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Pulquería
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Lugar donde se vende pulque. Por lo general están ubicadas en los barrios más antiguos de las ciudades. Las pulquerías se cuentan entre los establecimientos más típicos de México, aunque últimamente se han vuelto muy escasas y han perdido mucha popularidad, lo que propicia que sean lugares pequeños con muebles muy antiguos, lo que les da una sensación de poca limpieza. En ellos se esparce en el piso aserrín o viruta de madera para evitar resbalones. Por lo regular la clientela está integrada por personas de edad avanzada. Es común ver junto a la puerta un anuncio que prohíbe la entrada “a militares, policías, mujeres y niños”. Para las mujeres se tiene un espacio aparte donde pueden consumir la bebida. Se cuenta que cuando un cliente llega por primera vez al local, el pulque que se le sirve es el sobrante de los vasos de las demás personas, como símbolo de bienvenida.
Enchiladas de pulquería
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Enchiladas elaboradas con tortillas, que al momento de freírlas en manteca de cerdo, se les añade: una cucharada de salsa de tomate, chile serrano y ajo, un poco de cebolla picada, lomo cocido y deshebrado y queso rallado. Luego se sacan y se colocan en un platón, se cubren con más queso y se adornan con hojas de lechuga y rábanos rebanados. Se consumen en el centro de la república.
Pulque
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Bebida alcohólica del centro de México, obtenida por fermentación del aguamiel proveniente del maguey pulquero. El pulque contiene entre 7° y 15° de alcohol; para elaborarlo se selecciona un maguey de entre 10 y 12 años, se capa y se raspa para estimular a la planta a que produzca aguamiel. El maguey producirá de 3 a 4 L diarios durante seis meses. El pulque se consume principalmente en las pulquerías.
Pan
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Alimento que se obtiene mediante el horneado de una masa o pasta que generalmente se amasa y se fermenta, aunque en ocasiones uno o ambos procedimientos se omiten. Los ingredientes básicos son harina y agua; generalmente se añaden levadura y sal. En México tradicionalmente se hornean en hornos de piedra o de barro, aunque en la actualidad se utilizan sobre todo hornos industriales. La panadería mexicana se divide en dos grandes grupos: los panes de dulce y los de sal. Con la llegada de los españoles al territorio mexicano, también llegaron el trigo y la tradición de producir pan. Los frailes empezaron a fabricar hogazas planas similares a tortillas muy gruesas; con el tiempo se comenzaron a hornear bolillos, cocoles y pan de agua o pan español; tiempo después nació la gran variedad de pan de dulce que ahora existe. La historia de la introducción del trigo en México es un tanto confusa: una de las versiones indica que pudo haber llegado en los envíos que se mandaban de España como parte de la respuesta a una petición que hizo Cortés a la Corona española en 1525; otra versión refiere que algunos soldados españoles encontraron en sus navíos granos de trigo y los sembraron, y una más atribuida al cronista Francisco López de Gómara relata que un esclavo africano de Cortés encontró tres granos de trigo, los sembró en el huerto de la casa (hoy ubicada en la calle de Ribera de San Cosme número 66) y que de ahí obtuvo una cosecha de 136 granos. Los primeros cultivos formales de trigo se localizaron en poblados aledaños a la Ciudad de México. El despojo de tierras y la imposición de la siembra de trigo fue una constante en la época virreinal, debido a que los indígenas se negaban a sembrar el grano de trigo y sólo sembraban maíz. En el último tercio del siglo XVI, en México ya se producían dos tipos diferentes de panes de trigo: el pambazo, confeccionado con la llamada harina de moyuelo (salvado bien molido), y el pan floreado, hecho con harina más blanca y fina. Al final de ese siglo existían reglamentos que prohibían el uso de dos harinas diferentes en la elaboración del pan. Más tarde surgieron decretos que controlaban los precios, tamaños y formas de vender el pan. Como ejemplo podemos citar la prohibición de venderlo en las pulquerías. A través de los años, poco a poco México adquirió una cultura panadera propia, que se enriqueció ampliamente con las aportaciones de extranjeros, en especial franceses, españoles e italianos que instalaron panaderías familiares en distintos poblados y ciudades de México.
A esta influencia se agregó el ingenio y la habilidad de los mexicanos, quienes inventaron formas nuevas, así como nombres peculiares para cada pan, con lo que lograron la gran diversidad de panes que conocemos hoy en día. La forma de trabajar la masa no cambió mucho en varios siglos y fue hasta 1920 cuando se empezaron a utilizar las amasadoras mecánicas, lo que facilitó el trabajo y diversificó la producción. Tradicionalmente las panaderías estaban equipadas con un horno hecho de adobe o de ladrillos, que era alimentado con leña. Trabajaban tres maestros panaderos: uno de pan blanco, otro de pan de dulce y un pastelero, todos ellos con sus segundos oficiales y medios oficiales. En la actualidad, en diversos pueblos y comunidades e incluso en la Ciudad de México, existen todavía panaderías rústicas que conservan elementos y formas de elaboración similares a las que se practicaban hace 200 años, por ejemplo las mesas para el amasado, para palotear la masa y para el corte y formado del pan, así como el uso de hornos de tabique. No obstante, a causa del crecimiento demográfico el pan comenzó a elaborarse en panaderías grandes e industrializadas, por lo que se han dejado de preparar algunas variedades. En todas las regiones de México se elaboran diferentes tipos de pan, así como panes típicos. Existen panes que se elaboran y consumen de forma cotidiana como las conchas, las orejas, las corbatas, las hojaldras, los cuernos y los cocoles, así como panes de fiesta especiales para las fiestas patronales, como el pan de fiesta de San Juan Totolac, Tlaxcala, o para celebraciones específicas como el pan de muerto y la rosca de reyes.
Pulque curado
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pulque natural o blanco al que se añade pulpa licuada de algún fruto o una hierba o especia para darle sabor y nombre. Es una forma muy tradicional de beber el pulque en las pulquerías del Distrito Federal. Se utilizan diversos ingredientes como almendra, betabel, cacahuate, ciruela pasa, fresa, jitomate, nuez, clavo, pimienta, canela, etc. Dependiendo del ingrediente, el pulque curado modifica su nombre, como es el caso de sangre de conejo o techalote. En Zacoalco, Jalisco, se bebe el pulque almendrado en las bodas. Conocido también como curado.