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Carne en chile
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Preparación elaborada con tiras delgadas de bisteces de res que se guisan en una salsa preparada con jitomate, tomatillo, chiles serranos, cebolla y ajo. Se suele servir con tortillas y frijoles. Este guiso se acostumbra comer en Jalisco. Es común que con sus sobras se preparen refrigerios en birotes a los que se les unta frijol y se rellenan con los trozos de carne en chile.
Chiles pasados con carne seca
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Platillo de carne de res seca guisada con chiles pasados, cebolla, ajo y jitomate. Se sirve con frijoles refritos y tortillas de harina. Este platillo resume gran parte de la cocina de las tierras secas y semiáridas del norte del país. Concentra tanto el sabor de la carne como el del chile, que son altamente consumidos en esta amplia región.
Carne con chile colorado
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Guiso elaborado con carne de cerdo y salsa de chile colorado, bastante común en Chihuahua, Coahuila y Sonora. En Chihuahua la salsa se prepara con chile colorado, ajo, comino y orégano, y suele espesarse con harina de trigo. En las variantes de Sonora se emplea también un poco de vinagre, y en algunas regiones del estado, como en el norte, el desierto y la sierra del Sur, se hace con carne de res. Se acostumbra comer sola como plato fuerte o en tacos o burritos y se acompaña con frijoles. En Coahuila la receta es muy similar a la de Chihuahua, pero suele espesarse con pan y en ocasiones incluye chocolate. En Baja California Sur se prepara con carne de cerdo dorada y una salsa de chile colorado, orégano, ajo, pimienta, jitomate y en ocasiones nopales. También puede hacerse con carne de res cocida con ajo, cebolla y chile verde, a la que se le añade una salsa de chiles colorados asados, cocidos y molidos con jitomate y pimienta. El guiso suele incluir garbanzos.
Tomachile
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Guiso elaborado con carne de cerdo y salsa de chile colorado, bastante común en Chihuahua, Coahuila y Sonora. En Chihuahua la salsa se prepara con chile colorado, ajo, comino y orégano, y suele espesarse con harina de trigo. En las variantes de Sonora se emplea también un poco de vinagre, y en algunas regiones del estado, como en el norte, el desierto y la sierra del Sur, se hace con carne de res. Se acostumbra comer sola como plato fuerte o en tacos o burritos y se acompaña con frijoles. En Coahuila la receta es muy similar a la de Chihuahua, pero suele espesarse con pan y en ocasiones incluye chocolate. En Baja California Sur se prepara con carne de cerdo dorada y una salsa de chile colorado, orégano, ajo, pimienta, jitomate y en ocasiones nopales. También puede hacerse con carne de res cocida con ajo, cebolla y chile verde, a la que se le añade una salsa de chiles colorados asados, cocidos y molidos con jitomate y pimienta. El guiso suele incluir garbanzos.
Carne de puerco con verdolagas
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Guiso elaborado con retazo o maciza de cerdo, verdolagas y salsa verde, aunque también puede estar preparado con salsa roja de jitomate. Todos los ingredientes se cuecen juntos y tradicionalmente se sirven los trozos de la carne con bastante salsa y verdolagas. En ocasiones el guiso puede incluir nopales o papas. Es un platillo muy común en el centro del país, se considera como uno de los más típicos. Se prepara con algunas variantes en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Distrito Federal, Querétaro, Morelos y el Estado de México. En Jalisco, donde también es muy común, la salsa verde de tomate suele incluir chile de árbol y en ocasiones chile colorado.
Chile en nogada
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Chile poblano relleno de picadillo de cerdo, bañado con salsa de nogada y adornado con perejil y granada roja. Es una especialidad de la cocina de Puebla que se considera platillo nacional. Los ingredientes de la presentación forman los colores de la bandera mexicana. El chile poblano se pela y se desvena para rellenarlo; puede estar capeado o no, pero según las recetas antiguas sí se capea. La carne de cerdo se usa picada, deshebrada finamente o molida. Se guisa con manzana, durazno, plátano macho, almendras, piñones, tomate, pasas, cebolla, perejil, clavo, canela y acitrón, entre otros ingredientes.
La nogada de las recetas originales se hace únicamente con nuez de Castilla fresca, agua o leche, queso fresco de cabra y a veces almendras. Sobre esta base se ha desarrollado un sinnúmero de recetas que pueden incluir azúcar, jerez y algún otro tipo de queso fresco. La consistencia debe ser siempre espesa. Se sirve comúnmente a temperatura ambiente, algo frío o a veces tibio; esto depende de las costumbres familiares.
