El robalo, uno de mis pescados favoritos, es muy apreciado en gran parte del país y particularmente en los estados del Golfo de México. Recomiendo utilizarlo para este platillo tabasqueño, ya que le da un sabor particular a este guiso casero.
Ticha, mi madre, me contó que mi abuela preparaba esta receta como parte de las comidas diarias, ya que en el municipio de Macuspana, Tabasco, el robalo era abundante y económico; se consideraba un pescado corriente y no tenía la fama que tiene hoy. En aquellos tiempos ofrecían de casa en casa el pescado recién capturado. Un robalo de 5 o 6 kilos costaba $2.50; no sé a cuánto equivale hoy en día, pero evidentemente era muy barato.
El origen de esta receta es totalmente rústico; el pescado se corta en postas o rodajas para cocerse en la salsa. Si desea hacer un platillo más sofisticado en la presentación, utilice filete de pescado, pero es necesario advertir que el sabor disminuirá por la ausencia de huesos.
Considero que es un platillo muy nutritivo y bajo en calorías.