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Resultados de la búsqueda: Cocinero
Rusia
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cocina rusa es heredera de tradiciones escandinavas, mongolas, germánicas y francesas, las cuales se fueron incorporando al pasar de los siglos con cada cambio de dinastía.
En el siglo IX la influencia escandinava fue notoria en la adopción de pescados y carnes ahumadas, alcohol de grano y preparaciones con crema agria. En el siglo siguiente fue Oriente quien se impuso con Vladimir el Grande: berenjenas, cordero y uvas aparecieron junto a cereales y nabos, ingredientes básicos de la alimentación. A finales del siglo XVII, Pedro el Grande se entusiasmó por Francia, y algunos cocineros franceses llegaron a la corte de los zares. A principios del siglo XX, los emigrados aportaron consigo otras especialidades: caviar, blinis, vatrouchka y zakouski.
El arte culinario ruso alcanza su apogeo con la fiesta de Pascua, los zakouski y el té.
La fiesta de Pascua se celebra después de la misa de medianoche que antecede al día de Pascua. A menudo el menú incluye multitud de pequeños patés, un cordero o un lechón asado, un jamón frío en gelatina, un pavo o una pieza de caza asados, huevos de colores, pasteles y repostería tradicionales para esta fecha, así como babas de pasta fermentada. Todo ello se sirve con saleros de sal bendita y tortitas polacas de pan ácimo.
Los zakouski, son pequeños manjares calientes o fríos que se sirven acompañados de vodka en caso de que un invitado inesperado llegue a un hogar. A la espera de la cena, los invitados toman arenques marinados, ahumados o a la crema, naliezniki (crepas rellenas de queso blanco), huevos rellenos, caviar de berenjena, verduras y frutas marinadas, pepinos con crema agria y con sal (molossols), así como quesos.
Durante todo el día se bebe un té muy fuerte, a veces aromatizado, sin azúcar. A menudo se sirve con elaboraciones de pastelería y golosinas: gozinakhi (caramelos de nueces y miel), buñuelos de queso blanco, pampouchki, krendiel (brioches muy dulces en forma de pretzel), waffles de limón, vatrouchki (tartaletas de queso blanco), zavinariets (bolitas rellenas de frutas y nueces), nougat con avellanas.
Scappi, Bartolomeo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Cocinero italiano de mediados del siglo XVI, que estuvo al servicio de numerosos papas, y sobre todo de Pío V. A raíz de sus múltiples viajes, Scappi redactó un enorme tratado culinario titulado Opera (Obra), publicado en Venecia en 1570. Este trabajo se compone de seis libros, ilustrados con láminas grabadas. El primer libro se consagró a una enseñanza general de la cocina, el cuarto contiene la lista de 113 menús realizados por este cocinero emérito a raíz de los banquetes oficiales. Los cuatro libros restantes evocan los diferentes tipos de alimentos y platos.
Servicio
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
En su origen, conjunto de platos que componían una de las partes de la comida, que incluía en general al menos tres de ellos. El término también designó a continuación la manera de presentar los diferentes manjares a los comensales.
Se puede distinguir el servicio a la francesa, corriente hasta finales del Segundo Imperio (1870), y el servicio a la rusa, que lo reemplazó y que en la actualidad sigue vigente.
- Servicio a la francesa. No fue más que la continuación del ceremonial del “gran cubierto”, observado bajo Luis XIV.
Una comida servida a la francesa se divide en tres partes: el primer servicio va desde el potaje hasta los asados, con entremeses y entrantes; el segundo incluye los asados, las piezas frías del segundo, las verduras y los platos dulces (entremets); el tercero reúne la pastelería, las piezas montadas y los petits-fours, los bombones y los helados. Se terminaba con la fruta.
El orden del menú se regulaba según el número de entrantes, y en principio los platos del segundo servicio debían ser de igual número que los del primero. Los platos del primer servicio se disponían sobre la mesa antes de la llegada de los comensales, sobre pequeños quemadores portátiles o bajo una campana. A esta suntuosa exhibición de orfebrería se añadían los grandes centros de mesa, los candelabros, las flores, la cristalería, los cubiertos, etc.
- Servicio a la rusa. Su introducción en Francia se debe al príncipe Alexandre Borisovitch Kurakin, embajador del zar en París bajo el Segundo Imperio.