Una leyenda popular muy difundida cuenta que Agustín de Iturbide, después de firmar los Tratados de Córdoba que consumaron la independencia de México en 1821, marchó rumbo a la capital del país. Al llegar a Puebla el 28 de agosto, día de su santo, se le ofreció una comida en su honor, confeccionada con las más exquisitas viandas de la ya famosa cocina del convento de Santa Mónica. A pesar de ello, don Agustín no se dignó a probarlas, aduciendo molestias estomacales. En realidad temía ser envenenado por los españoles, que lo consideraban traidor o por los insurgentes, que ya lo imaginaban a favor de una monarquía encabezada por él. Al presentarle los chiles en nogada, sin embargo, no pudo resistir la tentación, ya que a propósito se escogieron los ingredientes para resaltar los colores de la bandera trigarante. Y a partir de esta fecha empieza la gran fama de los chiles en nogada. Claro que, independientemente de esta historia, se conservan recetas que demuestran la existencia de los chiles antes de la fecha indicada; no obstante la leyenda es muy bella.
Para muchos mexicanos que viven en Puebla, Distrito Federal y áreas cercanas, este platillo es motivo de festejo en septiembre, el llamado mes de la Patria. En muchos hogares se reúnen amigos y familias para comerlos cualquier día de este mes, o por lo menos se aseguran de saborearlos en algún restaurante donde especialmente se preparan durante agosto y septiembre. La mejor época para comerlos va de julio a principios de octubre, cuando las frutas del picadillo, la nuez y la granada se consiguen de mejor calidad. Aunque muchos restaurantes ofrecen en su menú chiles en nogada todo el año, esto no debe tomarse en serio, porque se empiezan a sustituir los ingredientes que son de temporada, especialmente la nuez, que es la que brinda el toque especial de la nogada. La salsa hecha con la nuez pacana o con nuez de Castilla seca desmerece mucho.
Chile poblano
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Chile fresco carnoso, de tamaño grande, de forma cónica aplanada con algunas ondulaciones. Generalmente es verde oscuro con piel brillante, aunque algunas variedades pueden ser más claras. Tiene un sabor particular que no se considera muy picante. El poblano de primera mide en promedio 12 cm de largo y 6 en su parte más ancha. Casi siempre se utiliza verde, al madurar torna a color rojo intenso, dejándolo secar se vuelve chile ancho. El chile mulato también se obtiene de una variedad de poblano que es color verde muy oscuro cuando está fresco. Es el chile más utilizado en todo el país, y del que más hectáreas se siembran, además de ser un clásico en las cocinas de los estados del centro del país.
Entero es muy utilizado para rellenarlo, un ejemplo son los célebres chiles en nogada. Es muy común hacerlo en rajas, que se comen solas, en tacos, con papas o con crema y se añaden a salsas de jitomate para hacer guisos de carne de cerdo o huevos en rabo de mestiza. Se emplea también como complemento de sopas, sobre el arroz y molido con crema o salsa blanca para hacer la llamada salsa poblana que se acostumbra servir sobre las crepas de cuitlacoche. Para rellenar o usarlo en guisos se debe pelar; para esto se asa directamente al fuego para que se tueste la piel, se deja sudar dentro de una bolsa de plástico unos 20 minutos, después se le retira la piel chamuscada, se abre el chile y se le sacan las semillas para dejarlo listo para cualquier propósito.
El chile poblano recibe distintos nombres regionales. Se dice que los primeros cultivos formales de este chile comenzaron en el valle de Puebla, de ahí su nombre más común. En Aguascalientes existe una variedad picosa de chile poblano de color verde un poco más pálido de lo normal, llamada chile verdeño que se ocupa en la cocina regional y que si no pica es llamado chile joto.
Chile
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cocina chilena se basa sobre todo en la carne (particularmente el carnero) que usualmente se consume a la parrilla. Al mismo tiempo su cocina refleja la abundancia de los productos del mar, como ejemplo, la sopa de congrio, una renombrada especialidad. Los llamados chupesson, una mezcla de tripas, verduras o carne seca, y las empanadas también son muy variadas, con rellenos de carne o de pescado.
Chile, fuertemente influido por la enología francesa y española, produce uno de los mejores vinos de América del Sur. Las primeras instalaciones de viñedos datan de finales del siglo XVIII. Hoy en día cubren una superficie de 175,000 ha, que se extiende a lo largo de 1,200 km de la costa del Pacífico. La viticultura chilena se concentra en dos grandes regiones: la región central y la del secano. Los vinos chilenos se exportan con gran éxito al mundo entero.
