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Resultados de la búsqueda: Compota
Knödel
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Especie de quenelle, dulce o salada, muy difundida en Europa Central y del Este. En Alsacia y en Alemania, los knödel (knödl o knoedel) son bolitas de pasta de tallarines, que se acompañan con crema líquida o mantequilla fundida. A veces se añade a la pasta tuétano (markknödel) o hígado en puré (leberknödel). Los checos y los eslovacos los preparan también con miga de pan remojada en leche, puré de papa o pasta fermentada, y un picadillo de carne con cebolla. En Rumania se llaman galuchte. Se comen salados en la sopa de pollo. Los knödel de postre son grandes ciruelas sin hueso, cubiertas de pasta de buñuelo y fritas (las zwetschenknödel austriacas), o bien cuadrados de pasta rellenos de compota de cereza o de chabacano o rellenos de ciruelas (en Transilvania).
Hisopo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Planta aromática de la familia de las lamiáceas, originaria de la cuenca mediterránea, de sabor amargo y olor fuerte, un poco áspero. Muy utilizada en la Antigüedad y la Edad Media para aromatizar las sopas y las farsas, en nuestros días participa en la elaboración de licores (chartreuse, Bénédictine).
Las hojas jóvenes se pueden utilizar en infusión, como condimento para la cocción de distintos pescados grasos o ciertas elaboraciones de charcutería e incluso ensaladas y compotas de frutas, a las que dan un sabor original.
Grillé aux pommes
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Elaboración de pastelería, de forma rectangular, realizada con compota de manzanas, aromatizada en ocasiones con vainilla, montada sobre una base de pasta de hojaldre y cubierta de tiras cruzadas de esta misma pasta, que se hornea hasta que la pasta de hojaldre se dora.
Gloucester
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Queso tradicional inglés de leche de vaca (de 48 a 50% de materia grasa), de pasta prensada, no cocida, y corteza lavada, a menudo cubierta por una capa cerúlea pardo-rojiza. El gloucester se presenta en forma de cilindro de 20 a 30 cm de diámetro y con un grosor de 10 a 15 cm (en el caso del single) o de 20 a 35 cm (en el double). Bajo la corteza se desarrolla a veces una película azul, signo de calidad. La pasta presenta un sabor cremoso ligeramente picante. El gloucester sirve para preparar sándwiches y canapés, pero también se puede consumir como postre, con una ensalada de frutas o una compota.
Frutas desecadas
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
A menudo se denominan, erróneamente, “frutos secos”, pero en realidad son frutas con pulpa deshidratadas al sol o en un horno (chabacano, plátanos, higos, duraznos, peras, manzanas, ciruelas o uvas). Conservan sus cualidades de fruta fresca, pero son mucho más energéticas (280 kcal o 1,170 kJ por 100 g aproximadamente) debido a su riqueza en azúcares.
Se comen al natural, como una golosina o después de sumergirlas durante varias horas en té, agua tibia o un alcohol. Pueden sustituir las frutas frescas en compotas y algunos postres, utilizarse en pastelería (cake, far breton, pudding, etc.) o flambearse (pasas al ron). Se emplean asimismo en cocina (ragú de cordero con albaricoques, perdiz con higos, rellenos con uvas pasas, conejo con ciruelas y tagines). La confitería también hace uso de estas frutas (dátiles y ciruelas, sobre todo).
Fresa
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fruto del fresal, planta trepadora de la familia de las rosáceas, de un color rojo más o menos vivo y forma cónica o cordiforme. Poco dulce, aporta 40 kcal o 167 kJ por cada 100 g, sales minerales y vitaminas (C y B). Es una fruta frágil, que se conserva en el frigorífico, aunque poco tiempo.
Presente en el mercado desde el mes de marzo, la fresa conoce su temporada plena en mayo y junio, y a menudo hasta noviembre. También se puede encontrar en invierno, procedente del Hemisferio Sur o de Israel. Se sirve como postre, al natural, con azúcar, con crema líquida o con crema batida, macerada en vino, champán o kirsch, en copas heladas o en coctel de frutas, pero también participa en la preparación de bavarois, helados, mousses, suflés y tartas. Las variedades más perfumadas son las que más habitualmente se utilizan para elaborar mermeladas y compotas.
