En algún lugar del camino se perdió la traducción de este postre conventual francés llamado pets-de-nonne. Será porque en la época de la Colonia no éramos tan irreverentes.
En la historia…
Los dulces de los conventos virreinales son parte del repertorio gastronómico e histórico de México. Los nombres barrocos evocan una vida de recogimiento, amor y rezos.
Procedimiento
Suspiros de monja
Hervir el agua con la cáscara de limón, la mantequilla y la sal.
Retirar la cáscara de limón e incorporar la harina moviendo enérgicamente; cocinar a fuego bajo hasta que se forme una bola de masa muy espesa.
Agregar los huevos uno por uno, batiendo hasta incorporarlos antes de añadir el siguiente.
Calentar el aceite a 200 ºC o hasta que al sumergir un poco de la masa burbujee abundantemente.
Freír cucharadas de masa hasta que floten y estén ligeramente doradas. Escurrir los suspiros en papel absorbente.
Miel de nardos
Reservar algunos pétalos de nardos para decorar.
Combinar los ingredientes restantes con los pétalos de nardos y hervirlos hasta obtener un jarabe espeso con consistencia de miel.
Montaje
Colocar los suspiros en un platón y bañarlos con la miel de nardos; decorar con los pétalos reservados.
Información adicional
Consejo
La textura es mejor si se consumen el mismo día que se preparan, aunque puedes hacer la masa y refrigerarla por una semana.