Basado en un estilo de vida sustentable y respetuoso con la naturaleza, al grado más elevado posible, el movimiento zero waste implica evitar la generación de basura y el desperdicio de alimentos y productos de la vida cotidiana.
Uno de los rubros fundamentales del estilo de vida zero waste es el de la alimentación, pues es precisamente en la cocina y el consumo de alimentos donde el ser humano genera la mayor cantidad de desperdicios. Pero ¿es posible un cambio radical de nuestro estilo de vida sin morir en el intento? Llegar al grado zero waste no es nada fácil, pero tampoco es imposible.
Miedo al cambio, principal enemigo del zero waste
Entre todas las corrientes contemporáneas y vanguardistas relacionadas con la vida sana y sustentable, el movimiento Zero waste es sin duda una de las más difíciles de adoptar. A pesar de que no presupone dejar de consumir determinado tipo de alimentos como es el caso del vegetarianismo o el veganismo, la corriente Zero waste modifica los hábitos de consumo y demanda tiempo para concretarse.
Para la mayor parte de la gente el factor tiempo es el principal generador de miedo al cambio, pues las jornadas de trabajo son largas y dificultan la realización de actividades relacionadas con los hábitos de consumo. Sin embargo, hay un sector creciente que es el de los jóvenes que trabajan en línea o a distancia, las personas jubiladas, o bien una nueva generación responsable y preocupada por su salud y la salud del planeta.
Es en estos segmentos de la sociedad donde el movimiento Zero waste gana más adeptos, aunque su finalidad es lograr un cambio generalizado y tangible a nivel global.
Las 5 “erres” del movimiento zero waste
Fue la activista francesa-estadounidense Bea Johnson la impulsora del movimiento zero waste. Ella propuso reducir al máximo los desperdicios generados por su familia, logrando acomodar toda su basura del día en un bote de 200 mililitros. Además, creó las directrices conocidas como las 5 erres del movimiento Zero waste: Refuse (rechazar), Reduce (reducir), Reuse (reutilizar), Recycle (reciclar) y Rot (descomponer/compostar), conceptos relacionados con el aprovechamiento de recursos alimentarios y de consumo en general.
Con esta exitosa experiencia como antecedente, Bea Johnson creó en 2005 el blog Zero Waste Home y en 2013 publicó un libro con el mismo nombre, el cual ha sido traducido a casi 30 idiomas. En ellos, la activista enseña sobre cómo el ser humano puede reducir su basura en el trabajo, la escuela, el hogar y la cocina.
Cómo alimentarse al estilo zero waste
De antemano, el concepto zero waste nos urge a armarnos de una botella personal para el agua, bolsas de tela para el supermercado, frascos, botellas y otros recipientes reutilizables, así como tomar en cuenta y en todo momento las 5 erres del movimiento. A partir de entonces podemos ejecutar, entre muchas otras, las siguientes acciones:
- Cambia las servilletas y toallas de papel por trapos reutilizables, y las bolsitas de sándwich por paños de cocina o recipientes de acero inoxidable.
- Compra los alimentos al mayoreo o en el mercado, llevando tus recipientes para carne, embutidos, pescado, queso, aceite, mantequilla, salsas, etc. Si no encuentras un artículo a granel, busca un proveedor.
- Lleva tu frasco a la heladería y una funda de almohada a la panadería, por ejemplo. Y prepara tu propia mermelada, mayonesa, aderezo para ensaladas o salsa picante.
- Aprende a desinfectar el agua de la llave para poder beberla, y usa el agua de limpieza de las verduras para regar las plantas.
- Reinventa tus sobras de alimentos antes de que se echen a perder, y convierte tu bote de basura en un contenedor de abono para plantas.
- Cocina en olla de presión, pues con ella reducirás a la mitad el tiempo de cocción.
@esturirafi 👩🏽🍳🥕💚RECETA: Caldo de Verduras Zero Waste #lacolmenaquedicesi ha retado a #esturirafi a compartir una receta anti desperdicio, saludable y con productos de temporada. El resultado, nuestro: ¡Caldo de Verduras Zero Waste! Una receta súper sencilla que vas a poder poner en práctica todas las semanas sin ningún esfuerzo. Solo necesitas guardar en un tupper todas esas partes de las verduras que normalmente no utilizas para cocinar: la piel de las zanahorias, la calabaza, la cebolla, las hojas de la coliflor… Yo las voy almacenando en el congelador, para asegurarme de que se mantengan frescas. Cuando el tupper esté lleno las cocino en una tartera con agua, sal y un chorrito de aceite. 🔝 Un caldo lleno de nutrientes que puedes utilizar como base para sopas, cremas, salsas y un montón de recetas. Nuestro consejo extra: Si no lo vas a usar en el momento ¡congélalo! Puedes utilizar frascos de vidrio para congelar el caldo (nunca llenes el frasco hasta arriba, deja uno o dos centímetros hasta la tapa). Más ideas anti desperdicio en #lacolmenaquedicesi lacolmenaquedicesi.es #lacolmenaquedicesi #vueltaalacocina #receta #recetazerowaste #antidesperdicio #recetarapida #recetasaludable #sopazerowaste #caldodeverduras #sopadeverduras #recetafacil #recetasencilla ♬ Aesthetic – Tollan Kim
Como hemos señalado, convertirse en zerowaster no es fácil, pero tampoco imposible. ¿Te atreverías a aceptar el reto de cambiar tu estilo de vida en pro de la salud del planeta?
Por Will Rodríguez
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