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Cochimí
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Grupo étnico asentado en la parte norte de Baja California. De acuerdo con el Censo de Población y Vivenda 2010, se registra un total de 88 hablantes de cochimí. Ocupan las mesetas costeras de los municipios de Tecate, Tijuana y Ensenada; sus principales núcleos de población están en las localidades de la Huerta, Ojos Negros y Peña Blanca. El clima de la región es seco y extremoso. En la costa, la altitud oscila entre los 0 y 500 metros sobre el nivel del mar, en tanto que en la serranía llega a alcanzar hasta 2 000 metros. El suelo es árido y semiárido con una vegetación en donde predominan los matorrales dispersos. En la actualidad, las tradiciones ancestrales siguen constituyendo parte de la alimentación; el consumo de la flora y semillas como piñón, jojoba, bellotas, torote, palo fierro, biznaga y otros cactus forman el grupo de los alimentos cotidianos. Entre los platillos típicos de los cochimíes está el atole de bellota.
Baja California
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Estado localizado al noroeste de la república mexicana, en la parte norte de la península del mismo nombre. Limita al norte con California y Arizona (EU), al noreste con Sonora, al sur con Baja California Sur, al oeste con el océano Pacífico y al este con el Mar de Cortés. El estado fue constituido el 31 de diciembre de 1951 y está dividido en cinco municipios: Mexicali, Tijuana, Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito. Al norte del estado habitan los grupos indígenas cucapá, paipai, kiliwa, cochimí y kumiai, que actualmente los integran pocas personas. Estas comunidades se encuentran alejadas de las grandes ciudades y de los centros turísticos de Baja California, por lo que sus costumbres alimentarias no influyen directamente a las del estado.
Las actividades económicas de la entidad se desarrollan principalmente en el sector de los servicios (comercio, hotelería, turismo y transporte), aunque ocupa los primeros lugares a nivel nacional en la producción de frambuesa, jitomate, aceituna, uva, cebolla y fresa, así como en la captura de especies marinas como sardina, erizo y atún. Posee un extenso litoral y, por ende, una de las más ricas y variadas cocinas basadas en pescados y mariscos que incluye abulón, atún, almeja, calamar, callo de hacha, camarón, cangrejo de roca, caracol, mejillón, pata de cabra, pulpo, raya y sardina, los cuales se encuentran con frecuencia en los restaurantes en preparaciones de cebiche, cocteles, empanizados, al mojo de ajo, a la plancha, a la diabla y en brochetas.
Mención especial merecen los tacos de pescado y el caldo siete mares. No debe extrañar que en la dieta de los bajacalifornianos se coman pescados y mariscos en el desayuno; de hecho, los tacos de pescado, las almejas y los cocteles se acostumbran precisamente por la mañana. La langosta es muy importante en las costumbres alimentarias del norte del estado: una de las preparaciones más importantes es la langosta Puerto Nuevo, pero también se prepara a la plancha, a la parrilla, asada, en ensalada, en machaca o frita. Actualmente la almeja es el molusco de mayor consumo en coctel, en sopa, en su concha y en diferentes guisos de mariscos.
El camarón también es muy apreciado, aunque es más caro; se prepara en tacos, en cebiche y en diversos guisos; en los mercados regionales se pueden ver frescos, acomodados sobre tablones formando enormes montañas, perfectamente seleccionados por su tamaño y calidad. Es común que en algunos establecimientos la orden de camarones guisados sea una ración abundante.
En la entidad fueron alguna vez muy famosas y comunes las preparaciones a base de caguama y abulón y hoy forman parte sólo del recuerdo gastronómico, pues su consumo es mínimo. La caguama, por estar en grave peligro de extinción, está prohibida para el consumo, por lo que ya no se sirve en los restaurantes de cocina regional y en los hogares ya no se prepara la sopa de caguama. Por otra parte el abulón, que en décadas pasadas fue abundante, hoy es escaso y muy caro; se consigue fresco y enlatado y se prepara de diferentes formas, como el chorizo de abulón típico de Ensenada, que se vende en el Mercado Negro.
Existen también guisos tradicionales a base de otras carnes; muchos de ellos se preparan al estilo de los estados del norte del país, como el caldo de tépari, la carne asada, la carne seca, el colache, la ensalada de betabel, la fritada, el gallo pinto, el menudo, el puchero de res y las burritas. Se preparan también tamales de piña y tamales con atún, así como tortillas de maíz, con las que se acompañan los guisos a base de pescados y mariscos, y tortillas de harina que se utilizan para acompañar los guisos a base de carnes rojas.
En la ciudad de Tijuana se inventó la mundialmente famosa ensalada César. La comida china se considera típica en Mexicali, capital del estado, y son famosos los restaurantes de la Chinesca o barrio chino, además de que en muchas áreas de la ciudad abundan restaurantes de comida china que se distinguen por su gran tamaño. En otros lugares como Tijuana y Ensenada también es fácil encontrar esta comida, la cual ha influido en la preparación de otros alimentos; por ejemplo, en algunos establecimientos los pescados y mariscos se aderezan con salsa de soya; en estos lugares también es común encontrar arroz al vapor o arroz al estilo chino.
Baja California es el principal productor de vinos a nivel nacional: la vid se cultiva en el valle de Calafia, antes valle de Guadalupe, en el valle de San Antonio de las Minas, y en los valles de Santo Tomás y Tecate; con ella se elaboran magníficos vinos tintos y blancos. Es en estos valles donde se encuentran establecidas las casas vinícolas más importantes del país.
Atole de bellota
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pasta con la consistencia de una gelatina, elaborada con bellota seca, agua y miel. Para preparar este atole es necesario que la bellota esté totalmente seca, si tiene apariencia rayada, se pela y extrae la semilla y se pone al sol; cuando está totalmente seca, se muele en el metate y se va colando en un sahuil (colador muy cerrado hecho con fibra de junco). Posteriormente, se retira la bellota con una cuchara de madera y se lava varias veces hasta quitarle el sabor amargo. Enseguida se coloca una olla grande y se disuelve la bellota con agua tibia poniéndola a cocer. Se le agrega miel al gusto y se deja en el fuego hasta que se seca; se deja enfriar y se corta en cuadros. Se puede acompañar con frijoles y carne, o con miel. Hasta hace poco era consumido como único alimento con un significado religioso por los cantores y danzantes de las comunidades originarias de Baja California. Ellos lo comían durante los 15 días que antecedían a la fecha de celebración de alguna de las ceremonias importantes. Sin embargo, en la mayor parte de las comunidades se toma durante las fiestas para acompañar los alimentos tradicionales; es muy especial para ellos. Se come con frijoles de la olla, acompañado de carne asada, con tortillas de harina y miel o con un trozo de queso. Algunos lo comen agregándole leche. Es uno de los alimentos más tradicionales de las comunidades yumanas, kumiai, paipai, kiliwa, cucapá y cochimi.