Ponga los chiles a asar al fuego directo hasta que tengan la piel ennegrecida y métalos en una bolsa de plástico. Cuando hayan sudado y estén fríos, frote con suavidad la piel para quitarla. Conserve los chiles enteros y con el rabo.
Haga un corte pequeño a lo largo en uno de los lados del chile hacia la parte superior. Use un cuchillo para quitar con cuidado las semillas. Introduzca suficiente queso por la ranura.
Precaliente el horno a 180 °C.
Coloque los chiles en una charola para hornear y hornee por 10 minutos o hasta que se derrita el queso.
Sirva acompañados con salsa.
Pico de gallo
Revuelva todos los ingredientes.
Información adicional
Variante
Puede rellenar estos chiles de atún, pollo, verduras o mariscos sin olvidar el queso.
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