El cocinero francés Urbain Dubois lo popularizó hacia 1880, y propició su adopción en las casas burguesas. Las mesas no estaban tan cargadas de piezas de orfebrería: sobre ellas solo se depositaban las flores y pirámides de frutas o piezas montadas decorativas. La finalidad era comer caliente. El orden de los platos se fijaba con antelación y los manjares se presentaban uno a uno y sucesivamente. Este servicio descansa en otro principio: todo debe ejecutarse en un mínimo de tiempo, de modo que el plato se presenta con rapidez, sin alteración de su sabor.
Cada serie de platos lo sirve o prepara un maître d’hôtel, al que se señalan con antelación los comensales por los que debe comenzar. Las fuentes se presentan por la izquierda de la persona sentada, y el plato se retira o se pone por la derecha. El vino se sirve por la derecha, en el mismo orden que las fuentes.
- Servicio en restauración. En este terreno los servicios son muy diferentes:
– En el servicio simplificado los manjares se disponen en los platos o las fuentes se colocan sobre la mesa.
– En el servicio a la francesa se da a cada comensal la posibilidad de servirse por sí mismo de la fuente, que se presenta acompañada de un cubierto de servicio.
– En el servicio a la inglesa es el camarero quien sirve los manjares en el plato del comensal.
– En el servicio a la rusa, también llamado “a la inglesa con guéridon”, el maître d’hôtel muestra a los comensales la fuente para que aprecien la presentación, y luego los manjares se disponen en los platos, operación que se practica sobre un guéridon (o mesa de apoyo), junto a la mesa.
Mercado
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Sitio público destinado permanentemente o sólo en días específicos para la compra y venta de alimentos y otros productos. En un mercado siempre existe la sección o el pasillo de frutas, flores, carnicerías, abarrotes, puestos de comida, utensilios de cocina, ropa, zapatos, hierbas y puestos donde arreglan licuadoras, televisores y otros aparatos electrodomésticos. Los llamados mercados ambulantes, que se establecen en espacios al aire libre, son la versión moderna del tianguis prehispánico, pues la distribución de los puestos sigue siendo la misma.
Otro nombre para designar los mercados es el de plazas, y es común hablar del día de tianguis o día de plaza, pues hay muchos mercados que sólo se instalan un día a la semana. Puede suceder también que, en un día en especial, varios vendedores de la región ocupen las calles y plazas aledañas al mercado establecido. En muchos pueblos y ciudades de México el mercado se encuentra junto a la plaza pública o parque central, que se ocupa como una extensión del mercado una vez a la semana o en alguna temporada importante como Navidad o día de Muertos.
Muchos mercados están siendo desplazados por los supermercados, pues estos sitios tienen mejores estacionamientos y carritos para transportar los alimentos, además de que las frutas y verduras se pueden escoger al gusto del cliente y no es necesario llevar dinero en efectivo, pues se puede pagar con tarjeta bancaria o vales de despensa.
Sin embargo, la mayoría de los mercados populares todavía guardan el sabor y el ambiente de la variedad y las costumbres que los han caracterizado desde siempre: clientes y marchantes regatean el precio y siempre se tiene la ventaja de probar la fruta que se va a adquirir para comprobar que está dulce y madura.La fruta se tiene seleccionada como inmadura, madura, lista para comer o sobremadura, y sus precios varían de acuerdo con su grado de maduración y también dependiendo de si el comprador es cliente recurrente.
Es común escuchar entre los compradores frases como: “quiero manzanas para hoy”, “deme un melón que aguante”, “¿tiene naranjas para mañana o para el miércoles?”, pues siempre existe la garantía de que lo que se compra estará justo como se quiere. Por ejemplo, un caso en el que el supermercado nunca superará al mercado popular es el del aguacate, ni siquiera los supermercados que tienen grandes secciones de frutas especializadas logran tener los aguacates en el punto exacto de maduración. También podemos mencionar los jitomates, pues en los mercados tienen separados los verdes, inmaduros, maduros, muy maduros e incluso los jitomates magullados. El jitomate maduro se compra para ensaladas, el muy maduro, para guisos, pues da mucho color y sabor, y el magullado se busca para preparar salsas molidas. Algo similar ocurre con otros ingredientes regionales o de alto consumo, como las tortillas hechas a mano.
