Diccionario gastronómico

Parafina

Mezcla de hidrocarburos sólidos que se distinguen por su carácter neutro. La parafina, blanca, translúcida, insípida, inodora, que funde con facilidad, se emplea para cubrir frutas y verduras y para glasear la corteza de los quesos. También se usa para tapar tarros de confitura.

El aceite de parafina, compuesto asimismo por hidrocarburos, de consistencia untuosa, no es ni un aceite ni un cuerpo graso, a pesar de su nombre. No aporta ni lípidos ni calorías, y se emplea sobre todo en los regímenes hipocalóricos como sucedáneo del aceite alimentario. No debe consumirse regularmente y solo se puede tomar en pequeñas cantidades, ya que tiene un efecto laxante y además obstaculiza la asimilación de las vitaminas liposolubles (A, D, E, K). Así pues, solo se emplea por consejo médico, en caso de fuerte estreñimiento. Reservado a un empleo en crudo (vinagreta, mayonesa) no debe ni calentarse ni servir para engrasar un utensilio de cocción.

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