Entremets
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Conjunto de platos que se servían después del asado, es decir, verduras y “platos dulces”. En la Edad Media, en la corte de los reyes y de los príncipes, el entremets era un auténtico espectáculo, pues los platos se acompañaban con música, números de malabarismo y danzas.
En restauración este término sigue haciendo referencia a todas las preparaciones de verduras (crêpes y buñuelos salados, croquetas, empanadas, suflés) y postres, ya sea calientes (buñuelos, crêpes, frutos flambeados y suflés), fríos (bavarois, manjar blanco, carlota, compotas, cremas, postres de arroz o de sémola, flanes, frutas con arroz o sémola, merengues, puddings, timbales), o helados (biscuits helados, bombas y mousses, copas heladas, frutas escarchadas, helados con frutas, parfaits, sorbetes, suflés y vacherins).
Empanada
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Especialidad que consiste en una masa de pan que admite toda clase de rellenos. La empanada es una de las creaciones tradicionales de la cocina gallega que suele prepararse con una base de cebolla y pimiento y rellenarse de carne, verduras, marisco o pescado (sobre todo bonito, pulpo, bacalao, sardina, angula o lamprea). Se cuece al horno o, a veces, se fríe.
La empanada dulce es una preparación de pastelería con forma de semicírculo. Se elabora con una lámina (o plancha) redonda de pasta de hojaldre, doblada sobre un relleno de compota de frutas (tradicionalmente de manzanas), y se puede comer tibia o fría.
En Chile, Argentina y Paraguay, las empanadas son unas pequeñas y típicas pastas, una especie de empanadillas con reborde adornado, rellenas de carne picada, uvas pasas, aceitunas, cebolla, condimentadas con pimentón, paprika y comino. Se sirven como aperitivo o entremés, siempre muy calientes y se acostumbran a acompañar con vino.
En México las empanadas se pueden preparar con masa de harina de trigo o masa de maíz (estas últimas más conocidas como quesadillas) y se pueden freír u hornear. Los rellenos pueden ser dulces o salados.
Dumpling
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Bolita de pasta escalfada, salada o dulce, que se sirve como guarnición o como postre. Esta preparación, muy corriente en la cocina anglosajona, es parecida a los knödel y klösse de Austria y Alemania.
Los dumplings de pasta de pan eran tradicionales para acompañar a la res hervida con zanahorias y con puré de chícharos, plato típico de los cockneys londinenses, que hoy sigue apreciándose. Estas quenelles se hacen actualmente con una mezcla de harina y de grasa fina de res, y se escalfan en el caldo de la carne.
El apple dumpling es una especie de douillon de pasta fermentada.
En Estados Unidos, los dumplings se hacen con harina, levadura, mantequilla y leche. Tras darle forma de bolas grandes como nueces, se pochan en las sopas de verduras, los pucheros, los consomés de res o de ave. A su pasta se puede añadir harina de maíz, puré de papa, queso rallado o miga de pan. Escalfados con agua apenas hirviendo, acompañan asimismo los asados y las carnes hervidas.
Los dumplings de pasta dulce se escalfan en un jarabe de frutas y se sirven con una compota, mermelada, mantequilla fundida o crema. A veces se rellenan con frutas.
Confitura
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Preparación que se obtiene mediante cocción de frutas enteras o en trozos en almíbar, y no sólo en su jugo.
El arte de las confituras nació en Oriente Medio. Lo introdujeron en Europa los cruzados, del mismo modo que la caña de azúcar y ciertas frutas todavía desconocidas para los europeos.
En la actualidad, el sabor de una confitura se realza con ciertas especias (canela, vainilla), un poco de alcohol (kirsch, ron), caramelo (en el caso de las manzanas), con otra fruta de sabor más intenso (cítricos mezclados, cereza y grosella, melocotón y frambuesa, ruibarbo y fresa). El color (en el caso de los melocotones o el melón) puede reforzarse con moras o frambuesas. Otro tipo de frutas también son aptas para realizar compotas.
La confitura de leche o dulce de leche, que no lleva frutas, se consume mucho en América del Sur y se obtiene reduciendo lentamente leche azucarada aromatizada con vainilla o canela.
