, aguardientes (armañac, calvados, coñac) y alcoholes blancos (frambuesa, kirsch, ciruela).
Los cereales y semillas (arroz, cebada, trigo, centeno, maíz, etc.) también se emplean mucho (ginebra, whisky, vodka, etc.), así como tubérculos (esencialmente la papa y el betabel) y plantas (palma, mijo, caña de azúcar, agave) con las que se obtiene ron, tequila y varias bebidas alcohólicas de ámbito local.
El alcohol posee propiedades antisépticas, útiles para las conservas de frutas.
En cocina y en pastelería se emplean aguardientes en los helados, sorbetes y suflés, pero también para varias operaciones culinarias: para desglasar, flamear, embeber, adobar.
Ruda
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Planta herbácea vivaz, de la familia de las rutáceas, de pequeñas hojas grises azuladas y sabor amargo.
En la Antigüedad, la ruda desempeñó un papel importante en la farmacopea y figuraba en la Edad Media en un lugar destacado entre las plantas utilizadas en licorería (perfumaba tradicionalmente los hipocrás con hierbas). Hoy en día en Italia forma parte de la elaboración de la grappa (se pone un ramito de ruda fresca a macerar en la botella). En Europa del Este es uno de los ingredientes de los rellenos de carne picada y aromatiza los quesos blancos y los adobos.