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Resultados de la búsqueda: Confitería
Embudo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Utensilio que facilita el trasiego de líquidos en botellas o recipientes de gollete estrecho. Generalmente cónico (y oval en el caso del aguardiente) y más o menos abierto, es de vidrio, acero inoxidable, plancha estañada o esmaltada, o plástico. En confitería, el embudo de fondant, con una varilla de madera que obstruye a voluntad el orificio, sirve para colocar algunos caramelos en los moldes. En charcutería, el embudo de salchichas, de morcilla o de cervelas (embutidor) se utiliza para rellenar las tripas con la ayuda de una pieza de madera que sirve para empujar.
Croquembouche
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Pieza montada en forma de cono, constituida por pequeños elementos de pastelería o confitería, que gracias a su glaseado con almíbar a punto de caramelo presenta una consistencia crujiente. Se va formando en torno a un molde cónico, también llamado croquembouche, que luego se retira por la base cuando todas las piezas están bien fijas entre sí gracias al caramelo solidificado. Se trata de una preparación tradicional de los buffets y de los banquetes de boda o de primera comunión.
El croquembouche clásico está constituido por petits choux, rellenos o no de crema (pastelera o de otra clase) y remojados en un almíbar a punto de caramelo fuerte. También se realizan croquembouches con fruits déguisés o glaseados, gimblettes, elementos de pasta de almendra, merengue, nougatine. Las decoraciones son múltiples.
Coñac
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Aguardiente de vino elaborado en la zona de Cognac. Hoy en día, el coñac procede exclusivamente de vinos blancos procedentes de cepas seleccionadas, recogidas y destiladas en una región delimitada que solo cubre dos departamentos (Charente y Charente Maritime). Existen seis grandes regiones de denominación de esta bebida, las cuales corresponden a calidades diferentes.
El coñac es un aguardiente resultante de una doble destilación, efectuada en un alambique de doble circulación, llamado “alambique charentés”. Este destilado debe envejecer durante 2 años como mínimo en barricas fabricadas con madera de roble. Hasta los 5 años, el coñac es de color amarillo pálido, con un ligero sabor a vainilla; entre los 5 y los 10 años, su color se intensifica y su sabor se afirma; hasta los 30 años, la disminución progresiva del grado alcohólico y la formación de azúcar lo suavizan. Se precisan 50 años para que el índice de alcohol descienda de forma natural desde el 70% Vol. inicial hasta el 40% Vol., adecuado para el consumo. Por ello, este índice se reduce artificialmente añadiendo agua destilada. El envejecimiento del coñac resulta muy caro y, cada año, la cantidad de aguardiente evaporada se evalúa en más de 20 millones de botellas (la producción anual es del orden de 170 millones).
El coñac, que nunca se comercializa antes de los dos años, se vende entonces con la denominación Trois Étoiles. A continuación, VO, VSOP y Réserve, que corresponden a cinco años de envejecimiento; Napoléon, Extra y Vieille Réserve, a seis o más años. En realidad, las distintas calidades que se venden son el resultado de mezclas de aguardientes de edades y crus distintos: viejos aguardientes (diez, veinte o treinta años, o incluso más) se mezclan con productos de menor edad. La edad de la mezcla se considera siempre la del coñac más joven.
En Francia era costumbre servir el coñac, como digestivo, en una copa abombada o en forma de tulipán y entibiarlo haciéndolo girar lentamente en la palma de la mano, a fin de que desarrolle la paleta de todos sus aromas. Hoy en día se sirve con hielo, como aperitivo o digestivo, y se utiliza para elaborar numerosos cócteles.
El coñac se bebe al natural en la mayor parte de las regiones de Europa, pero también se consume como long drink (alargado con agua o refresco) en los países anglosajones. Así, en el Reino Unido (donde a menudo se denomina brandy), se sirve en ocasiones con ginger ale; en Estados Unidos se encuentra en numerosos cocteles; en Canadá se le añade agua mineral con gas muy fría; en Extremo Oriente es corriente servirlo al natural, en el curso de una comida.
El coñac también aporta su bouquet incomparable en cocina, pastelería y confitería: platos con salsa, preparaciones flambeadas y maceraciones.