Carne a la tampiqueña
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Preparación elaborada con tira de filete de res asada y acompañada con rajas de chile poblano, enchiladas verdes, queso panela asado, frijoles charros, a veces un tamalito y salsa mexicana servida por separado. En realidad, la receta no es originaria de Tampico, este platillo fue creado por José Inés Loredo, quien nació en Tamaulipas y fundó en 1941 el restaurante Tampico Club, ubicado en la Avenida Juárez, en el Distrito Federal. El platillo tiene influencia de la Huasteca tamaulipeca, pues en esa región se acostumbra acompañar la carne asada o la cecina con enchiladas y frijoles. Esta receta ha sido interpretada de muchas formas por otros restauranteros y ha sufrido muchos cambios.
Actualmente en los restaurantes se sirve una tira de filete de res salpimentada, acompañada con algún tipo de enchilada roja, verde o de mole. Los frijoles son caldosos o refritos. Las rajas de chile poblano, solas o con crema, muchas veces las omiten. También complementan el platillo con guacamole y arroz rojo. Los mismos restaurantes Loredo han modificado ya la receta ligeramente. Antes la carne se marinaba brevemente en jugo de limón o de naranja agria, se salpimentaba y se asaba. Ahora sólo se salpimenta y se asa tal cual. Los frijoles tampoco son siempre charros, aunque han mantenido el queso asado y las rajas.
Carne claveteada
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Preparación de carne de res mechada con almendras y tocino, bañada con una salsa de chile ancho, canela, tomillo, ajo, mejorana, orégano, pimienta, vinagre y papas. Es tradicional de Oaxaca y Tabasco. En Tabasco la carne de res (por lo general lomo, palomilla, pulpa negra) se clavetea con aceitunas, alcaparras, pasitas, almendras, zanahoria, jamón y pedacitos de tocino. Se unta con una mezcla de pimienta, clavo, orégano, sal y ajo. Primero se sella la carne, y posteriormente se cuece en una salsa molida, bastante líquida hecha con chile guajillo, cebolla y ajo. Ya cocida, se corta en pedazos pequeños y se termina de cocer durante poco tiempo en el horno hasta que la salsa espese y la carne se suavice. Se acompaña con arroz blanco. Conocido también como cuete mechado.
Carne enchilada
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Bisteces de carne de res o de cerdo untado con una mezcla de chiles molidos, especias y vinagre; se procura prepararlos con varias horas o hasta días de anticipación para que la carne se impregne con el sabor de la mezcla. Los chiles y las especias cambian según la región, pero en todos los casos se usan chiles rojos secos. Esta carne se puede comprar en los mercados populares. En el área de Chilapa, Guerrero, se prepara con bisteces delgados de res o de cerdo untados con una mezcla de chile guajillo y ancho, sal, pimienta, clavo, comino, canela, orégano, ajo, jitomate y vinagre. La carne se deja orear para luego asarla o freírla. En Veracruz se hacen bisteces de cerdo conservados en un unto color rojo intenso de chile ancho, ajo, pimienta, cebolla, sal, vino blanco o vinagre, orégano y canela. La carne se asa o se fríe y se acompaña con frijoles y arroz. Esta receta es típica en Xalapa, Veracruz y se cree que es originaria de Naolinco, en el mismo estado. Conocida también como carne enchileanchada.
Carne seca
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Carne que se obtiene untándola con sal y dejándola orear hasta que se deshidrate durante unos ocho días, para poder conservarla por largo tiempo. Se ocupa de diferentes formas en los estados del norte del país, donde la carne más utilizada es la de res, pero antaño la de venado fue muy popular. Su técnica de preparación y utilización es muy similar a la de la machaca de res, la única diferencia que existe entre ellas es que la machaca está deshebrada. Suele remojarse antes de cocinarse para quitarle el exceso de sal, pero si no está muy salada este paso se omite. Casi siempre se pica finamente para mezclarla con otros alimentos. Se emplea para preparar la carne seca con huevo, guiso típico de Chihuahua que consiste en sofreír la carne en aceite con cebolla, mezclarla con huevo y bañarla con salsa para obtener un guiso caldoso; la salsa suele estar elaborada con tomate y chile cascabel, aunque esto puede variar, pudiéndose cocinar también en caldillo.
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