Omega-3 y omega-6
Ácidos grasos esenciales que deben ser aportados necesariamente por la alimentación, ya que el organismo no los sintetiza. El omega-3 (entre ellos el ácido alfa-linolénico) y el omega-6 (entre ellos los ácidos linoleico y araquidónico) tienen un papel fundamental e intervienen cada uno en diferentes niveles en los sistemas cardiovascular, endocrino e inmunitario. Todo aporte excesivo de uno de ellos comporta una alteración del metabolismo del otro y una carencia relativa. Como la alimentación industrial es rica en omega-6, hay que procurar consumir regularmente alimentos ricos en omega-3 para restablecer el equilibrio (aceites de canola, de soya y de nuez, pescados grasos y semigrasos, verdolaga, espinacas, nueces, almendras o germinado de trigo).