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Queso canasta
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Queso cuyo proceso de elaboración tradicional consiste en colocar la leche cuajada en una canasta especial confeccionada con palma o carrizo, que sirve para sostener la pasta y dejar salir el suero. En la superficie del queso queda marcado el tejido de la canasta a la que debe su nombre. Es uno de los quesos más buscados en el centro del país.
Queso de tenate
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nombre que reciben varios quesos frescos de leche de vaca o cabra producidos en el centro del país. Casi siempre son sencillos, pero los hay también mezclados con rajas de chile y otros ingredientes. Una variante es el queso botanero. La leche cuajada se vacía en un tenate que separa la leche del suero; esto ayuda a conservar la frescura del queso, le da un gusto particular y es un medio de conservación, sobre todo en lugares donde no se cuenta con refrigeración. El hecho de que se produzcan, se conserven y se vendan en un tenate les da un sello y un sabor característicos de rancho. Son típicos de la región de Tulancingo, Hidalgo. En Tlaxcala, sobre todo en Tlaxco, es un queso fresco elaborado con leche bronca de vaca, de sabor salado por efecto del canasto y la sal añadida; se puede conservar hasta por una semana y se acostumbra comer espolvoreado en diversos platillos. Abunda en la época de lluvias. Se le conoce también como queso de tanate.
Tacos de canasta
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Tortillas de maíz rellenas con algún guisado, que se acomodan en una canasta para mantenerlas calientes. La canasta se cubre con un plástico grueso o un mantel de tela para que conserven la temperatura y se humedezcan ligeramente. Además, de esta forma se mantienen a buena temperatura durante varias horas. Los rellenos más comunes son papa cocida, longaniza, adobo, chicharrón y frijoles refritos. Se acompañan con salsa picante. En el Distrito Federal, vendedores ambulantes los transportan en bicicleta. A diferencia de los tacos sudados, se humedecen con su propio vapor. Conocidos en Chiapas como paquitos sudados.
Conoce la receta aquí: tacos de canasta.
Queso panela
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Queso fresco elaborado con leche de vaca pasteurizada, aunque también se produce con una mezcla de leche de vaca y cabra. Es blanco, con textura porosa, suave y esponjosa. Se elabora en piezas de hasta 2 kg, por lo cual no se compra entero sino en porciones. Su porcentaje graso es bajo y es muy popular en los estados del centro del país. Para su elaboracion, la leche se escurre en canastas especiales que dejan la marca del tejido en la superficie del queso. El nombre de panela presumiblemente se debe a la forma tronco-cónica que adquiere al fabricarse, por lo que recuerda a la panela o piloncillo. Se come como botana y se usa para relleno de chiles o verduras. Son famosas las calabacitas con queso panela; también se desmorona sobre tacos, tostadas, quesadillas, ensaladas y frijoles. En Jalisco es muy apreciado, por lo que se utiliza para acompañar diversos guisos. También es popular como postre, servido con ate.
Queso de morral
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Queso fresco blanco de pasta suave, elaborado con leche pasteurizada de vaca y que guarda cierto parecido con el queso panela. Debe su nombre a que la leche cuajada se coloca en una cesta que puede estar hecha de manta de cielo o de ixtle y hace la función de un morral, es decir, sostiene la leche coagulada y deja salir el suero para formar el queso en una sola pieza, de tal forma que queda marcada la pasta por la cuadrícula del tejido del morral, como ocurre con el queso canasta. Se elabora en Hidalgo, Jalisco y San Luis Potosí, y se utiliza como cualquier otro queso fresco: para rellenar chiles, espolvorear capirotadas o frijoles refritos, etcétera.
Queso
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Queso fresco blanco de pasta suave, elaborado con leche pasteurizada de vaca y que guarda cierto parecido con el queso panela. Debe su nombre a que la leche cuajada se coloca en una cesta que puede estar hecha de manta de cielo o de ixtle y hace la función de un morral, es decir, sostiene la leche coagulada y deja salir el suero para formar el queso en una sola pieza, de tal forma que queda marcada la pasta por la cuadrícula del tejido del morral, como ocurre con el queso canasta. Se elabora en Hidalgo, Jalisco y San Luis Potosí, y se utiliza como cualquier otro queso fresco: para rellenar chiles, espolvorear capirotadas o frijoles refritos, etcétera.
Tenate o tanate
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Del náhuatl tanahtli, cesto. Cesto tejido de palma, alto y estrecho, que hace la función de una pequeña canasta para guardar tortillas, granos o frutas. En Hidalgo y otros estados del centro del país se utiliza para elaborar el queso de tenate.
Foto: Tenate con maíz pozolero. (Bertha Herrera).
Ate
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pasta de frutas cocidas con azúcar que se toma como postre. La pulpa de la fruta hecha puré se cuece con azúcar hasta que espese y al enfriar se desmolda y se orea para que la pasta se torne firme. Puede conservarse de uno a dos años, aunque con el tiempo oscurece y se encoge ligeramente. Es originario del Medio Oriente y fue traído a México por los españoles, quienes a su vez lo conocieron de los árabes. Se puede hacer de varias frutas; los más comunes son los ates de guayaba, membrillo y tejocote.
