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Lactarius
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Hongo del que brota, cuando se rompe, una leche blanca, roja, naranja, violeta, amarilla o grisácea, que puede cambiar de color a causa de la oxidación al contacto con el aire. Los lactarius a menudo son acres. Ninguno de ellos es venenoso; sin embargo, muchos carecen de un valor gustativo remarcable. De hecho, se buscan sobre todo por su carne crujiente, que los distingue de otras especies comestibles. Destacan el níscalo (Lactarius deliciosus), conocido en México como hongo enchilado y el níscalo vinoso (Lactarius sanguifluus).
Hongo azul
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Hongo de sombrero abombado con forma de trompeta. Mide de 4 a 10 cm de diámetro, es de color azul índigo con líneas plateadas concéntricas, pie cilíndrico y corto de color azul verdoso o pálido. Cuando se parte el hongo, escurre un látex de color azul. Al secarse se decolora y se vuelve grisáceo. Su carne es blanca, de olor y sabor agradables que lo hacen muy popular. Crece en el suelo en grupos, en los bosques de pinos y encinos. Aparece a partir del mes de agosto en el Estado de México y Michoacán.
Hongo enchilado
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Variedades de hongos que tienen color anaranjado.
Hongo
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Organismo sin flores y sin clorofila, que crece en lugares húmedos, ricos en materia orgánica y poco iluminados, del que existen cerca de 250 000 especies. Se reproduce por medio de esporas. Suele ser parásito o vivir sobre materias orgánicas en descomposición. Se desarrolla en zonas muy húmedas y crece en temporada de lluvias. Está constituido por el sombrero y el pie; además, pueden presentarse otras estructuras accesorias como el anillo o las laminillas. Los hongos comestibles utilizados actualmente pueden ser cultivados o silvestres; algunas variedades se venden en mercados, sobre todo en época de lluvias, que es cuando más abundan. Su uso más común y sencillo consiste en trocearlos, saltearlos con un poco de aceite o mantequilla y sazonarlos con ajo y cebolla para agregarlos posteriormente a caldos, sopas, tamales o guisos. En la época prehispánica se utilizaba con fines culinarios y religiosos. Los otomíes lo llamaron cho, los mayas lo llamaron kuxum y xikinche’, los toltecas fueron los primeros en acumular un acervo importante de referencias al respecto. Los mexicas lo llamaron nanacatl, quizá por reduplicación de la primera sílaba de nácatl, que significa carne. Su deidad era Nanacatzin, el señor de los hongos, uno de los cuatro dioses moradores de Metztitlán, el lugar de la Luna, pues los hongos, que en general brotan durante la noche, pueden haber sido considerados como hijos de la Luna. Por su color, los hongos comestibles recibían los nombres de iztacnanacame (hongos blancos, de íztac, blanco) y tlapalnanacame (hongos rojos, de tlapalli, tinte o color). También existían términos como cuauhnanacame (hongos de árbol, que se crían en la corteza de los árboles, de cuáhuitl, árbol), zacananacame (hongos de la pradera o zacate, de zácatl, hierba o zacate), tlazolnanacame (hongos de la basura, de tiazolli, basura o estiércol), teonanacame (alimento de los dioses, de téotl, dios) y teiuinti nanacame (de teiuinti, embriagante). Estos dos últimos términos se empleaban para los hongos alucinógenos usados en ofrendas, ceremonias religiosas y rituales de adivinación.
Níscalo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Hongo comestible (Lactarius deliciosus y Lactarius sanguifluus) muy apreciado en Cataluña (en catalán, rovelló), donde se cocina con ajo y perejil o se utiliza para acompañar carnes (en especial butifarra).