Mujeres pescadoras de Altata: cultivo y recolección sustentable de almejas

Con el agua hasta la cintura y temperaturas que pueden alcanzar los 45 °C, las mujeres pescadoras de la cooperativa Almejeras de Santa Cruz buscan recolectar bivalvos de primera calidad dando prioridad al equilibrio ambiental y la cosecha consciente.

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En el estado de Sinaloa, la bahía de Altata es la segunda región costera más visitada después de Mazatlán. En esta región existen al menos 7 comunidades pesqueras y entre ellas encontramos a la cooperativa Almejeras de Santa Cruz, formada únicamente por mujeres. 

Las mujeres han sido parte de las comunidades pesqueras de Altata desde hace más de tres generaciones, participando de forma activa tanto en los procesos de pesca y recolección, como en la limpieza, transformación y servicio de los productos. Esto sin dejar de lado sus funciones de madre y amas de casa. 

Esta asociación de mujeres pescadoras nace a partir del cuestionamiento que se hacen sobre por qué son sólo hombres quienes realizan esta actividad y cómo es que ellas, tomando parte de la misma actividad no obtienen el reconocimiento necesario.  

Lo primero que hicieron fue organizarse. Decidieron poner manos a la obra buscando información, asesoría legal y capacitándose tanto en materia pesquera como biológica. 

Machismo e incredulidad 

Uno de los principales problemas con los que se enfrentó la cooperativa al momento de su creación (y todavía al día de hoy), era la falta de credibilidad que recibían al estar formada únicamente por mujeres. En cuestiones legales, obtener el apoyo gubernamental, influenciado directamente por el machismo se ha convertido en una batalla constante. 

Con la visión centrada en crear una cooperativa pesquera, a pesar de las trabas, la duda y las costumbres, cada puerta cerrada la convirtieron en oportunidad: rompieron esquemas; se hicieron presentes entre colegas y autoridades; tocaron puertas para recibir capacitación y para obtener los recursos que las ayudaran a convertirse en pescadoras y recolectoras reconocidas. 

“Tienen que verte ahí, en el agua, que eres buena. Te tienen que ver”, comenta Yanett Miranda Castro, presidenta de la cooperativa Almejeras de Sta. Cruz. 

Recolección de almejas. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

Recolección de almejas. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

¿Cómo se recolecta la almeja chocolata? 

El banco es la zona de captura donde se extraen los bivalvos, en Altata existen al menos 182 bancos de recolección registrados. La cooperativa extrae de manera manual cada uno de los productos (almejas), con esto conocen exactamente el tamaño de cada una de las almejas y su madurez, evitando la extracción discriminada y manteniendo el equilibrio y un ritmo de crecimiento adecuado dentro de cada uno de los bancos. 

En cada uno de los eventos de recolección generan información sobre la cantidad y tamaño de almejas que se encuentran por metro cuadrado; a través de mediciones y muestras, obtienen información que comparten con biólogos marinos quienes la analizan para obtener datos reales que les permitan aprovechar los recursos sin agotarlos. 

Podría decirse que el trabajo de recolección es un trabajo artesanal; en un día, una recolectora puede extraer hasta 5 mil ejemplares de almeja “pata de mula”; y de la almeja blanca o arrocera hasta una tonelada. 

Fin de la jornada. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

Fin de la jornada. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

Consumo local y los mercados preferenciales 

La mayoría de los productos se distribuyen de manera local en la bahía de Altata. Aunque representa una ventaja frente a otros comercializadores o restaurantes dentro del territorio nacional, también significa poco crecimiento para la cooperativa, ya que al no añadir el valor agregado que la pesca sustentable y artesanal representa, el crecimiento es limitado. Por ello se busca la venta en mercados preferenciales que tengan la intención de ofrecer productos de calidad, sostenibles y que además sean conscientes del apoyo a la cooperativa que esto representa. 

Almejas pata de mula. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

Almejas pata de mula. Fotografía de la Cooperativa Almejeras de Sta. Cruz.

En la búsqueda de pesca y consumidores conscientes 

Para la cooperativa es de crucial importancia no sólo buscar hacer consciencia entre sus colegas recolectores y pescadores sino también entre los consumidores. Conocer la trazabilidad de los productos que consume y respetar las temporadas de veda darán pie a que la almeja chocolata no vuelva a estar en riesgo de desaparecer y nosotros no podamos disfrutar de su sabor. 

“No nos acabemos hoy lo que los demás quieran comer mañana” – Yanett Miranda Castro 

 

Por Federico Diego Ávila 

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