Diccionario gastronómico

Avispas

Insectos de la familia de los himenópteros que poseen un aguijón en la parte posterior de su cuerpo. Se consumen en varios estados de la república, sobre todo en Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Puebla y el Estado de México. En Oaxaca existe una gran variedad, con nombres como zapatonas, huarachudas o quetzalmiauatl. En Jungapeo, Michoacán, se comen las avispas huevo de toro Polybia occidentales. En el mercado de Jalpa, Zacatecas, se venden panales de avispas comestibles.

Algunas que carecen de aguijón o que no pican se cultivan para obtener su miel o sus crías como alimento, como los géneros Trigona y Melipona. Estos cultivos pueden encontrarse en Cuetzalan, Puebla y en algunas localidades del Estado de México. En Yucatán existe una avispa que en maya se conoce como ek, que habita en el tallo de la planta del maíz. Cuando están en estado larvario se comen tostadas en el comal. En Tenancingo, Estado de México, se llama huaricho y sus panales, panalitos o panales de la tierra. En la región Mixteca de Puebla los panales se cortan en rebanadas y se asan, cociéndose las larvas que hay en su interior; se acostumbran comer junto con arroz.

En San Luis Potosí las avispas rojas o negras, según la región, se recogen con palos o picos en la tierra o sobre los árboles. Los hombres se encargan de esa tarea peligrosa, por lo que tapados con bolsas de hule “espantan” con un leño encendido a los insectos para poder quitarles el panal. Cuando el hombre lleva un panal a casa, la mujer se dedica a sacar las larvas —sin alas— mientras que los niños chupan la miel de cada pedacito de panal. Además de las zapatonas se consumen las avispas negritas, las ala blanca o trompeta, las rayadas y las culito amarillo, éstas últimas también llamadas cola amarilla o azafrán.

En algunas comunidades oaxaqueñas se comen unos panales conocidos como tenaces. En Puerto Escondido, Oaxaca, el nido de avispas, llamado panal de gusanitos, se come tatemado en comal con todo y huevos, larvas y pupas. Se recolectan en el campo o los venden las mujeres que comercian camarones secos en las playas. Otros panales sólo se tuestan para sacar las larvas ligeramente doradas con las que se prepara una salsa con chile costeño, sal y agua, cuyo sabor recuerda al del ajonjolí. Los panales se suelen colocar en el altar de muertos en algunas regiones del país. Las avispas son también conocidas como jicotes.

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