Diccionario gastronómico

Candelaria

Fiesta católica (2 de febrero) que conmemora la presentación de Je­sús en el Templo y la Purificación de la Virgen. La palabra procede del latín festa candelarum (fiesta de las Candelas) porque ese día se encendían —y se siguen encendiendo— muchos cirios en las iglesias. En Europa la fecha del 2 de febrero coincide también con el inicio de las labores en el campo después de los rigores del invierno. En esta ocasión, en Francia, se comen crepas y buñuelos: platos a base de harina, que, por su forma redonda y su color dorado, podrían simbolizar el sol. La utilización de trigo candeal de la cosecha anterior atraía la bendición sobre la cosecha futura, según se creía antaño.

Existe una serie de supersticiones relacionadas con las crepas tradicionales de la Candelaria. En Borgoña es preciso lanzar una a lo alto del armario para que el dinero no falte durante el año. También se considera que la persona poco diestra, que deja caer una crepa al girarla, tendrá mala suerte.

En México se celebra, junto con las festividades de la Virgen, el levantamiento del niño Jesús del nacimiento. Para la ocasión, las personas que encontraron los muñecos en la rosca de reyes del 6 de enero hacen la fiesta a la que se vieron comprometidos. En cada lugar existen maneras diferentes de celebrarla y distintos alimentos que se elaboran para este día, ya sea para convivir o regalar. Por ejemplo, en Acahuato, Michoacán, se preparan los achicaladitos, en el Distrito Federal se acostumbra ofrecer tamales y chocolate con leche.

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