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Mojarra
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nombre común que reciben diferentes especies de peces de cuerpo alto, comprimido, de talla pequeña (por lo general menos de 40 cm) y cabeza grande con boca chica. Habitan en fondos poco profundos de aguas costeras, así como en ríos, riachuelos y lagunas. Es el pescado más popular de México, debido a su bajo costo. Se prepara entera, frita en aceite, al mojo de ajo, en tamales, en diferentes tipos de salsas, caldos o sopas, y con arroz.
Aunque se puede encontrar congelada o salada, se prefiere fresca; de hecho, en muchos mercados regionales se compran cuando todavía están vivas en cubetas o recién pescadas. En los mercados populares de Cuernavaca, las indígenas las venden envueltas en papel periódico, con las agallas expuestas como símbolo de frescura. En el mercado de Villahermosa son muy populares, especialmente las que se venden fritas para llevar a casa. En casi todo el país se salan y se marinan en jugo de limón para quitarles el sabor a humedad. Normalmente se acompaña con tortilla, condimentada en la mesa con sal y limón.
En algunas regiones del país se come con salsa picante, y en los estados del Golfo de México, la península de Yucatán, Chiapas y ciertas partes de Oaxaca, se machacan chiles verdes como el habanero o el amaxito y se mezclan con jugo de limón y sal para acompañar las mojarras fritas. En Salamanca, Guanajuato, se acostumbran durante la Semana Santa las mojarras empanizadas con pan molido y fritas, acompañadas con ensalada de lechuga. En el Sotavento veracruzano se preparan aderezadas con mayonesa, jugo de limón, queso blanco, cebolla y chiles jalapeños, envueltas en papel aluminio y cocinadas a la plancha, al carbón o a las brasas.
En Veracruz se elabora la mojarra empapelada: la mojarra limpia se baña en limón y sal, se coloca en cuadros de papel aluminio, se adereza con mayonesa, un sofrito de mantequilla, cebolla y chiles verdes jalapeños, rodajas de limón y queso blanco fresco. Se cierra el papel y se cuece al horno. También se puede cocinar a la plancha, al carbón o a las brasas. En Tierra Colorada Ismate, en el municipio de Macuspana y lugares cercanos de Tabasco, las mojarras frescas se salan ligeramente, se cuelgan en un cordón procurando que no queden tan juntas para que se asoleen bien, y se dejan varias horas al sol hasta que su piel se reseca, después se untan con manteca de cerdo o unto y se asan, volteándolas constantemente y agregando un poco más de unto según sea necesario. Al servirse se puede rociar con un poco más de unto, al gusto del comensal.
Las mojarras de agua dulce están representadas por más de 40 especies. Se encuentran en ríos y lagos del interior del país. Cabe mencionar que solamente en la cuenca del Grijalva y el Usimacinta hay 23 diferentes especies, de las cuales 10 son endémicas. En las aguas interiores del norte del país encontramos la mojarra orejona (Lepomis megalotis), la mojarra de agallas azules (Lepomis macrochirus) y la mojarra verde (Lepomis cyanellus). Las tres se consumen regionalmente. Las mojarras de agua salada que se pescan todo el año son:
Hongo escobeta
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Diversos hongos del género Clavaria o Ramaria.
Pescado al vapor
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Platillo tradicional de Macuspana, Tabasco, preparado con pescado, cebolla rebanada, ajo, hoja de moste, chile dulce, manteca de cerdo y sal; se envuelve en dos hojas de plátano y se cuece en el comal; la doble hoja sirve para que resista la cocción y para que se genere el vapor con el que se cuece el pescado. Los pescados más utilizados para esta preparación son mojarra, bobo o guavina; se acompaña con arroz blanco y penchuques.
En el estado existen varias versiones de este platillo. Una de ellas consiste en pescado salpimentado, sellado en aceite con ajo, que se coloca sobre una salsa cocida, se tapa y se cuece la mezcla; la salsa contiene cebolla rebanada, ajo, chile dulce rebanado, laurel, cilantro y perejil lacio o ranchero. En Chiapas el pescado al vapor se elabora con pescado marinado en una salsa confeccionada con jitomate, cebolla, ajo, orégano, clavo, canela y achiote tabasqueño; se envuelve en hoja de plátano y luego en hoja de to para asarse en comal, o bien se coloca el envuelto en una olla, se agrega un poco de agua para que suelte vapor, se tapa y se deja cocer. Se acompaña con arroz blanco y penchuque. Conocido también como pescado sudado.
