Comida que contamina nuestro planeta ¡Conócela!

Los alimentos también contaminan el medio ambiente. La huella de carbono que impregnan en el globo afecta gravemente la estabilidad del clima, la producción de origen y la vida en la tierra.

La comida contamina, ya sea porque es transportada o incluso porque para producirla se necesita utilizar muchisima agua o recursos no renovables. Sin embargo, aquí te presentamos los alimentos qué más contaminan.

 

Carne, carne y contaminación

La carne ya sea de res, cerdo u oveja es sumamente contaminante. Para criar ganado, es necesario alimentarlos y mantenerlos sanos. En un promedio mundial, se necesitan 15 400 litros de agua para obtener sólo un kilo de carne. Además, el agua en la ganadería se contamina por el uso de antibióticos y fertilizantes para el cultivo de alimento. Asimismo, la ganadería genera gases de efecto invernadero, los cuales son entre 10 a 100 veces mayor que la producción de los alimentosde origen vegetal.

Las posibles soluciones serían: empezar a reducir el consumo de carne, que los productos de carne provengan de un criadero sostenible, o incluso, cambiar a una dieta sin carne o derivados.

 

El aceite, el enemigo de la tierra y el agua

El aceite contamina en su elaboración y en su desecho. Por un lado, al elaborarse el aceite de oliva se extrae un material fétido denominado alpechín, el cual contiene un alto contenido de sólidos difíciles de degradarse. Asimismo, el aceite de palma se ha visto envuelto en una gran controversia ambiental desde el 2010, pues su producción se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales en Asia. Por otra parte, un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua. El aceite forma una película superficial en los ríos, que evita el aprovechamiento del agua y crea una masa enorme en las alcantarillas que ocluye el sistema de drenaje.

Por lo tanto, habría que cuidar nuestro consumo de grasas, preferir aquellas que son amigables con el ambiente, así como ver opciones para su correcto deshecho y manejo.

 

Alimentos de moda

La situación va más allá que con el aceite de palma. Los alimentos que se convierten en una tendencia implican una gran deforestación de bosques y un gran uso de agua. Un ejemplo de ello es la elaboración de la “leche” de almendras, pues para elaborar una caja de 350 mililitros es necesario utilizar hasta 115 litros de agua. Asimismo, el cultivo de almendros utiliza alrededor del 82% de agua en el estado de California. Otro escenario es el del aguacate, su creciente popularidad en 2016 representó el 98% de la deforestación en MéxicoEs más, la producción de aguacate representa una pérdida anual entre 6 mil y 8 mil de hectáreas de bosque michoacano.

Soluciona este problema, procurando que la producción de los productos adquieres, esté validado por un organismo que ayude a la preservación del medio ambiente.

 

Alimentos importados

Así como el aguacate es importado para cubrir la demanda de Estados Unidos, los alimentos importados generan una huella de carbono muy importante. En 2007 por ejemplo, la importación de 29 millones de toneladas de alimentos generó alrededor de 5 millones de gases de carbono.

Lo ideal es elegir alimentos de pequeña escala, de temporada y que su producción sea orgánica. Elige alimentos que se produzcan localmente y no necesiten transportarse de distancias kilométricas.

 

Alimentos y bebidas empacadas en plástico

Así es, por más que se separe la basura, la comida que contamina más de lo que crees, es la empacada en plástico. Al menos en el mundo, a cada minuto se está comprando alrededor de un millón de botellas de plástico, y este ejemplo se queda corto. Es decir, que el 70% de los envases plásticos van a parar a vertederos y más de 13 millones llegan al mar cada año. Al final, estos residuos terminan como microplásticos en los alimentos de origen marino.

Para mejorar estas estadísticas lo mejor es empezar a adquirir a granel, reutilizar las bolsas, optar por materiales reusables (cartón, papel, vidrio), así como cargar con tu botella de agua a todos lados.

 

¿Hay comida que no contamine?

La solución para evitar contaminar al comer, no sólo se queda en tratar de cambiar de dieta o revisar la procedencia de estos. La decisión, de acuerdo con organismos internacionales, es hacer un cambio en el estilo de vida. Es decir, este tiene que impactar en nuestra forma de transportarnos, vestirnos e incluso entretenernos. También estar al pendiente de las iniciativas públicas y privadas para poder exigir un planeta más limpio. Aunque pueda parecer muy difícil, es bueno empezar de poco en poco: separando la basura, aprovechando los alimentos y eligiendo lo mejor para el planeta.

 

Por Miguel Guzmán

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