El elemento de conservación primordial en las confituras es el azúcar. En principio, se utiliza un peso equivalente de azúcar refinado y frutos lavados, secos, sin pedúnculos, pelados y deshuesados. No obstante, se puede aumentar ligeramente este peso en el caso de frutas ricas en agua, o bien disminuirlo en frutas ricas en pectina (o si se utiliza un gelificante, que cuaja un poco más la confitura). Si la proporción de azúcar es demasiado reducida, o si no se cuece suficientemente, la confitura podría fermentar y conservarse mal. Si hay mucho azúcar, la confitura es demasiado concentrada y tiende a cristalizar. Se puede sustituir todo o parte del azúcar por miel.
Al cocer una confitura, por debajo de una determinada temperatura, que varía según la fruta, la confitura queda líquida, y por encima de ella, se quemaría. Por ello es preciso procurar mantener constantemente la temperatura prescrita para cada receta. Se distinguen dos fases de cocción:
– Primera fase. Evaporación del agua que contienen las frutas: un gran vapor se escapa del recipiente. Al final de esta fase se espuma la confitura para garantizar su limpidez.
– Segunda fase. Cocción de las frutas: disminuye la emisión de vapor, y los hervores son más “apretados”. El termómetro de cocción permite controlar la temperatura. La mayor parte de las confituras cuecen a punto de napado: cuando se sumerge una espumadera y se vuelve a sacar, la confitura resbala, se desliza en una sola masa y queda fijada (densidad de 1,2964). Para ciertas frutas basta una densidad de 1,250.
Las frutas conservarán su aroma si su cocción se lleva a cabo rápidamente, a fuego vivo (para acelerar la evaporación), pero removiendo de vez en cuando, sobre todo si la confitura es espesa, y procurando intercalar un difusor si existe el riesgo de excesivo recalentamiento.
Posteriormente, se introduce la confitura en tarros para su almacenamiento y conservación.
Las confituras se consumen untadas en rebanadas de pan y como acompañamiento de postres. También sirven para rellenar o napar bizcochos, aromatizar el yogur o el queso blanco y preparar salsas de postre. En ocasiones desempeñan un papel en la cocina para acompañar ciertas carnes o piezas de caza.
Ciruela amarilla o mombin
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Fruto amarillo o rojo oscuro, de un árbol de la familia de las anacardiáceas, redondeado, oblongo o ligeramente piriforme, de 3 a 5 cm de longitud. Llamado también spondias o ciruela de España, y en México, jobo, que se cultiva en México, Filipinas y las Antillas. El sabor de su carne amarilla, dulce y jugosa, recuerda mucho al de la naranja. Se consume al natural, en compota, en confitura o seco. Otra variedad (de color amarillo pálido, de carne firme y jugosa, y sabor más acidulado) se cultiva en la India y en el Pacífico. Acompaña a numerosos platos salados (en particular el pollo) y entra en la composición de los chutneys (sobre todo cuando la fruta está verde), pero también se consume crudo, bien maduro. En México, con esta ciruela se hacen atoles, salsas picantes, licores o se encurten.
Ciruela pasa
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ciruela violeta, seca o deshidratada, que se conserva mucho tiempo. El método tradicional consiste en exponerla al sol; no obstante, en la actualidad, las frutas se suelen secar en hornos especiales.
Muy energética (290 kcal o 1,212 kJ por cada 100 g) y rica en azúcar, es un alimento con abundate fibra, sorbitol, hierro, potasio, magnesio, calcio y vitaminas B y E.
Antes de su utilización es preciso lavarlas, y luego ponerlas en remojo (al menos dos horas y en general una noche) en agua. También se pueden cocer directamente en agua o vino tinto, sobre todo para elaborar una compota o un puré.
Las ciruelas pasas, preferentemente deshuesadas, intervienen en numerosas elaboraciones de pastelería, tanto enteras como en mermelada. También entran en la composición de helados, macedonias o compotas de frutas, y pueden servirse igualmente maceradas y flambeadas. En confitería se rellenan de distintos productos y se conservan bien en armañac. Por otro lado, las ciruelas pasas constituyen un condimento muy apreciado en cocina, en particular con el conejo y el cerdo. En muchos países hay ciertos platos que se elaboran con ciruela pasa.