Origen de las glorias de Linares
Este dulce fue concebido en Linares, Nuevo León, gracias a Natalia Medina (fundadora de Marquetería La Guadalupana) quien vendía marquetas de dulce de leche con nuez a establecimientos de la zona. En su intento de vender piezas más pequeñas, creó un dulce de leche cubierto con nueces y envuelto en celofán rojo. Dicho dulce fue apreciado por sus clientes, quienes dijeron que su sabor era una “gloria” para el paladar.
Dulces de leche en México
El norte de México se caracteriza por su tradición en la elaboración de dulces de leche, principalmente de cabra. Esta costumbre viene de la necesidad de conservar este lácteo en los días de sobreproducción. Originalmente, las glorias eran elaboradas con leche de cabra, ganado que trajeron consigo los españoles al asentarse en el Nuevo Reino de León –actualmente Nuevo León y parte de Coahuila— y que fue cambiada por leche de vaca, cuando el ganado caprino disminuyó.
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Las glorias y su transformación a través del tiempo
Este dulce tan popular en dulcerías especializadas y aeropuertos, puede tener distintas formas y tener otros ingredientes. Los dulceros le acuñaron a esta golosina nombres como marqueta, jamoncillos, gusanitos, turrones, borreguitos y conos. Asimismo, el dulce de leche puede encontrarse en ates, frutas y hasta con especias. Los dulces de leche quemada —sea de cabra o vaca— no sólo son tradición del estado de Nuevo León, pues la comparten con los estados de Coahuila, Tamaulipas, Zacatecas, Durango, Chihuahua, San Luis Potosí y hasta parte de Texas, Estados Unidos.
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Las glorias de Linares sólo son un ejemplo de la dulce creatividad de los mexicanos que sobrevivió ante un sinfín de sucesos y en la actualidad disfrutamos especialmente después de una buena carnita asada.
Por Miguel Guzmán