Agua de manantial
Agua de origen subterráneo, que se diferencia del agua mineral natural por el hecho de no contener elementos favorables para la salud. En ningún caso debe llevar, pues, mención de una propiedad curativa o mineral. Para comercializarse, el agua de manantial debe embotellarse en el manantial y responder a criterios de tratamiento estrictos: solo se autorizan la aireación, la decantación, la filtración y, siempre que se precise en la etiqueta, la incorporación de gas carbónico.