Hervir
Llevar un líquido (agua, fondo, caldo corto) a ebullición y mantenerlo en ella, a fin de cocer los alimentos que se han sumergido en el mismo. Para cada líquido, la ebullición se produce a una temperatura fija y constante (100 °C en el caso del agua y a nivel del mar). La cocción “a grandes hervores” no exige menos tiempo, pero evita que los elementos se peguen entre sí o en el fondo del recipiente. También se hace hervir un líquido de cocción para concentrarlo.
Los aceites y otros cuerpos grasos de fritura tienen temperaturas de ebullición que alcanzan los 200 °C. En cuanto a los almíbares, llegan a ebullición en función de su concentración.