Diccionario gastronómico

Sábalo o alosa

Pez migrador de la familia de los clupeidos, que vive en el mar y remonta los ríos para poner sus huevos.

El llamado saboga remonta poco los ríos y se pesca sobre todo en los estuarios y en el mar. Existe una variedad establecida en aguas dulces, que vive en los lagos italianos. Más pequeña que el sábalo (de 25 a 40 cm), posee un opérculo estriado y entre ocho y doce manchas negras a lo largo de todo el cuerpo. La saboga se prepara sobre todo en sopa.

El sábalo o gran alosa, se pesca en Francia en el Ródano, el Garona, el Loira y el Adour; también se pesca en Inglaterra y en Canadá. Puede medir hasta 60 cm. El sábalo posee un opérculo estriado y una o dos manchas negras detrás de la cabeza. Su carne, muy fina, algo grasa, se altera con rapidez y está llena de espinas. Al freírlas se vuelven quebradizas, y por lo tanto menos molestas.

En Burdeos se come asada y en Nantes se cocina con acedera, pero también se puede freír en rodajas o rellenarla. Era un plato muy apreciado por los romanos y durante la Edad Media.

En México, el sábalo es un pez de cuerpo alargado, comprimido, con dorso gris azulado y vientre plateado. Se encuentra en aguas costeras, estuarios, ríos y lagunas. Mide aproximadamente 1,30 m y pesa alrededor de 40 kg. Su carne es oscura, grasosa y de sabor suave. Se consume asado, frito o empanizado, entre otras preparaciones.

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