Tradicionalmente en Michoacán se cocinan en cazos de cobre; en otras regiones se utilizan cazuelas de barro u ollas gruesas. Algunos utilizan tejocotes y membrillos en pequeñas cantidades para hacer ates de otras frutas, debido a su alta propiedad aglutinante, que ayuda a formar más fácilmente la pasta. En los mercados de México se venden por peso; los bloques se cortan en pedazos del tamaño que el cliente elija. Se come solo o con rebanadas de queso fresco o manchego.
En Morelia se hacen ates muy famosos en todo el país. Se venden en bolsitas o en cajitas de plástico, enlatados o en canastas, en cubos o rollitos revolcados en azúcar. Generalmente vienen en cuatro colores: café claro y oscuro, verde y rojo, de distintos sabores. Normalmente los ates morelianos se compran como recuerdo o regalo. Aunque en casi todo el país se le conoce como ate, en Durango, Sonora, Chihuahua y otros estados del norte le llaman cajeta. En Coahuila la tradición de hacer ates es muy arraigada; son famosos los de membrillo y perón. Se acostumbran con queso como postre o para la merienda.
En Chihuahua se utiliza el ate de membrillo en los chopos. En Valle de Allende se hacen también ates de camote. En Parral se hace la llamada cajeta cruda con membrillos cocidos, muy bien escurridos, licuados y colados, que se mezclan con azúcar pero no se cuecen con ella; después se enmolda el ate para que tome consistencia, se desmolda y se orea. Se conserva en el congelador.
En Guanajuato se hacen ates de diversos sabores, entre los que sobresale el membrillate. El guayabate es el nombre que recibe el ate de guayaba en muchos lugares de México. Particularmente en Oaxaca se le suele llamar guayabate de panela. Se hace con piloncillo en lugar de azúcar. La pasta suele amasarse en bolitas antes de que se enfríe totalmente y después se revuelca en azúcar granulada. En Baja California Sur es común el ate de dátil. Los ates pueden nombrarse agregando la terminación –ate al nombre de la fruta con que está hecho, como en los casos del guayabate, mangate, membrillate, peronate, piñonate, almendrate y zapotate.
Antojitos
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pasta de frutas cocidas con azúcar que se toma como postre. La pulpa de la fruta hecha puré se cuece con azúcar hasta que espese y al enfriar se desmolda y se orea para que la pasta se torne firme. Puede conservarse de uno a dos años, aunque con el tiempo oscurece y se encoge ligeramente. Es originario del Medio Oriente y fue traído a México por los españoles, quienes a su vez lo conocieron de los árabes. Se puede hacer de varias frutas; los más comunes son los ates de guayaba, membrillo y tejocote.
Tradicionalmente en Michoacán se cocinan en cazos de cobre; en otras regiones se utilizan cazuelas de barro u ollas gruesas. Algunos utilizan tejocotes y membrillos en pequeñas cantidades para hacer ates de otras frutas, debido a su alta propiedad aglutinante, que ayuda a formar más fácilmente la pasta. En los mercados de México se venden por peso; los bloques se cortan en pedazos del tamaño que el cliente elija. Se come solo o con rebanadas de queso fresco o manchego.
En Morelia se hacen ates muy famosos en todo el país. Se venden en bolsitas o en cajitas de plástico, enlatados o en canastas, en cubos o rollitos revolcados en azúcar. Generalmente vienen en cuatro colores: café claro y oscuro, verde y rojo, de distintos sabores. Normalmente los ates morelianos se compran como recuerdo o regalo. Aunque en casi todo el país se le conoce como ate, en Durango, Sonora, Chihuahua y otros estados del norte le llaman cajeta. En Coahuila la tradición de hacer ates es muy arraigada; son famosos los de membrillo y perón. Se acostumbran con queso como postre o para la merienda.
En Chihuahua se utiliza el ate de membrillo en los chopos. En Valle de Allende se hacen también ates de camote. En Parral se hace la llamada cajeta cruda con membrillos cocidos, muy bien escurridos, licuados y colados, que se mezclan con azúcar pero no se cuecen con ella; después se enmolda el ate para que tome consistencia, se desmolda y se orea. Se conserva en el congelador.
En Guanajuato se hacen ates de diversos sabores, entre los que sobresale el membrillate. El guayabate es el nombre que recibe el ate de guayaba en muchos lugares de México. Particularmente en Oaxaca se le suele llamar guayabate de panela. Se hace con piloncillo en lugar de azúcar. La pasta suele amasarse en bolitas antes de que se enfríe totalmente y después se revuelca en azúcar granulada. En Baja California Sur es común el ate de dátil. Los ates pueden nombrarse agregando la terminación –ate al nombre de la fruta con que está hecho, como en los casos del guayabate, mangate, membrillate, peronate, piñonate, almendrate y zapotate.