Hierva en una cacerola la leche con la canela y el bicarbonato, moviéndola constantemente para evitar que se desborde, hasta que se reduzca una tercera parte.
Incorpore el azúcar y la miel y continúe con la cocción durante 5 minutos más.
Añada las almendras molidas y siga con la cocción hasta que la mezcla tenga una consistencia cremosa. Retírela del fuego y déjela enfriar.
Cuando la mezcla esté fría, guárdela en el congelador en un recipiente con tapa. Después de 1 hora, saque la preparación del congelador e integre con movimientos envolventes la crema batida. Regrésela al congelador.
Transcurrida una hora o dos, saque del congelador el helado. Si ya se han formado cristales, deshágalos con un tenedor o un batidor globo. Repita este procedimiento varias veces hasta que la mezcla tenga una consistencia homogénea y cremosa.
Información adicional
NOTA
Además de una gran cocina local con antiguas bases indígenas, Michoacán y su capital, Morelia, son célebres por sus helados, el más conocido es el “de pasta”, dulce y cremoso, que se encuentra no solamente en restaurantes, sino en carritos callejeros.
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