En México, preparaciones como la jericalla, el pan de muerto o el rompope no serían nada sin el huevo. Por esa razón, este insumo es indispensable en nuestra alimentación, en términos culturales y nutricionales.
Cada mexicano consume alrededor de 22.5 kilogramos al año. Esto posiciona a Mexico como el primer país consumidor de huevo y el quinto en producción a nivel mundial. Jalisco es el estado donde se produce hasta el 55% del huevo mexicano.
El huevo es producto de la ovulación de la gallina (Gallus domesticus) y otras especies de aves. Actualmente se consumen huevos de distintas especies como codorniz, pata, oca y avestruz. Sin embargo, son poco comunes en México, debido a que no existen reglamentaciones sobre su distribución, producción y comercialización. Lo que sí está penado por la ley es el consumo de huevos de tortugas marinas como la caguama, lora y laúd, ya que son especies en peligro de extinción.
¿Por qué consumir huevo?
El huevo es un alimento altamente nutritivo y rico en proteínas. En su interior, encontramos vitaminas A, D, E y K, así como vitaminas del complejo B como la B12, B2 y B5. También contiene compuestos como la luteína, zeaxantina, selenio, ácido fólico, colina y lecitina, los cuales no sólo mantienen los músculos fuertes, sino que también ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, la vista y la actividad cerebral.
La Mtra. Teresa Rull, consejera del INA, afirma que el huevo es un alimento indispensable por sus nutrientes, por lo que es un error anular su consumo cuando se padece obesidad. La consejera nos recalca que en otros países, a los niños y adultos con obesidad se les recomienda consumir entre 3 y 4 huevos a la semana.
Consumir huevo y el colesterol
Uno de los factores por los que se deja de consumir huevo es por el miedo de que aumente el colesterol malo (colesterol LDL) en la sangre. Sin embargo, dicho aumento se origina por factores como la predisposición genética o el consumo de otras grasas saturadas, como aquellas provenientes de alimentos como el tocino o el coco.
¿Cuántos huevos consumir a la semana?
En México no existe un requerimiento diario exacto, la FAO recomienda consumir 7 huevos a la semana para aprovechar todos sus nutrientes. No obstante, esta recomendación se hace siempre y cuando se siga una dieta correcta, basada en el plato del bien comer, y se acuda puntualmente a una consulta de medicina general o de nutrición.
Tips para consumir huevo
Blancos, rojos o incluso azules, los huevos no saben diferente por su color – el cual depende de la raza de la gallina –, por lo que puedes disfrutarlos siempre y cuando sigas las siguientes recomendaciones:
¿Cómo elegir el huevo más fresco?
- Al momento de comprarlo, es difícil identificar si un huevo es fresco. Sin embargo, si al colocarlo frente a la luz de una lámpara se aprecia la yema en el centro, significa que está fresco (los huevos viejos tendrán la yema más cercana a la cáscara).
- También puedes verificar si un huevo es fresco al introducirlo en un recipiente con suficiente agua. El huevo fresco suele quedar al fondo, un huevo de un par de semanas suele permanecer en la zona intermedia y un huevo viejo flotará, debido a que la cámara de aire está muy expandida.
- Los huevos con suciedad superficial no son aptos para su consumo, ya que la cloaca de la gallina contiene microorganismos como enterobacterias (Salmonella ssp.; E. coli) y bacilos (Bacillus cereus), entre otros. Se recomienda comprar los más limpios. En caso de que los huevos sucios sean tu única alternativa, lávalos y consúmelos de inmediato.
- Evita los huevos rotos o con fisuras, pues usarlos es arriesgado, debido a que existe la probabilidad de desarrollar enfermedades gastrointestinales.
- El huevo en polvo es un ingrediente que mantiene los mismos nutrientes de un huevo fresco. El hecho de ser un producto seco le confiere más vida de anaquel y requiere pocos cuidados de almacenamiento.
¿Cómo almacenar los huevos?
- El huevo debe almacenarse en refrigeración, entre 0 y 2 °C. Puedes conservarlo fresco entre 3 y 5 semanas.
- Lo ideal es conservar el huevo en el primer o segundo estante del refrigerador. Evita colocarlo en la puerta del refrigerador, pues la agitación diluye la clara.
- Guardar en el refrigerador los huevos sin cáscara, aumenta las posibilidades de que se echen a perder. Si debes guardarlos de esta forma, lo mejor es congelarlos.
- Los huevos pueden congelarse, aunque las claras pierden un poco su capacidad de hacer espuma.
- El huevo batido o las yemas pueden congelarse, pero deben mezclarse con sal, azúcar o algún ácido, con el fin de evitar coágulos de grasa al descongelarlos. Por cada 500 ml de huevo batido o yemas, utiliza: 5 g de sal o 15 g de azúcar o 60 ml de jugo de limón.
¿Cómo lograr el huevo frito perfecto?
Para cocinar los huevos fritos sin que se rompan es muy sencillo. Calienta aceite en un sartén a 170 °C y deja caer suavemente el huevo descascarado. Fríelo por 1 o 2 minutos o hasta que la clara esté firme pero la yema suave. Si deseas la yema cocida, voltea el huevo y cuécelo por 15 segundos más. Con esta receta, podrás presumir los huevos fritos.
¿Cómo lograr el huevo pochado perfecto?
Esta técnica es algo compleja. Sin embargo, puedes emplear el siguiente atajo: en un recipiente pequeño coloca un cuadrado de plástico auto adherible, deja caer el huevo descascarado. Luego amarra cuidadosamente el plástico, para formar una bolsita. Introdúcela en agua hirviendo y déjalo cocer de 3 a 5 minutos.
¿Cómo hacer el huevo duro perfecto?
Los huevos duros son ideales y buenos protagonistas en las ensaladas o desayunos. Pero si se sobre cuecen, quedarán con una yema color verdosa y con un olor penetrante a azufre. Asegúrate que el huevo esté fresco y a temperatura ambiente. Al hervirlo, introduce la pieza con ayuda de una cuchara, y déjala cocer entre 11 y 15 minutos. Para retirar la cáscara, sumerge el huevo en un recipiente con agua y hielos por un par de minutos.
¿Cómo hacer el omelet perfecto?
Esta preparación consiste en una tortilla de huevo que está cuajada del exterior y tierna en el centro. Lograr este clásico de la cocina francesa depende de la calidad del sartén, de la cantidad y de distribuir la mantequilla, así como de la cocción, la cual debe de ser rápida. Para esto se recomienda revolver vigorosamente los huevos con una espátula, para asegurar que toda la pieza se cueza, mientras sacudes el sartén. Cuando el omelette se pueda despegar, se puede rellenar al gusto.
Que consumir huevo no sea tu dolor de cabeza. Disfruta de este importantísimo alimento lleno de beneficios. Cuéntanos ¿en qué preparaciones incluyes huevos?
Por Miguel Guzmán