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Paprika
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Variedad de pimentón dulce (paprika en húngaro) de la familia de las solanáceas, que se reduce a polvo después de desecarlo, y es utilizada para aromatizar ragús, farsas, platos en salsas y sopas, así como para perfumar quesos frescos.
El paprika es el ingrediente más característico de la cocina húngara (en la que no se introdujo hasta el siglo XIX, aunque el pimentón fuera conocido en Europa desde el siglo XV) y también realza numerosas preparaciones francesas que se inspiran en mayor o menor medida en aquella tradición.
El arbusto que proporciona este pimiento dulce es originario de América. Sus vainas, de 7 a 13 cm de longitud y de 3 cm de anchura, se recogen a finales de verano, cuando están rojas, y luego se ponen a secar y se muelen. Szeged, en el sur de Hungría, es la capital del paprika, cuya mejor variedad es la rosa o dulce, de sabor picante, pero sin posgusto acre, y muy rico en vitamina C.
El paprika desarrolla mejor su aroma en las cocciones con cebolla y manteca de cerdo (mejor que con mantequilla). No obstante, es preferible incorporarlo fuera del fuego o a un líquido, pues de otro modo el azúcar que contiene podría caramelizarse y afectar al sabor y al color del plato.
Paprikache
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ragú húngaro con paprika y crema agria, elaborado con carne blanca o pescado (mientras que el gulasch se hace con res), cocinado con cebollas picadas o cortadas finas y acompañado de jitomates, pimientos o papas.
Cabernet Sauvignon
- Diccionario: Glosario digital de vino
Ragú húngaro con paprika y crema agria, elaborado con carne blanca o pescado (mientras que el gulasch se hace con res), cocinado con cebollas picadas o cortadas finas y acompañado de jitomates, pimientos o papas.
Gulasch
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ragú húngaro con paprika y crema agria, elaborado con carne blanca o pescado (mientras que el gulasch se hace con res), cocinado con cebollas picadas o cortadas finas y acompañado de jitomates, pimientos o papas.
Chile
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fruto picante originario de América, de la familia de las solanáceas, del que existen variedades de muchos tamaños, formas y colores.
En el México prehispánico, el chile fue junto con el maíz, el frijol y la calabaza, base de la dieta de sus habitantes. Rastros arqueológicos demuestran que el cultivo del chile fue anterior al del maíz y del jitomate. Desde entonces, México ha producido mayor volumen y variedad de chiles que cualquier otro país. A partir de la llegada de los españoles a América, muchos chiles fueron llevados de México y del resto de América al Viejo Mundo y al Oriente, donde fueron procesados, lo cual dio lugar a nuevas variedades, por ejemplo, el pimiento.
Tres especies son las que actualmente se utilizan en México: Capsicum annum, Capsicum chinense y Capsicum pubescens. Es un ingrediente indispensable en los guisos del país, además de ser base para muchos moles, adobos, salsas, pipianes, caldos y sopas; se dice que es el chile el que define, caracteriza y hace único el sabor de la cocina mexicana.
Los chiles se consumen frescos o secos y, dependiendo de su preparación, se emplean como verdura o condimento. De las tres especies que se utilizan en el país existen muchas variedades, entre las más comunes, el piquín, guajillo, ancho, poblano, jalapeño, de árbol, chipotle y pasilla, por mencionar algunos. Muchas regiones de México cuentan con variedades y nombres locales difíciles de obtener en otras zonas, lo cual propicia la elaboración de platillos distintivos.
El chile es un alimento rico en vitamina C (125 mg por 100 g) y en provitamina A. Su contenido en capsaicina (lo cual le otorga su sabor picante) varía considerablemente según las variedades, y su sabor va del dulce al muy fuerte. En el País Vasco, el pimiento de Espelette (Denominación de Origen), rojo-anaranjado es muy afrutado. Su equivalente en Navarra, el pimiento del piquillo de Lodosa (Denominación de Origen) es tan célebre como la paprika húngara. En las Antillas, los chiles que se utilizan mucho tienen nombres fantasiosos: pimiento zozio (o piment oiseau o lengua de loro), pimiento lamparilla o “siete hervores cortos”, y por lo general son fuertes.
