- Home
- /
- Palabras
- /
- Page 2
Resultados de la búsqueda: Bombón
Petit-four
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Término genérico que se aplica a preparaciones de pastelería y confitería muy diversas, que tienen en común su reducido tamaño y que se comen de un bocado.
La aparición de la palabra se remonta al siglo XVIII, época en la que los hornos se construían de albañilería, de modo que la cocción de los artículos pequeños tenía lugar à petit four (literalmente, “a horno pequeño”), es decir, con el horno prácticamente apagado, cuando la cocción de las grandes piezas de horno había terminado y el fuerte calor había desminuido. Después de los bombones, peladillas, mazapanes, pralinés y frutas confitadas, que habían estado de moda durante el Renacimiento y el siglo de Luis XIV, hicieron su aparición otras elaboraciones, que exigían de los pasteleros imaginación y sentido decorativo, pese a tratarse de artículos muy pequeños.
Los petits-fours, muy variados, constituyen siempre una parte de la pastelería moderna. Se pueden distinguir cuatro categorías.
Servicio
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
En su origen, conjunto de platos que componían una de las partes de la comida, que incluía en general al menos tres de ellos. El término también designó a continuación la manera de presentar los diferentes manjares a los comensales.
Se puede distinguir el servicio a la francesa, corriente hasta finales del Segundo Imperio (1870), y el servicio a la rusa, que lo reemplazó y que en la actualidad sigue vigente.
- Servicio a la francesa. No fue más que la continuación del ceremonial del “gran cubierto”, observado bajo Luis XIV.
Una comida servida a la francesa se divide en tres partes: el primer servicio va desde el potaje hasta los asados, con entremeses y entrantes; el segundo incluye los asados, las piezas frías del segundo, las verduras y los platos dulces (entremets); el tercero reúne la pastelería, las piezas montadas y los petits-fours, los bombones y los helados. Se terminaba con la fruta.
El orden del menú se regulaba según el número de entrantes, y en principio los platos del segundo servicio debían ser de igual número que los del primero. Los platos del primer servicio se disponían sobre la mesa antes de la llegada de los comensales, sobre pequeños quemadores portátiles o bajo una campana. A esta suntuosa exhibición de orfebrería se añadían los grandes centros de mesa, los candelabros, las flores, la cristalería, los cubiertos, etc.
- Servicio a la rusa. Su introducción en Francia se debe al príncipe Alexandre Borisovitch Kurakin, embajador del zar en París bajo el Segundo Imperio.
El cocinero francés Urbain Dubois lo popularizó hacia 1880, y propició su adopción en las casas burguesas. Las mesas no estaban tan cargadas de piezas de orfebrería: sobre ellas solo se depositaban las flores y pirámides de frutas o piezas montadas decorativas. La finalidad era comer caliente. El orden de los platos se fijaba con antelación y los manjares se presentaban uno a uno y sucesivamente. Este servicio descansa en otro principio: todo debe ejecutarse en un mínimo de tiempo, de modo que el plato se presenta con rapidez, sin alteración de su sabor.
Cada serie de platos lo sirve o prepara un maître d’hôtel, al que se señalan con antelación los comensales por los que debe comenzar. Las fuentes se presentan por la izquierda de la persona sentada, y el plato se retira o se pone por la derecha. El vino se sirve por la derecha, en el mismo orden que las fuentes.
- Servicio en restauración. En este terreno los servicios son muy diferentes:
– En el servicio simplificado los manjares se disponen en los platos o las fuentes se colocan sobre la mesa.
– En el servicio a la francesa se da a cada comensal la posibilidad de servirse por sí mismo de la fuente, que se presenta acompañada de un cubierto de servicio.
– En el servicio a la inglesa es el camarero quien sirve los manjares en el plato del comensal.
– En el servicio a la rusa, también llamado “a la inglesa con guéridon”, el maître d’hôtel muestra a los comensales la fuente para que aprecien la presentación, y luego los manjares se disponen en los platos, operación que se practica sobre un guéridon (o mesa de apoyo), junto a la mesa.
Pralin
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Preparación a base de almendras o de avellanas (o de ambas), cubiertas de azúcar caramelizado y luego molidas. Utilizado en pastelería y en confitería, el pralin sirve para aromatizar cremas y helados y rellenar bombones de chocolate. Se vuelve rancio muy deprisa, pero se conserva unos días en un tarro hermético o envuelto en papel de aluminio. Praliner significa añadir o aromatizar con pralin.
El praliné es un relleno de bombón o de bouchée muy delicado (almendras o avellanas doradas mezcladas con azúcar, y luego molidas con chocolate o manteca de cacao), o bien un pastel (la mayor parte de las veces se trata de una genovesa rellena de una crema con mantequilla y pralin).
