El tenedor es el cubierto más reciente en ser incorporado a la mesa. De los tres que utilizamos, el tenedor fue el último en popularizarse y en encontrar un lugar en la mesa.
La historia del tenedor
El tenedor no es un invento europeo. Se sabe que en la antigüedad (por lo menos en Egipto, Grecia y Roma, de acuerdo con David Leite) ya se utilizaba una herramienta para pinchar la carne y poder cortarla, para sacarla de un caldero o del fuego, pero no se trataba de un utensilio personal que se utilizara en la mesa y tenía dos puntas en lugar de las cuatro que tiene hoy.
En aquellos tiempos, se solía comer con un cuchillo, que cada persona llevaba consigo, y con las manos. Hasta el siglo VII que el tenedor se comenzó a utilizar en el Medio Oriente y en las cortes del Imperio Bizantino; y hasta el siglo X su uso se volvió una práctica común entre las familias adineradas de la región. Se sabe también, según comenta Suzanne Von Drachenfels en un texto publicado en Food Reference, que uno de los primeros tenedores apareció en Constantinopla alrededor del año 400 a.C., y puede verse hoy en día en la colección Dumbarton Oaks en Washington, D.C.
Tenedores antiguos. Fuente: Leite's culinaria.
Sin embargo, la popularidad y aceptación que ganó posteriormente este cubierto en Occidente sí se debe a su introducción en Europa, aunque tomó bastante tiempo y mucha insistencia.
Se cuenta que Teodora Ana Ducaina, hija de Constantino X Ducas, no quería tocar su comida con las manos. En consecuencia, su padre hizo que le fabricaran una solución que llevó la entonces República de Venecia como parte de su dote, al casarse con Doménico Selvo, dux (gobernante) de Venecia, en el siglo XI. Sin embargo, el clero rechazó el uso del tenedor, un tanto por la similitud que guardaba con la horca del diablo, y otro tanto por la idea de que el uso de una herramienta como esa constituía una afrenta a dios. Según Leite, alguien llegó a comentar que “Dios en su sabiduría otorgó al hombre tenedores naturales —sus dedos—. Luego entonces, es un insulto que el hombre los sustituya con tenedores de metal al comer”.
Este rechazo hizo desaparecer al tenedor de las mesas de Europa por más de trescientos años, hasta que Catalina de Médici lo introdujo en la corte francesa para su boda con Enrique II, en 1533.
Hasta este punto, todo lo referente al uso del tenedor ocurría al interior de los círculos privilegiados de la nobleza europea. No fue sino hasta 1582 en que se utilizó por primera vez de manera pública en el restaurante más antiguo de París, La Tour d’Argent, durante el gobierno de Enrique III, hijo de Catalina y Enrique II. Entonces, todavía era una herramienta plana de dos puntas.
A partir de este punto, se pueden mencionas varios hechos menos lineales que ayudaron a popularizar el tenedor por el mundo:
- En 1611, Thomas Coryate, escritor británico, publica un compendio de textos sobre sus viajes por Europa y Asia titulado Coryate’s Crudities, donde menciona con sorpresa la costumbre italiana de usar un tenedor para ayudarse a cortar la carne y cuenta que pensó en imitarlos durante su viaje por Alemania y a su vuela a Inglaterra.
- A finales del siglo XVIII, Luis XIV de Francia ordenó que se pusieran cubiertos en la mesa y prohibió el uso de cuchillos puntiagudos para evitar que se usaran de mondadientes y los clavaran en la mesa.
- En la década de 1880, se fabrican los primeros tenedores con cuatro puntas, en Inglaterra.
- Según una nota de Pedro Huemoeller, es hasta el siglo XVII que aparece la tercera punta del tenedor y deja de ser plano. Además, a finales del siglo XIX aparece la primera fábrica de tenedores en Barcelona, lo que ayuda a impulsar la popularidad del cubierto en Europa y en Norte América.
Tenedor. Fuente: Freepik.
¿Por qué usamos el tenedor?
Parece que la respuesta es inmediata y sencilla, casi ni tenemos que detenernos a pensar en ello: para no comer con las manos. Y es que resulta más higiénico comer con tenedor, pero quizá la respuesta sea un poco más complicada.
En una nota publicada en El Confidencial en 2019, Ada Nuño se pregunta por qué en Asia se come con palillos y aquí (allá en España, pero imagino que habla también del resto de Europa, de América y el resto de las regiones en que se ha popularizado el uso de cubiertos) con tenedor y cuchillo. En respuesta, sugiere que puede tener una conexión con el tipo de comida que se consume en la región. A grandes rasgos, a diferencia de la comida europea, la comida asiática suele cortarse en trozos pequeños, por lo que el cuchillo no es necesario en la mesa, además de que a este último se le concibe como arma.
Nuño agrega que quizá esta elección también tenga que ver con el ritmo de vida, pues los palillos favorecen un ritmo más lento que el tenedor y el mundo occidental.
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Impacto cultural del tenedor
Para concluir, vale la pena mencionar al menos dos estratos donde se puede ver el impacto cultural que ha tenido la incorporación de cubiertos en nuestras costumbres alimentarias.
- El uso de cubiertos ha modificado la mordida del ser humano, según comenta Rocío Navarro en una nota de La Vanguardia. En la nota se puede leer: “Según el antropólogo norteamericano Loring Brace hasta hace 250 años existían evidencias arqueológicas en Europa de que la mordida era como una guillotina. […] / Pero entonces, algo cambió en la mandíbula y desarrollamos una sobremordida, por la que la parte superior de la boca sobrepasó a la inferior. / La tesis de Brace se centra en que este fenómeno anatómico es el resultado de utilizar los cubiertos desde la infancia”.
- De acuerdo con esta publicación, el uso de cubiertos en la infancia “es una actividad que requiere de aspectos cognitivos, perceptivos y sensorio-motores”. Por tanto, se puede apreciar este aprendizaje mediante el desarrollo de los agarres.
Aunque la implementación del tenedor en las mesas del mundo occidental llevó siglos, hoy en día es un utensilio imprescindible para comer.
Por Ulises Granados
Fuentes consultadas:
Leite, David, “Origins of the Common Fork”, Leite’s Culinaria, (4/8/2023).
Von Drachenfels, Suzanne, “History of Fork”, Food Reference, (4/8/2023).
Redacción, “La historia de nuestros cubiertos: cuchillo, cuchara y tenedor”, Sin Reservas, (15/1/2023).
Redacción, “La interesante historia del tenedor”, Marco Beteta, (4/8/2023).
Huemoeller, Pedro, “La innovación que revoluciono la cocina”, Expansión, (4/8/2023).
Nuño, Ada, “Por qué en Asia se come con palillos y aquí con cuchillo y tenedor”, El Confidencial, (4/8/2023).
Wilson, Bee, “La importancia del tenedor. Historias inventos y artilugios en la cocina”, Turner, España, 2013. (4/8/2023)