Admiro el trabajo de muchos chefs: Pierre Gagnaire y Heston Blumenthal, entre otros. De México aprecio a Ricardo Muñoz Zurita, pionero en el mundo de la gastronomía, aparte de la investigación inmensa que ha realizado y su excelente cocina. Me impresiona tanto conocimiento, memoria y pasión.
Admiro el método de trabajo de Thomas Keller, por lo que entrega en el plato. Su cocina es impecable, ordenada y limpia, y eso se transmite a los platillos. Una cocina pulcra y organizada, normalmente resulta en platillos muy buenos; en cambio, de las cocinas sucias siempre salen malos guisos. También admiro su refinamiento: esa necesidad de pulir, pulir y pulir.
De Europa me gusta lo que hace René Redzepi, de Dinamarca, quien además de brillante, como persona es muy cercano (el buen modelo del chef, no el arrogante). Es muy joven y está considerado el número 10 del mundo, con un estilo propio bien definido y un concepto bien logrado y razonado. Él ha introducido la historia de su país al restaurante y lo ha integrado como un todo. Me gusta cómo opera su cocina, los platillos que entrega, su filosofía y la decoración del restaurante.