En muchas regiones el chile forma parte de diversas preparaciones, por ejemplo, en los países anglosajones se utiliza en la preparación de los pickles y de los condimentos con mostaza; en Túnez, la salsa harissa, a base de chiles rojos picantes y especias, sazona el cuscús y diversas tagines, pastas y sopas. Las especias de los currys indios incluyen numerosas clases de chiles, mientras que el öt chino es un puré de chile rojo con sal y aceite, que acompaña a numerosos platos. La páprika húngara, es un tipo de chile rojo reducido a polvo.
Fuera de México se le puede nombrar ají o pimiento, en inglés chilli y en francés piment.
Austria
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cocina austriaca no es tanto una cocina nacional como una síntesis de las tradiciones culinarias de los distintos pueblos (alemanes, italianos y húngaros) que han marcado su historia. De este modo se encuentra la col, los guisos y los embutidos, pero también la pasta fresca y el sabor de la cebolla, la paprika (puesto que el gulasch también es un plato austriaco) y de determinados frutos (cerezas, ciruelas, manzanas, nueces, etc.).
Los recursos de los ríos inspiraron notables preparaciones de pescado: trucha au bleu, lucio relleno, carpa frita, colas de cangrejo de río con hinojo.
Las aves de corral siempre han ocupado un lugar importante, sobre todo el pollo (asado, empanizado y frito con manteca de cerdo, con crema agria, con paprika o con col).
Se elaboran quesos de vaca frescos conservados en frascos, así como quesos de pasta cocida y de pasta prensada.
Algunos platos clásicos regionales son la liebre asada, la oca con col roja, las crepas rellenas (palatschinken), los raviolis (nudln) de Carintia y la carne de res con cebollas y comino (zwiebelfleisch). Las sopas y guisos se hallan entre los clásicos: con papas y hongos, acompañados con pan o con hígado. El choucroute es muy popular, así como las quenefas de tocino y el hígado de ternera con cebollas.
Austria es ante todo el país de la pastelería, que se sirve, como el café, aderezada con crema montada (schlagobers). Los tres grandes clásicos —sachertorte, strudel y linzertorte— no deben hacer olvidar los hojaldres con frutos secos o con crema de adormidera, los merengues, las tartas con frutas confitadas, con queso blanco o con cerezas, el kaiserschmarrn (crepa espesa y dulce), los krapfen (buñuelos), los zwetschenknödel (ciruelas pasas sin hueso, envueltas en pasta y fritas), los tascherln y los buchteln (brioches enrollados o rellenos de confitura).
Austria tiene una tradición vitícola que data de la época romana. Se exportan 500,000 hectolitros de los 2,5 millones producidos.
Petit-suisse
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Queso fresco de leche de vaca que contiene entre 30 y 60% de materia grasa sobre el extracto seco y un máximo de 82% de agua, de pasta fresca no salada y corteza inexistente. El petit-suisse se presenta en forma de un pequeño cilindro rodeado de papel, y pesa 30 g.
El creador de este pequeño cilindro es Étienne Pommel, el cual, a principios del siglo XIX elaboró con éxito quesos frescos enriquecidos con crema y envueltos en papel. Más tarde construyó una fábrica de quesos en Gournay-en-Bray e inventó la caja de madera de 6 o 12 quesos con una tapa que lleva grabado su nombre. No obstante, la creación del petit-suisse se atribuye a la señora Hérould, que al parecer quiso rendir homenaje a su vaquero de origen helvético, el cual le habría sugerido la idea de enriquecer la cuajada con crema.
Presentado como postre, con azúcar, miel, confitura o frutas cocidas, o bien con sal, finas hierbas y pimienta, el petit-suisse también interviene en la cocina, en salsas emulsionadas frías, para untar en canapés (mezclado con paprika, finas hierbas picadas o uvas pasas) y en el relleno de ciertas aves, como el pavo y la pintada, gracias a lo cual la carne es más melosa.
