Una parte importante del trigo que se produce en China se destina a elaborar productos tradicionales de su cocina, como pan al vapor, fideos y dumplings. Los primeros registros que se tienen de consumo de pan al vapor datan de la dinastía Han, hace más de 1 500 años.
La tradición culinaria en China es sumamente antigua y rica; cada región tiene una cultura culinaria específica debido a diversos factores, como la geografía y la influencia de otras culturas. No resulta extraño entonces que en cada región existan varios tipos de panes al vapor que difieren en apariencia, sabor, tamaño y textura.
En términos generales, existen dos tipos de panes al vapor: baozi y mantou. Los primeros son bollos redondos, de entre 5 y 10 centímetros de diámetro, con una base plana que se rellenan con una variedad de ingredientes o preparaciones, se les asigna un nombre específico de acuerdo con su tamaño y con su relleno, sea salado o dulce, como cerdo, pollo, encurtidos, sopa, tofu con vegetales, pasta de frijol o una crema dulce similar a la crema pastelera. Por su parte, los mantou son bollos, sin relleno, de 4 centímetros aproximadamente, con la base y los costados aplanados; se comen solos, con alguna salsa o con leche condensada, o se sirven como acompañamiento de otras comidas.
A lo largo del tiempo el pan al vapor ha evolucionado y se ha adaptado a los gustos y las tecnologías del momento. Antes solía prepararse de forma casera, lo que sigue siendo la norma en muchas áreas rurales; sin embargo, en las ciudades son cada vez más utilizados procesos mecanizados para su producción. Actualmente se pueden encontrar en restaurantes, empacados y congelados en los supermercados o en puestos de comida callejeros; asimismo, es común que la masa se pinte de algún color dependiendo del sabor del relleno, e incluso se pintan o se les de la forma de algún animal o fruta.
La receta de pan al vapor que presento a continuación es la de un gua bao, un ícono de la comida callejera de Taiwán. Consiste en un pan al vapor relleno con carne de cerdo braseada y deshebrada; normalmente se acompaña con hojas de mostaza china encurtidas, cilantro y cacahuates dulces, aunque estos acompañamientos pueden variar. La peculiaridad de este pan es que no tiene forma de bollo, sino que la masa se estira hasta obtener un disco más o menos delgado y después se dobla a la mitad sobre sí mismo; posteriormente, la masa se cuece en una vaporera de bambú y se rellena.