Pasta de almendras
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Preparación de confitería a base de almendras dulces escaldadas, peladas y secas, y luego finamente molidas y mezcladas con dos veces el mismo peso de azúcar en polvo y un poco de glucosa.
La pasta de almendra a menudo se aromatiza con aguardiente blanco, para rellenar caramelos o bombones de chocolate. Es la materia prima del calisson, el aboukir, el turrón y el mazapán.
En pastelería sus empleos son muy variados, en particular para decorar o recubrir numerosos pasteles (tronco, genovesa). La pasta de almendra fundente (en la que la proporción de azúcar es menor) se aromatiza con vainilla, limón, naranja, fresa, pistache, café o chocolate.
También se prepara una pasta de almendra granulada para cubrir pasteles y petits-fours. Además sirve para rellenar frutos secos servidos como petits-fours (dátil, ciruela pasa).
Kirsch
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Aguardiente de cereza (kirsche en alemán), originario de Francia (Alsacia y Franco Condado) y de Alemania (Selva Negra). Por lo general, se elabora con cerezas negras o cerezas ácidas, fermentadas naturalmente en tonel y luego destiladas. El kirsch, que posee un bouquet potente y un sabor muy fino, se degusta como digestivo, pero también se emplea en pastelería y confitería (bizcochos embebidos, bombones rellenos, cremas aromatizadas, ensaladas de frutas). Además se usa para flamear y participa en la composición del ponche y de ciertos cócteles.
Gianduja
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Mezcla de chocolate, de origen italiano, con avellanas con un mínimo de 32% de materia seca de cacao, 8% de cacao seco desgrasado y entre 20 y 40% de avellanas finamente molidas. Especialidad de la región de Turín (se producen avellanas en el Piamonte), el gianduja entra en la composición de numerosos bombones y bocados de chocolate, ya sea puro o en mezcla o superposición con pasta de praliné, ganaches, pastas de fruta o pasta de almendras.
Ganache
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Crema de pastelería elaborada a base de crema y chocolate que se utiliza para completar postres, rellenar pasteles o bombones y realizar petits-fours. Los chocolateros suelen aromatizarla con especias, frutas, café o té para preparar sabrosos bombones de chocolate.
Fondant
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Almíbar al que se añade glucosa, cocido a punto de bola fuerte (130 °C), trabajado sobre el mármol con la espátula hasta que se vuelve una pasta densa y opaca, y que a continuación se trabaja a mano. Esta pasta blanca, blanda y homogénea se conserva bien en un embalaje hermético.
El fondant se utiliza sobre todo en confitería (interior de bombones, caramelos), donde se emplea coloreado y perfumado. Fundido al baño María con un poco de agua, almíbar ligero o alcohol, se deja fluir en cajetillas o sirve para cubrir mazapanes, frutos secos o fruta fresca y cerezas en aguardiente.
En pastelería, al natural o con sabor (de chocolate, café, fresa, frambuesa, limón o naranja), sirve para glasear choux, éclairs, genovesas, milhojas, etc.
Cubrir o recubrir
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Envolver en pasta de freír un alimento relativamente rico en agua, para aislarlo durante la fritura. También significa recubrir una preparación con salsa, alguna gelatina u otra preparación con el objetivo de asilarla o conservarla.
En pastelería, se cubren (napan) con chocolate, fondant o azúcar cocido ciertos pasteles, petits-fours, golosinas o bombones. Los helados que se presentan sobre un bastoncito se cubren de chocolate o de praliné, lo cual garantiza su rigidez.
En chocolatería, se cubren con chocolate, blanco, negro o con leche los bombones compuestos por ganache, praliné, pasta de almendras u otros rellenos.
En la industria alimentaria, la operación de cubrir consiste en envolver un alimento con una sustancia neutra, que mejora su presentación y alarga la duración de conservación (sobre todo en el caso de los salchichones).
Cereza
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fruta del cerezo, árbol de la familia de las rosáceas. El color externo de la cereza varía del rojo más o menos oscuro al amarillo claro, y su pulpa es más o menos dulce o ácida (dependiendo de la concentración de ácido málico) según las variedades.
Al natural, sirven para preparar compotas, macedonias de frutas y copas heladas, aunque también tartas, flanes, suflés, clafoutis o el famoso pastel Selva Negra. Las cerezas confitadas son indispensables para los cakes, puddings y decoraciones de pasteles. Las variedades ácidas se emplean con licor para los bombones de chocolate. Sirven también para conservas agridulces y como condimento o acompañamiento, sobre todo para la caza y el pato.
Entre los licores y alcoholes elaborados con cerezas, es preciso destacar el cherry inglés, la ratafía de Provenza, el marrasquino de Italia y el kirsch de Alsacia. También se hace un vino con sabor cereza con jugo de cereza fermentado, y en Bélgica, la cerveza lambic kriek está aromatizada con esta fruta.