Precaliente su wafflera (deberá seguir las instrucciones del fabricante para conocer cómo precalentar el aparato y cómo debe ser engrasado; algunos fabricantes recomiendan utilizar aceite o mantequilla para engrasar las planchas solo la primera vez que utiliza la wafflera, mientras que otros sugieren hacerlo una vez al inicio de cada uso, y otros, hacerlo entre cada tanda de waffles).
Precaliente el horno a 95 °C y coloque una rejilla cubierta con papel siliconado sobre una charola para hornear.
Caliente un sartén a fuego medio y fría las rebanadas de tocino con su propia grasa durante 10 minutos, girándolas ocasionalmente, o hasta que estén doradas y crujientes. Retírelas del sartén y déjelas escurrir sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Mida entre ½ y ¾ de taza de masa ácida por waffle y viértala en la plancha inferior de la wafflera. Extienda la masa con una espátula pequeña para que cubra todos los orificios de manera uniforme. Cueza los waffles entre 3 y 4 minutos o hasta que estén crujientes y dorados. Sáquelos con una espátula y consérvelos dentro del horno, encima de la rejilla, en la charola. Repita este procedimiento con la masa restante.
Saque un waffle del horno, rebánelo por la mitad de manera horizontal y unte ambas mitades, con un poco de mayonesa. Ponga sobre una de las mitades 2 rebanadas de tocino, 2 rebanadas de jitomate, espolvoree un poco de sal y pimienta y ponga encima hojas de lechuga o de arúgula al gusto; cubra con la mitad de waffle restante. Repita este paso con el resto de los waffles y sírvalos.
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