Salsa
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Preparación más o menos líquida, caliente o fría, que acompaña o sirve para cocinar un manjar. La función de una salsa es añadir a este último un sabor que se armonice con el suyo.
Herederas de los condimentos antiguos (garum, nardo), las salsas medievales (cameline, dodine, poivrade, Robert, etc.) eran muy picantes o agridulces. Fue preciso esperar a los siglos XVII y XVIII para que nacieran preparaciones más refinadas y aromáticas, como la bechamel, la soubise, la mirepoix, la duxelles y la mayonesa.
A Antonin Carême (1784-1833) le debemos la sistematización de las salsas, con las salsas frías y las calientes. Estas últimas, de lejos las más numerosas, se dividen a su vez en salsas oscuras y salsas blancas, e incluyen las grandes salsas, llamadas “madres” (española, semiglasa y salsa de jitomate para las oscuras, bechamel y velouté para las blancas), y las innumerables salsas compuestas inspiradas en ellas. Las salsas frías se realizan a menudo sobre una base de mayonesa o de vinagreta, también en este caso con numerosos derivados.
En el repertorio clásico francés poco a poco se han ido añadiendo varias salsas de otros países, introducidas a menudo por chefs que trabajaron en el Reino Unido, en Rusia, etc. (salsas Cumberland, Albert, reform y cambridge, salsas a la rusa, a la italiana, a la polaca, etc.).
La diversidad de los recursos regionales franceses favoreció la multiplicación de las preparaciones, determinadas por ingredientes característicos: la crema (salsa normanda), el ajo (alioli), la mantequilla fresca (beurre blanc), la mostaza (salsa dijonnaise), la chalota (salsa bordelesa), el vino tinto o blanco (salsa borgoñona), la cebolla (salsa lionesa), etc.
A partir de Auguste Escoffier, las salsas pasaron a ser más ligeras, y hoy en día numerosos chefs utilizan mezclas más originales.
Una salsa de consistencia más o menos densa, con ingredientes colados o visibles, puede sazonar una preparación cruda, formar parte de un manjar cocinado o acompañar un plato frío o caliente. Cuando la salsa es el resultado de la propia preparación, se trata de platos “en salsa”, pero muy a menudo esta se sirve por separado, en salsera, o napando un manjar (huevo duro, chaud-froid, concha de pescado).
La elección del material utilizado es importante. Las cacerolas deben ser de borde alto, de metal grueso, para garantizar un buen reparto del calor, lo cual evita que la salsa se queme o se corte. El baño María es un procedimiento indispensable, mientras que el batidor metálico y la espátula de reducir son accesorios ineludibles.
En la práctica, la elaboración de salsas descansa en cuatro procedimientos básicos:
– La mezcla en frío de numerosos ingredientes sólidos y líquidos es el método más simple (vinagreta y ravigote, por ejemplo).
– La emulsión (dispersión muy fina, en un líquido, de un sólido que no es soluble, mezcla que permanece estable cierto tiempo) se realiza en frío (mayonesa y sus derivados, alioli, gribiche, rouille, tártara) o en caliente (holandesa y muselina, bearnesa y beurre blanc).
– La mezcla de mantequilla y harina calentada (roux) es la base de las salsas “cuajadas“, cuyo tipo más representativo es la bechamel y, que, según los complementos (crema, gruyère, cebolla, etc.), proporciona las salsas crema, mornay, soubise, etc.
– La cocción de un fondo de ternera, de caza, de ave o de un fumet de pescado, al que se añade a continuación un roux dorado, un roux oscuro u otra preparación (mirepoix, reducción, aguardiente, marinada, hongos, etc.), proporciona la velouté (de ternera, de caza, de ave o de pescado), la española y las salsas para caza, con todas las variantes blancas (alemana, cardenal, nantua, normanda, poulette) u oscuras (bordelesa, cazador, périgueux, poivrade, venado, etc.), realizadas a veces con la adición de un ingrediente aromático.