Conservadores o conservantes
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Aditivos químicos utilizados a fin de aumentar la estabilidad química o microbiana de un producto alimentario y prolongar la duración de su vida comercial. Los conservantes constituyen la categoría de aditivos cuya eficacia es más patente.
– Antisépticos. Son los más corrientes e incluyen varios tipos. Entre los principales se encuentran los sulfitos, los nitritos, los nitratos, al acido sórbico, el acído fórmico, al ácido acético, el ácido láctico o el ácido benzoico. Entre los productos a los cuales se les añaden estos conservantes son bebidas, frutas secas y confitadas, papas, mantequilla, embutidos, carnes, salazones, quesos, jugos de frutas, leche, productos de confitería, entre otros.
– Antifúngicos. Son, esencialmente, el difenilo y sus derivados así como el tiabendazol. Se emplean para tratar en superficie los plátanos, los cítricos, el pedúnculo de las piñas y los papeles que los acondicionan. Este tratamiento debe mencionarse en la etiqueta. Estos conservantes no penetran a través de las cortezas y pieles, pero si se pretenden utilizar estas últimas es preferible elegir frutas no tratadas.
Ciruela pasa
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Ciruela violeta, seca o deshidratada, que se conserva mucho tiempo. El método tradicional consiste en exponerla al sol; no obstante, en la actualidad, las frutas se suelen secar en hornos especiales.
Muy energética (290 kcal o 1,212 kJ por cada 100 g) y rica en azúcar, es un alimento con abundate fibra, sorbitol, hierro, potasio, magnesio, calcio y vitaminas B y E.
Antes de su utilización es preciso lavarlas, y luego ponerlas en remojo (al menos dos horas y en general una noche) en agua. También se pueden cocer directamente en agua o vino tinto, sobre todo para elaborar una compota o un puré.
Las ciruelas pasas, preferentemente deshuesadas, intervienen en numerosas elaboraciones de pastelería, tanto enteras como en mermelada. También entran en la composición de helados, macedonias o compotas de frutas, y pueden servirse igualmente maceradas y flambeadas. En confitería se rellenan de distintos productos y se conservan bien en armañac. Por otro lado, las ciruelas pasas constituyen un condimento muy apreciado en cocina, en particular con el conejo y el cerdo. En muchos países hay ciertos platos que se elaboran con ciruela pasa.
Candi
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Adjetivo que califica un azúcar depurado y cristalizado. El azúcar candi se presenta en forma de cristales blancos u oscuros, irregulares, obtenidos mediante cristalización lenta de un jarabe de azúcar concentrado.
Se utiliza para la preparación del champán, la elaboración de frutas en aguardiente y de los licores caseros. En confitería se preparan con candi fondants, frutas cubiertas con caramelo, pastas de almendra, etc.
El azúcar candi se prepara con 1 kg de azúcar y 400 ml de agua. Se hierve un minuto y se deja enfriar. Luego se posan los elementos elegidos sobre una rejilla en una candissoire, se cubre con otra rejilla y se vierte el azúcar para bañarlos por completo. Se protegen con papel sulfurizado y se dejan reposar doce horas antes de retirar el jarabe. De esta manera, se forma una capa de azúcar cristalizado.
Bulgaria
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La cocina búlgara se ha visto profundamente marcada por los turcos y los árabes. En el curso de su dominio (a partir del siglo xiv), éstos transmitieron el gusto por los mezze (surtido de bocados salados con hojas de vid rellenas), y por el halva (confitería con semillas de sésamo), todo ello regado con raki. El yogur, ingrediente de base, se utiliza en gran medida en los guisos, en el ghivetch (carnes y verduras en terrina, cocidas a fuego lento con especias y coronadas con huevos y yogur) o en las verduras crudas, como el tarator (pepino mezclado con yogur y nueces picadas).
El plato popular por excelencia es la copiosa chorba (sopa) de pollo, con menudos de cordero o tripas, pero también se aprecia la carne seca y salada (pasterma), los kebabcheta (albóndigas de carne asadas), los chichcheta (brochetas de carne) y los baniztsa (hojaldres de queso y verduras). El sirene es un renombrado queso de oveja.
