Disuelva en el agua la fécula de maíz e incorpore el resto de los ingredientes. Vierta la preparación en un sartén sobre fuego bajo y déjela hervir, moviéndola ocasionalmente, entre 1 y 2 minutos o hasta que obtenga una salsa ligeramente espesa y brillante. Retire la salsa del fuego y déjela enfriar.
Brochetas de camarón
Precaliente el horno a 180 °C. Cubra una charola para hornear con papel siliconado.
Haga una incisión profunda a lo largo de todo el costado de cada camarón y retíreles la vena negra. Ábralos y aplánelos ligeramente con la mano para que queden con forma de mariposa. Salpimiéntelos por ambos lados.
Coloque sobre la cara interior de cada camarón 1 bastón de queso crema y cierre cada uno, envolviendo el queso para que retomen su forma original.
Envuelva la mitad de los camarones con las tiras de tocino, colóquelos sobre una charola y resérvelos. Bata el huevo en un tazón y coloque por separado, en dos recipientes extendidos, la harina y el panko. Enharine los camarones restantes, páselos por el huevo batido y después empanícelos con panko. Inserte una brocheta pequeña en cada camarón por el lado de la cola.
Hornee los camarones con tocino durante 20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
Mientras hornea los camarones, caliente suficiente aceite en una cacerola sobre fuego medio y fría los camarones empanizados durante 4 minutos o hasta que se doren uniformemente.
Sirva los camarones acompañados con la salsa agridulce.
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