Biografía

Originario de Uruapan, Michoacán, Jorge creció cerca de una fábrica de chocolate para beber, de la cual recuerda el peculiar y suculento aroma que despedía por las calles mientras tostaban el cacao, y el sabor de la bebida con la que él y todos en el pueblo acompañaban el desayuno. Es hijo de Rosendo Llanderal y Sara Ruedas, quienes eran dueños de un hotel llamado Posada Madrid, el cual creció con la apertura de un negocio de banquetes, en el que Jorge ayudaba a sus padres.

Al terminar la secundaria Jorge tuvo que tomar la decisión de dónde iba a continuar sus estudios, ya que en Uruapan no había muchas opciones. Él pretendía estudiar gastronomía, pero su padre no estuvo de acuerdo; su argumento era que para cocinar no se debe estudiar. Debido a la inconformidad de su papá, optó por elegir Ingeniería Electrónica en Comunicaciones, en la capital de México. Una vez concluidos sus estudios, tomó una beca para realizar un posgrado en electrónica médica en Japón, donde lo contrataron para trabajar en Toshiba; de ahí se trasladó a Estados Unidos, país en el que laboró en la reconocida Hewlett-Packard. Posteriormente, regresó a México para colaborar en la apertura de la primera sucursal de la empresa en Monterrey, donde reside desde hace más de 38 años. A los 35 años de edad fundó sus propias empresas de desarrollo de software, con programas como los puntos de venta que hoy día se utilizan en grandes cadenas de restaurantes y supermercados. Debido a lo demandante y estresante que resultaba su trabajo, decidió vender el negocio.

Retomó su amor por el chocolate cuando se encontró con un programa en el canal televisivo El Gourmet, en el que el chef Ramón Morató elaboraba todo tipo de productos con dicho ingrediente. Quedó fascinado y tomó un curso en las aulas de Chocovic, taller del chef Morató, ubicado en un pueblo cercano a Barcelona llamado Vic. A partir de esa experiencia siguió aprendiendo con los mejores chocolateros del mundo, tomando cursos y realizando prácticas en Francia, Suiza, Las Vegas, Vancouver, Orlando y muchos otros sitios.

Decidió que quería vivir del chocolate, elección nada fácil a los 55 años, por lo que comenzó a elaborar productos desde su casa. Motivado por la falta de equipo e instrumentos para llevar a cabo las preparaciones, llegó a la conclusión de que debía formar su propia empresa, dedicada a cubrir esas necesidades que no sólo él tenía, sino la mayoría de las personas en la industria del chocolate en México. Así abrió Chocosolutions, negocio que maneja junto con su familia para proveer soluciones en temas de materia prima, herramientas, maquinaria e, incluso, capacitaciones, tanto para chocolateros artesanales como semiindustriales.

Actualmente, a la par de Chocosolutions, se dedica a la investigación del cacao, así como a la difusión de su importancia a nivel nacional e internacional.

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