Cuando los ingleses empezaron a embotellar sus bebidas en botellas de vidrio y una tapa de madera de alcornoque, no sabían a lo que se enfrentaban. Este método de embotellamiento para la sidra fue la excusa para inventar un artilugio para poder destaparla y disfrutarla.
Historia del sacacorcho
Los vinos se conservaban en barriles y con ayudas de jarras se llevaba a la mesa. Para el siglo XVII, tomar vino representó un signo de estatus y refinamiento. Por esa razón, españoles e ingleses empezaron a fabricar botellas de vidrio para embotellar y transportar los vinos españoles e ingleses. Estas botellas se solían cerrar con un tapón de madera de alcornoque, un sello de concreto y una especie de tornillo anclado al tapón, con la finalidad de abrirlo con facilidad. Sin embargo, para el transporte era un método poco práctico.
La primera patente del sacacorcho se le concedió a Samuel Hensall en 1795, de quien se dice que se inspiró en una herramienta para extraer las balas de los fusiles. Pocos años después de la invención de Hensall, toda Inglaterra ya tenía un sinfín de sacacorchos con ciento de formas caprichosas. Hoy en día, la historia no cambia mucho, pues los sacacorchos son objetos artísticos e ingeniosos. A continuación, los 10 tipos de sacacorchos más (o menos) comunes:
Sacacorcho común
Este sacacorchos es el clásico y uno de los primeros sacacorchos de la historia. Puede resultar poco práctico pues necesitas utilizar un poco de fuerza. También se le conoce como sacacorcho “T”.
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Sacacorcho de mariposa
Este modelo es más doméstico y el más popular, pues tiene dos brazos y un mecanismo de vástago que te permite hacer palanca para retirar el corcho.
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Sacacorcho de aletas
Este tipo de sacacorchos es para vinos de edad y que pueden tener el corcho muy viejo con la ventaja de que no lo perfora. El mecanismo consiste en que las aletas o láminas despegan el corcho viejo del vidrio y lo retiran delicadamente.
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Sacacorcho de camarero
Es el más extendido entre los meseros y descorcha gracias a que se logra hacer una palanca; es decir, que una vez que se introduce el tirabuzón, el brazo de esta herramienta se apoya en la boquilla y al hacer un poco de la palanca, sale parcialmente el corcho.
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Sacacorcho pulltap o de dos tiempos
Tiene un parecido al sacacorcho de camarero, a comparación de que éste, cuenta con un brazo articulado. La finalidad: terminar de extraer el corcho de la botella. Para utilizarlo necesitas cierta experiencia o aprender a usarlo en este video.
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Sacacorcho de palanca
Este sacacorchos fue creado por Herbert Allen en 1979 y es muy fácil de usar, además, es útil para vinos tanto añejos como jóvenes. El mecanismo está diseñado para que el corcho salga tirando de la palanca con poco esfuerzo. También se le conoce como sacacorcho rabbit, Screwpull® o de tres tiempos.
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Sacacorcho de tornillo
Este sacacorcho funciona de forma parecida al sacacorcho de palanca, aunque éste requiere quitar el corcho manualmente; es decir, girando una manivela para recuperar el corcho. Es decir, que hay que girar una manivela, para obtener el corcho.
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Sacacorcho de aire o neumático
Para retirar el corcho con este sacacorcho, necesitas clavar la aguja que trae incorporada y posteriormente requerirás bombear aire. Aunque suena práctico, algunos sommeliers lo desprecian porque puede oxidar con facilidad los vinos añejos y la presión del aire puede deshacer el corcho.
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Sacacorcho de mesa o de pared
Ambos sacacorchos tienen un mecanismo muy similar al sacacorcho de palanca, con la diferencia de que éstos no retiran por completo el corcho, sino que dejan una parte en la boquilla de la botella. Sin embargo, por su tamaño y durabilidad, es más útil en restaurantes y bares.
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Sacacorcho eléctrico
Este sacacorcho es práctico porque su mecanismo no requiere ni palanca, ni práctica, lo único que necesitan son pilas recargables, apoyar el sacacorcho en la boquilla de la botella y aplastar un botón.
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Sea práctico, complejo, se necesite experiencia o sólo ganas de tomar un vino, el sacacorchos se ha vuelto un indispensable en la cocina. Por esa razón, los colores, formas y los materiales de elaboración contribuyen a innovar la experiencia de usar esta herramienta para disfrutar uno de los mejores placeres de la vida.
Por Miguel Guzmán