Según la naturaleza del manjar al que se acompaña o que se quiere potenciar, los ingredientes, aromatizantes y especias más diversos pueden entrar en la composición de una salsa. Ciertas asociaciones de sabores son clásicas, como el cordero o el pescado con el curry (salsa india), el bacalao y el ajo (alioli), el pato y la naranja (salsa bigarade), la caza y la grosella (salsa Cumberland), el res y el pepinillo (salsa picante), etc. Las anchoas, la carne de crustáceo, la duxelles, el foie gras, el queso rallado, el jamón picado, los jitomates troceados, la trufa picada (en el caso de los sólidos), el aguardiente, la crema, el vino tinto o blanco, el vinagre (en el de los líquidos) permiten variaciones infinitas.
A menudo, la denominación de una salsa es reveladora de sus componentes: salsas périgueux con trufas, húngara con paprika, nantua con cangrejos de río, etc. A veces, la salsa lleva el nombre de su creador: Mornay, Choron, Foyot, etc.
Stroganov
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Nombre que se da a una preparación de carne de res cortada finamente, napada con crema y acompañada por cebollas y hongos. Este plato tradicional de la cocina rusa clásica es conocido en Europa desde el siglo XVIII y se ha interpretado de distintas maneras.
Se prepara con láminas finas de carne de res (solomillo, lomo bajo o rumsteck) salpimentadas, espolvoreadas con paprika y salteadas a fuego vivo, y luego salseadas con un desglasado al vino blanco, a la crema y con fondo de ternera ligado, al que se añaden cebollas que se han hecho sudar en azúcar. La res stroganov se sirve con arroz pilaf y hongos salteados.
Una versión tal vez más típicamente rusa es la que consiste en saltear las cebollas y los hongos a la vez y luego añadir la carne cortada en láminas, tras haberla salteado, y añadir al conjunto un roux mojado con crema agria, realzada con mostaza y jugo de limón.
Tfina
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ragú de larga cocción de la cocina árabe, elaborado con pecho de res, pie de ternera, garbanzos (o alubias), papas peladas y huevos enteros en su cáscara, dispuestos en capas con aceite de oliva, ajo, paprika y miel. La tfina debe cocerse por varias horas. Tradicionalmente se sirven las carnes de un lado y las verduras y los huevos de otro. En la tfina con trigo, sin huevos, se reemplazan las papas por trigo o cebada perlada: es el plato del sábado típico de la cocina judía argelina. También se preparan tfinas de espinacas o fideos.
Tokány
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ragú de res de la cocina húngara, en el que el paprika tiene menos importancia que en el gulasch o el paprikache. La carne se corta en filetes finos. Se saltean con cebollas en manteca de cerdo, se mojan con agua y se sazonan con pimienta y mejorana. A veces, a media cocción, se añaden cubos de tocino ahumados dorados, y se termina con crema agria.
Ternera
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Bovino joven, generalmente macho, impúber, de carne clara, tierna y con poca grasa, pobre en hierro, sacrificado en edades y con pesos diferentes, según el tipo de producción.
Muy consumido en los países europeos, se despieza similarmente a la res. Las vísceras de ternera son las más buscadas en carnicería, en particular el hígado, las mollejas y los riñones, aunque también la cabeza, los sesos, la lengua y los pies. Estos últimos desempeñan un papel privilegiado en la preparación de fondos de salsa, estofados y braseados.
Las preparaciones más clásicas de la ternera son los bistecs, el asado, la granadina y la chuleta asados o emparrillados, el fricandeau, la blanqueta y el salteado. Las guarniciones recurren a menudo a un sabor intenso: hongos, finas hierbas, cebolla, acedera, puré de papa. Con esta carne blanca también combinan berenjenas, espinacas o jitomates.
Existen platillos representativos elaborados con la ternera, como el ossobucco y la saltimbocca italiana, el pörkölt húngaro con paprika, los Wiener Schnitzel (milanesa empanizada) y el veal and ham pie (pie de ternera y jamón).