La población mexicana se enfrenta a una dualidad alimentaria: la desnutrición y la obesidad al mismo tiempo, desde luego que se han creado campañas de salud púbica incentivando una vida con hábitos menos sedentarios y alimentación más balanceada, pero ¿qué hay de los alimentos industrializados que consumimos?
¿Cuántas veces nos detenemos a leer qué contienen aquellos productos que compramos en los supermercados?
Definitivamente, no las suficientes.
El estrés de adquirir todo lo que anotamos en la lista de compras, sumado a la poca información que tenemos para juzgar ingredientes impronunciables, han resultado los pretextos perfectos para dejarnos llevar por etiquetas que nos gritan “light”, “bajo en grasa” y “0 azúcar”.
Sin embargo, es nuestra responsabilidad como consumidores, saber que la industria de los alimentos en conjunto con organismos internacionales y nacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Instituto Nacional de Salud Pública, son los encargados de regular y proponer los diseños y contenidos del etiquetado en los alimentos procesados y que éste puede ser un elemento decisivo al momento de la compra pues expresa información valiosa para nuestra salud y bienestar.
Existen dos tipos de etiquetado que debes comprender para realizar compras más saludables. El frontal, que se le llama GDA por sus siglas: guía diaria de alimentación; y el que encuentras al reverso del empaque y que contiene toda la información nutrimental del producto, a este le llaman Tablas de información nutrimental.
Tablas de información nutrimental
La Norma Oficial Mexicana NOM-051, de Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados – Información comercial y sanitaria, establece que esta tabla debe encontrarse al reverso de todos los alimentos procesados y que la información declarada debe ser veraz y legible.
Porciones
En el primer apartado de la tabla deberás encontrar el número de porciones (o raciones) contenidas en el empaque y el tamaño individual, medido en litros, gramos o piezas.
Recuerda que la información que se presenta de ese punto en adelante es el total por porción. Si consumes 2 o 3 porciones, entonces multiplica las cantidades que irán apareciendo según lo que consumas de ese producto.
Contenido calórico
Enseguida encontrarás el contenido calórico del alimento, también lo encuentras con los nombres: contenido energético, o aporte energético. Éste se mide en calorías (kcal) y la caloría es una unidad de medida que expresa el aporte energético de los alimentos.
Recuerda que las necesidades energéticas de cada persona varían por su género, edad, estatura, peso y estilo de vida. Se estima adecuado para un hombre absorber entre 2 100 y 3 000 kcal, y para una mujer entre 1 800 y 2 200 kcal. Durante la adolescencia, pueden aumentar las necesidades en 50%, y con actividad física constante, de 200 a 400 kcal por día.
Gramaje de nutrientes
Expresa la cantidad de grasas, sodio, proteínas, fibra dietética, azúcares, minerales y vitaminas que tiene el producto que adquiriste.
Recuerda que se expresa por porción.
Proteínas. Son compuestos orgánicos nitrogenados, constituyentes de toda célula viva. Conformados por 20 aminoácidos que sirven para sostener las estructuras de los tejidos y líquidos biológicos, así como para sintetizar enzimas y hormonas.
El aporte de 1 g de proteína es de 4 kcal.
Apartado de las grasas
Dentro de éste hay diferentes tipos de grasas, pues no todas provienen del mismo lugar y no todas son saludables.
Recuerda, las grasas totales son un apartado general de la suma de todos los tipos de grasas que contiene el alimento, se pueden dividir en:
Grasas saturadas: aquellas que provienen de los animales, son sólidas a temperatura ambiente y no son saludables, pues aumentan los niveles de colesterol en la sangre.
Grasas no saturadas: aquellas que provienen de vegetales y algunos animales, son líquidas a temperatura ambiente y son buenas para la salud.
Grasas trans: son las que pasan de líquidas a sólidas por procesos industriales. Evita consumirlas a toda costa.
Carbohidratos totales / hidratos de carbono (carbohidratos)
Puedes encontrar ambos términos, pues la NOM-051 permite la declaración de “carbohidratos totales” en lugar de “carbohidratos”; cuando se declare este último, el valor expresado deberá corresponder al resultado de restar a los “carbohidratos totales” el valor de la fibra dietética.
Fibra dietética. Es un tipo de carbohidrato que agrega volumen a tu dieta, ayuda a la digestión y previene el estreñimiento.
Azúcares
Es un glúcido simple con sabor dulce. El término en singular está reservado al azúcar de caña o de betabel azucarero, y en plural hace referencia a la glucosa o dextrosa extraída del maíz; a la fructosa, que se extrae de las frutas; a la galactosa, que se extrae de la leche y/o a la manosa, que se extrae de la cáscara de la naranja.
Vitaminas y minerales
Se puede encontrar el desglose de vitaminas hidrosolubles (C y del grupo B) que provienen de las frutas y verduras; o liposolubles (A, D, E, y K) que se encuentran en alimentos de origen animal. Estas son sustancias orgánicas que deben consumirse día con día ya que el cuerpo no las almacena. Los minerales, como el sodio y el potasio, son los encargados de hidratar las células y mantienen el equilibrio entre los ácidos y las bases del organismo.
Si te consideras ahora una experta en leer tablas de información nutrimental, te dejamos 5 consejos más que también te ayudarán a construir un criterio más elaborado sobre lo que consumes en casa:
- No olvides leer la lista de ingredientes, ahí toma en cuenta que los 3 primeros ingredientes que aparezcan son de los que se conforma, en mayor medida, tu producto.
- Evita a comprar productos con grasas trans.
- Otros nombres para designar edulcorantes son: azúcar, melaza, jarabe, néctar, sirope, dextrosa, glucosa, disacáridos, maltodextrina y maltosa.
- Los productos multigrano no siempre destacan si los granos añadidos están refinados o si sólo hay algunos integrales. Busca que todos los granos sean integrales para obtener la mayor cantidad de fibra dietética posible.
- Evita a toda costa los aceites hidrolizados o hidrogenados, pues abundan en los productos industrializados, son los que más consumimos sin saber y también los más perjudiciales para la salud.
Aprender a leer etiquetas es una ventaja que pocos deciden utilizar como herramienta para hacer sus compras. Te invitamos a que cargues con esta lista de consejos al hacer una compra fuerte de insumos para tu cocina, pon en práctica tus habilidades y adquiere los productos que consideres mejores para tu consumo.
Por Daniela Casas