En el Distrito Federal existen muchos mercados famosos por uno u otro productos (como el mercado Argentina, famoso por su barbacoa), algunos de los cuales se mencionarán a continuación.
Mostachón
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Sitio público destinado permanentemente o sólo en días específicos para la compra y venta de alimentos y otros productos. En un mercado siempre existe la sección o el pasillo de frutas, flores, carnicerías, abarrotes, puestos de comida, utensilios de cocina, ropa, zapatos, hierbas y puestos donde arreglan licuadoras, televisores y otros aparatos electrodomésticos. Los llamados mercados ambulantes, que se establecen en espacios al aire libre, son la versión moderna del tianguis prehispánico, pues la distribución de los puestos sigue siendo la misma.
Otro nombre para designar los mercados es el de plazas, y es común hablar del día de tianguis o día de plaza, pues hay muchos mercados que sólo se instalan un día a la semana. Puede suceder también que, en un día en especial, varios vendedores de la región ocupen las calles y plazas aledañas al mercado establecido. En muchos pueblos y ciudades de México el mercado se encuentra junto a la plaza pública o parque central, que se ocupa como una extensión del mercado una vez a la semana o en alguna temporada importante como Navidad o día de Muertos.
Muchos mercados están siendo desplazados por los supermercados, pues estos sitios tienen mejores estacionamientos y carritos para transportar los alimentos, además de que las frutas y verduras se pueden escoger al gusto del cliente y no es necesario llevar dinero en efectivo, pues se puede pagar con tarjeta bancaria o vales de despensa.
Sin embargo, la mayoría de los mercados populares todavía guardan el sabor y el ambiente de la variedad y las costumbres que los han caracterizado desde siempre: clientes y marchantes regatean el precio y siempre se tiene la ventaja de probar la fruta que se va a adquirir para comprobar que está dulce y madura.La fruta se tiene seleccionada como inmadura, madura, lista para comer o sobremadura, y sus precios varían de acuerdo con su grado de maduración y también dependiendo de si el comprador es cliente recurrente.
Es común escuchar entre los compradores frases como: “quiero manzanas para hoy”, “deme un melón que aguante”, “¿tiene naranjas para mañana o para el miércoles?”, pues siempre existe la garantía de que lo que se compra estará justo como se quiere. Por ejemplo, un caso en el que el supermercado nunca superará al mercado popular es el del aguacate, ni siquiera los supermercados que tienen grandes secciones de frutas especializadas logran tener los aguacates en el punto exacto de maduración. También podemos mencionar los jitomates, pues en los mercados tienen separados los verdes, inmaduros, maduros, muy maduros e incluso los jitomates magullados. El jitomate maduro se compra para ensaladas, el muy maduro, para guisos, pues da mucho color y sabor, y el magullado se busca para preparar salsas molidas. Algo similar ocurre con otros ingredientes regionales o de alto consumo, como las tortillas hechas a mano.
En el Distrito Federal existen muchos mercados famosos por uno u otro productos (como el mercado Argentina, famoso por su barbacoa), algunos de los cuales se mencionarán a continuación.
Olores
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Mole prieto
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Variante de mole negro, de apariencia similar, pero con ingredientes distintos. Se prepara en varios pueblos de Tlaxcala, que son cuna de moles sorprendentes, en especial Tetla, San Bernardino Contla y Santa Ana Chiautempan.
Dulce de nanche o dulce de nance
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nanches maduros cocidos en agua con piloncillo o azúcar. Dependiendo de las costumbres de los cocineros, los nanches se pueden dejar enteros para que queden como frutas en almíbar o durante la cocción se pueden machacar un poco para obtener una pasta o mermelada; este último procedimiento parece ser el más usual. En muchos lugares este dulce se come cuando se bebe pozol. Se prepara en diversos estados de la república, pero en especial gusta mucho en los estados del sureste del país, especialmente en Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán. En Chiapas se machaca el fruto y se cuece en agua con azúcar y canela hasta que la preparación se reduce y se obtiene una miel llamada nanche o nandú.
Charrito
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
- Variedad de peces que se consumen en el Golfo de México y en las costas del Pacífico.
