Amase en una batidora, con el aditamento de gancho, todos los ingredientes excepto los 500 gramos de mantequilla, hasta que obtenga una masa elástica. Separe una cuarta parte de la masa y amásela con el colorante. Deje que ambas masas reposen en refrigeración, en un recipiente tapado, durante 3 horas como mínimo.
Estire la masa sin color en forma rectangular, de 70 centímetros de ancho por 30 de largo aproximadamente, en una superficie de trabajo enharinada ligeramente. Estire la mantequilla restante de la misma forma y colóquela sobre la masa. Pliegue ambos rectángulos en forma de tríptico y deje que reposen en refrigeración durante 10 minutos.
Coloque en la superficie de trabajo la masa girada 90°, o un cuarto de vuelta, con respecto a la posición en que quedó después del plegado anterior. Estírela de la misma forma que en el paso 2 y pliéguela en forma de tríptico. Deje que repose en refrigeración durante 10 minutos.
Repita el paso anterior 2 veces más, dejando reposar la masa la última ocasión durante 30 minutos. De esta forma, habrá estirado y plegado la masa 4 veces.
Coloque la masa de color rojo encima de la masa sin color. Estírela en una superficie enharinada hasta que tenga un grosor de 4 milímetros y corte tiras de 3 centímetros de ancho por 30 de largo.
Trence 2 tiras, dele forma de espiral a cada trenza y deje que reposen durante 40 minutos a 26 °C.
Precaliente el horno a 170 °C. Hornee las espirales de masa durante 16 minutos. Sáquelas del horno y déjelas enfriar.
Terminado
Barnice los rollos con brillo neutro.
Mezcle el requesón con la miel de abeja y distribúyalo en el centro de cada rollo. Decórelos con los frutos rojos.
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