Para quienes se adentran en el mundo del vino, la idea del maridaje suele estar relacionada con alimentos gourmet o ingredientes de alta gama; sin embargo, el vino y la comida se pueden combinar en los contextos más cotidianos y relajados que nos podemos imaginar, sin importar lo sencillo de los alimentos ni el precio de la botella que estamos por descorchar.
Ese es el caso de los tamales, una preparación típica de México y Centroamérica que puede ser desayuno, comida o cena. Pero ¿qué bebidas deberías servir para acompañar tu cena si en tu familia se suelen servir tamales en estas festividades? Muchas personas optarían por bebidas calientes como chocolate, atole o ponche, pero nosotros creemos, como siempre, que el vino podría ser una gran opción.
Recomendaciones de maridaje de vino con tamales
La comida mexicana es vista por algunos como “difícil de maridar” por sus contrastes ácidos, picantes y dulces (a veces, como es el caso del mole, todos en el mismo plato), pero cuando nos remitimos a la simplicidad de un tamal, en donde no suele haber grandes contrastes y en donde la masa de maíz hace una especie de colchón para descansar el paladar, encontramos un plato extremadamente maridable.
Éstas son nuestras recomendaciones de maridaje de tamales clásicos mexicanos con vinos espectaculares para vivir una experiencia memorable en esta temporada.
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Tamales verdes con Albariño
El tomate, tomatillo o tomate verde, protagonista de este tipo de tamales es conocido por ser un ingrediente difícil de maridar por su alto grado de acidez, pero lo cierto es que, si lo acompañamos con un vino de igual o mayor acidez, podemos contrarrestar sus efectos en el paladar y descubrir nuevos matices de sabor.
Las variedades blancas de España y Portugal ofrecen esta característica y, viniendo de una tierra en la que la carne de cerdo es venerada, la entrada en escena de esta proteína no hace nada más que hacer brillar tanto al tamal, como al vino.
Sirve tus tamales verdes con Bruto Albariño de Altos Norte Vinícola, con Rover de Cava Garambullo (aunque es una mezcla de variedades, funciona muy bien) o con Blanco Parvada de Vinos Parvada, una mezcla de Verdejo, Chardonnay y Sauvignon Blanc muy gastronómica.
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Tamales de rajas con Grenache
El jitomate cocido o asado de una salsa roja bien hecha nos abre un mundo de posibilidades en estos tamales, pues el umami con el que recubre los demás ingredientes lo hace muy fácil de maridar. Además, el queso panela o Oaxaca y las rajas de chile poblano que agregan notas verdes y frescas al paladar, lo hacen muy redondo.
Para este tamal, busca vinos 100% Grenache como lo son el Rosé Grenache de Monte Xanic o el Grenache de Santo Tomás. Además, una mezcla de uvas tintas como Malbec, Nebbiolo y Syrah funciona muy bien pues comparten características de sabor con cada uno de los elementos del tamal; pruébalos con Entrelíneas de Vinícola Santa Elena.
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Tamales de mole con Nebbiolo
Seamos honestos, la mayoría de los tamales de mole que se sirven en México, se preparan con moles instantáneos o de cajita, por lo que no se puede hablar de moles de calidades excepcionales ni recetas de familia. Sin embargo, el mole es una salsa que se puede acompañar con una gran variedad de bebidas resaltando su sabor y aromas.
Los snobs del maridaje sostienen que el Champagne es el mejor acompañante de esta preparación, pero nosotros sugerimos combinarlo con un vino predominantemente hecho con uvas Nebbiolo mexicanas como son Sophie Nebbiolo de Vinícola Santa Elena, CQ Reserva Nebbiolo de Cava Quintanilla o Lechuza Nebbiolo Reserva de Lechuza Vineyard.
No importa si los tamales son parte de tu dieta diaria, si son los protagonistas de tus cenas navideñas o si son la parte más esperada del recalentado en tu familia, te invitamos a que rompas con las normas y acompañes este plato típico mexicano con vinos mexicanos extraordinarios para hacer de cada comida, un momento memorable.
Por Gonzalo Ehnis