• Trachurus lathami. Se distingue por su gran parecido con el pámpano. Se captura de forma incidental todo el año en el Golfo de México. Mide unos 20 cm de largo y se vende principalmente fresco. Su carne es blanca, magra, firme y de buen sabor, con espinas fáciles de quitar, por lo que es ideal para cocer y freír. Conocido también como garretón.
• Trachurus symmetricus. Tiene el dorso verde y vientre plateado, mide por lo general 30 cm de largo y llega a pesar entre 2 y 3 kg. De carne fina, blanca y magra, con espinas fáciles de desprender, se puede cocinar entero o en pedazos para múltiples guisos. También se enlata.
Conocido también como:
- caballa o caballo
- cocinero
- macarela
- ojotón
- Botana que se elabora con masa de maíz a la que se le da forma de churros delgados, éstos se fríen en aceite, posteriormente pueden ser escarchados con jugo de limón y sal, o jugo de limón, sal y chile en polvo; generalmente se comen con más jugo de limón y salsa de chile, en diferentes partes del país.
Bienmesabe
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Postre de origen conventual muy común antiguamente, y que hoy en día está casi olvidado. Como es obvio, el nombre proviene de la unión de “bien” y “me sabe”. De acuerdo con el Nuevo cocinero mexicano, en el siglo pasado existieron muchas recetas de este postre, como el bienmesabe de pechuga, de leche sola, de yuca, de tamal, de huevo y almidón. En Campeche es un postre de platón hecho a partir de bizcotelas bañadas con una crema preparada con leche de coco, azúcar, yemas de huevo, almendras y vino; puede estar espolvoreado con canela molida.
En el área de Chilapa, Guerrero, es un postre de platón hecho de marquesotes empapados con almíbar de azúcar, vino dulce o jerez, cubiertos con una salsa de yemas de huevo, azúcar y canela. Se adorna con pasas, piñones, almendras y nueces. En Puebla, algunos lo preparan como un ante, rebanadas de marquesote envinado bañadas con una especie de natilla de yema de huevo y decoradas con piñones, almendra y nuez. Actualmente también se preparan en México diferentes panes de dulce bajo este nombre.
Arequipa
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Antiguo postre de platón con consistencia de cajeta hecho de crema de leche, azúcar y algún otro ingrediente. Su preparación tradicional es algo que se ha perdido un poco, de modo que es difícil encontrarlo. Fue creado en el siglo xviii en Arequipa, Perú, de donde tomó su nombre. En México adquirió un sinnúmero de variaciones. De acuerdo con el Nuevo cocinero mexicano, la arequipa peruana se hacía con un almíbar claro, almendras y pechugas de pollo molidas, todo hervido con leche hasta lograr una consistencia espesa como la cajeta.
En México, estos dulces se comían mucho en el siglo XIX y se hacían de muchas formas, utilizando jugos de frutas, diferentes nueces y harina de arroz para espesar. En Querétaro antiguamente se hacía con leche, almidón, azúcar y agua de azahar. En la actualidad, puede saborizarse con almendras, piñones, nueces o piña, y tradicionalmente la mezcla se cuece en un cazo de cobre. En Puebla se hace con leche, jugo o pulpa de piña, mamey o limón. En Veracruz se prepara con jugo de piña y almendra y se adorna con almendras enteras. Conocido en Querétaro como ariquipa.
Angaripola
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Antiguo platillo cuya característica fue la utilización de chorizo y longaniza, además de, casi siempre, la mezcla de dos o más tipos de carne; todos los ingredientes del platillo se colocaban dentro de una cazuela y se acomodaban a manera de pastel por capas. En desuso actualmente, se acostumbró en el siglo XIX, y prácticamente no aparece en ningún libro del México contemporáneo.
De acuerdo con El cocinero mexicano, existieron varios tipos de angaripolas, las gallinas con angaripola elaboradas con manitas de puerco, jamón y gallina; todos los ingradientes se freían y se adornaban con rebanadas de jitomate; otros ingredientes utilizados eran pimienta, canela, semillas de cilantro, pasas, almendras, piñones, cebolla y perejil. La angaripola con pies de puerco contenía lomo, pulpa y chorizo de cerdo, gallina y manteca de cerdo; adornado con rodajas de jitomate, ajo, perejil, alcaparras, chilitos y aceitunas; la mezcla contenía azafrán, pimienta, clavo y semillas de cilantro molidas.