Hongo
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Organismo sin flores y sin clorofila, que crece en lugares húmedos, ricos en materia orgánica y poco iluminados, del que existen cerca de 250 000 especies. Se reproduce por medio de esporas. Suele ser parásito o vivir sobre materias orgánicas en descomposición. Se desarrolla en zonas muy húmedas y crece en temporada de lluvias. Está constituido por el sombrero y el pie; además, pueden presentarse otras estructuras accesorias como el anillo o las laminillas. Los hongos comestibles utilizados actualmente pueden ser cultivados o silvestres; algunas variedades se venden en mercados, sobre todo en época de lluvias, que es cuando más abundan. Su uso más común y sencillo consiste en trocearlos, saltearlos con un poco de aceite o mantequilla y sazonarlos con ajo y cebolla para agregarlos posteriormente a caldos, sopas, tamales o guisos. En la época prehispánica se utilizaba con fines culinarios y religiosos. Los otomíes lo llamaron cho, los mayas lo llamaron kuxum y xikinche’, los toltecas fueron los primeros en acumular un acervo importante de referencias al respecto. Los mexicas lo llamaron nanacatl, quizá por reduplicación de la primera sílaba de nácatl, que significa carne. Su deidad era Nanacatzin, el señor de los hongos, uno de los cuatro dioses moradores de Metztitlán, el lugar de la Luna, pues los hongos, que en general brotan durante la noche, pueden haber sido considerados como hijos de la Luna. Por su color, los hongos comestibles recibían los nombres de iztacnanacame (hongos blancos, de íztac, blanco) y tlapalnanacame (hongos rojos, de tlapalli, tinte o color). También existían términos como cuauhnanacame (hongos de árbol, que se crían en la corteza de los árboles, de cuáhuitl, árbol), zacananacame (hongos de la pradera o zacate, de zácatl, hierba o zacate), tlazolnanacame (hongos de la basura, de tiazolli, basura o estiércol), teonanacame (alimento de los dioses, de téotl, dios) y teiuinti nanacame (de teiuinti, embriagante). Estos dos últimos términos se empleaban para los hongos alucinógenos usados en ofrendas, ceremonias religiosas y rituales de adivinación.
Cuapinol
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Del náhuatl cuáhuitl, árbol, y pinolli, polvillo o harina, es decir, harina de árbol. Árbol de la familia de las leguminosas, de 25 a 40 metros de altura, con corteza gris y flores blancas o moradas. Los frutos son vainas de forma oblonga, gruesas, leñosas y muy duras; en el interior albergan unas semillas rodeadas de una pulpa dulzona, que se convierte en polvo al secarse. Se distribuye en la vertiente del golfo en el sur de Veracruz, Tabasco, norte y depresión central de Chiapas y Campeche. Abundante en la vertiente del Pacífico desde Nayarit hasta Chiapas. En Veracruz, Tabasco y Chiapas se registra su consumo como fruta fresca y para la elaboración de bebidas refrescantes y atoles. En algunas ocasiones las semillas se tuestan para obtener un polvo dulce.
Chingaditos
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Postre elaborado con camotes asoleados durante cinco días y luego cocidos en horno de leña para que generen su propia miel, al final se bañan con un poco más de miel de piloncillo. Antiguamente se envolvían en hojas de coyol, platanillo u hojas de papel de estraza. Se pueden encontrar en el mercado Escobedo que está en la ciudad de Querétaro.
Vino blanco
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Vino elaborado a partir de uvas blancas o tintas, que se prensan y a las que se retiran antes de la fermentación los hollejos, que son agentes de coloración. Uno de los mayores vinos blancos secos es el que se obtiene de la cepa chardonnay en Borgoña, mientras que el chenin blanc o el sémillon dan vinos más o menos secos según la madurez de la uva y la concentración de los jugos debida al ataque de la podredumbre noble (Botrytis cinerea). Lo mismo sucede con las riesling y gewurztraminer.
Algunas uvas tintas (pinot noir, meunier) proporcionan excelentes vinos blancos que sirven de base para el champán.