La viticultura búlgara es relativamente reciente, aunque en Tracia, antigua Bulgaria, se cultivaba ya la vid hace 3,000 años. En realidad no se desarrolló hasta que el régimen comunista recurrió a ella para exportar y obtener divisas. Hoy existe una neta voluntad de ofrecer calidad a la hora de producir los vinos búlgaros. Desde 1990, el vino búlgaro (en particular el tinto) es conocido por alemanes, británicos y polacos.
Actualmente, el cultivo y la vinificación siguen llevándose a cabo en complejos agroindustriales, con mayor o menor fortuna. Los vinos blancos, a menudo de la cepa rkatsiteli, vinificados a la antigua, sin control de temperatura, son menos interesantes.
Azahar
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Flor de una variedad de naranjo, de la familia de las rutáceas. Las flores se maceran y destilan para obtener el agua de azahar, que se prepara industrialmente y se utiliza en gran medida en pastelería y confitería para aromatizar las masas y las cremas. Las flores de azahar también sirven para elaborar bebidas caseras, y su azúcar se emplea en pastelería. Cuando se destilan, las flores de azahar proporcionan un aceite volátil, el nerolí, utilizado en perfumería. En México, el agua de azahar es utilizada en muchas recetas tradicionales, como en algunos atoles de Michoacán, en la rosca de reyes y en el pan de muerto; también se incluye en almíbares de frutas y en ciertos dulces como los limones rellenos de coco.
Avellana
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Fruto del avellano, arbusto de la familia de las betuláceas que crece en las regiones templadas de Europa, cuya cáscara dura encierra una semilla ovoidal o redondeada de sabor delicado. Existen varias especies, las más conocidas proceden de Piamonte y de Sicilia, Italia.
La avellana seca, muy energética (400 kcal o 1,670 kJ por cada 100 g), rica en lípidos (40%), aporta mucha vitamina E (20 mg por cada 100 g), fósforo (200 mg por cada 100 g), potasio (350 mg por cada 100 g), calcio (45 mg por cada 100 g) y vitamina PP (1,5 mg por cada 100 g).
Se utilizan enteras, ralladas o molidas. Se sirven saladas, a veces tostadas, como aperitivo, e intervienen también en la cocina (rellenos, terrinas, para acompañar el pollo o el pescado meunière, como las almendras). Con ellas también se realiza una mantequilla compuesta. No obstante, los empleos principales de la avellana son la pastelería, la confitería (nougat) y la chocolatería.
Finalmente, de las avellanas se extrae un aceite muy fino, utilizado frío como condimento y no debe calentarse.
Aromatizador
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Sustancia olorosa que se utiliza como condimento, procedente de una planta, de la que se pueden emplear distintas partes.
– Hojas (procedentes de la albahaca, estragón, mejorana, menta, perejil, perifollo).
– Flores (alcaparro, capuchina).
– Semillas (alcaravea, anís, cilantro, eneldo, mostaza).
– Frutos (enebro, chile).
– Raíces (rábano picante).
– Tallos (ajedrea, angélica, cebollín, hinojo, serpol).
– Bulbos (ajo, chalota, cebolla).
Algunas verduras (apio, chirivía, poro, zanahoria) desempeñan igualmente un papel aromático.
Las especias (azafrán, betel, nuez moscada, pimienta, vainilla, etc.) son necesariamente aromáticas, pero pueden ser también muy picantes, mientras que los aromatizadores se utilizan esencialmente por su perfume. Especiar significa “dar sabor”, mientras que aromatizar quiere decir “perfumar”.
Los aromatizadores no tienen valor nutritivo, pero constituyen un elemento indispensable en la cocina, ya se utilicen directamente en las preparaciones, según ciertas combinaciones de sabores y aromas (albahaca y jitomate; tomillo y cordero; estragón y pollo; etc.), o mediante vinagretas y aceites aromatizados, mostazas, condimentos, rellenos, caldos, marinadas, fumets y maceraciones. La industria de las bebidas, sean o no alcoholizadas, y la confitería los utilizan ampliamente.
Los aromatizadores se emplean frescos o conservados por refrigeración, congelación o desecación. En este último caso, se preservan, enteros o pulverizados, en tarros opacos y bien tapados, que se deben mantener en un lugar seco.