Diccionario gastronómico

Rana

Batracio de aguas dulces, del que se consumen las ancas. Viven en aguas corrientes y estancadas, en bosques húmedos hasta casi desérticos y semiáridos. En general estos batracios tienen lomo verde con manchas negras; su piel es lisa, húmeda y casi desprovista de las acumulaciones de glándulas tan comunes en los sapos. Su larva, llamada renacuajo, también es comestible y tiene varios usos gastronómicos.

En Francia es muy popular el consumo de ancas de rana, se consumen dos tipos: la rana verde, que es la más sabrosa, y la roja. Su carne es blanca, delicada y de fácil digestión, pues contiene poca grasa, aunque un tanto insípida. Como tiene un ligero olor a humedad, antes de prepararse se marina en leche por una hora, o en agua con jugo de limón por 10 min.

En Europa, las ancas de rana a menudo se venden ultracongeladas, y en la mayor parte de los casos ya se pueden cocinar. Se preparan en blanqueta, a la crema, con finas hierbas, en sopa, en omelette, en muselina, pero también pueden freírse o saltearse, con ajo o con ajo y perejil.

En México, su consumo fue muy importante en la época prehispánica, los habitantes del Valle de México la consumían ampliamente en muchas preparaciones, como en tamales y mextlapiques. Actualmente no existe gran demanda pero se siguen comercializando en algunas regiones. Se preparan en salsa verde, al mojo de ajo, empanizadas, en pipianes, capeadas, a las brasas, en caldillos o diferentes salsas. Se considera principalmente botana o entremés. 

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