El matcha y todo lo que necesitas saber sobre este té

A pesar de no contar con una denominación de origen, su proceso de elaboración es de origen chino pues data del siglo VII. Hasta el momento se sabe que los japoneses fueron quienes lo adoptaron y perfeccionaron en el siglo XII, desarrollando un método específico para su preparación y toda una ceremonia alrededor del servicio de esta bebida.

El matcha es considerado el té más sano de todos, debido a que al beberlo se consume la hoja hecha polvo, obteniendo todos los nutrientes y beneficios. Esto no sucede al infusionar dichas hojas, pues al hacerlo se pierden hasta el 65% de sus propiedades.

Proceso de elaboración

En la última etapa de cultivo, las plantas de té (Camellia sinensis) son cubiertas con paja durante 3 o 4 semanas antes de su recolección; al recibir menos luz, la planta se estresa y resguarda sus nutrientes, retarda la fotosíntesis y aumenta el contenido de clorofila.

Una vez listas, las hojas son recolectadas a mano y se dejan secar. Luego de retirar la nervadura y los tallos, se obtiene el tencha, que son las hojas enteras. Dichas hojas pasan a ser molidas finamente en molinos manuales de mármol o granito, donde se convierten en el fino polvo verde que conocemos como matcha. Este procedimiento de molienda debe hacerse delicadamente, ya que la fricción podría quemar las hojas; por ello, el proceso es lento y sólo pueden obtenerse de 30 a 40 gramos de matcha por hora.

Conservar la calidad del té

La calidad del matcha se puede identificar por su color, sabor y aroma. Si al seleccionarlo tiene un color amarillo opaco, probablemente esté quemado; entre más brillante e intenso sea el color verde del té, mayor será su calidad.

Para su conservación, es indispensable refrigerarlo. El matcha tiene una vida de anaquel de 6 meses y no es recomendable dejarlo a la intemperie o en envases transparentes ya que podría oxidarse. También debe mantenerse lejos de la luz del sol para que no pierda sus propiedades organolépticas.

Un producto saludable

Contrario a lo que se piensa, la teína y la cafeína, son lo mismo, y el matcha contiene aproximadamente la mitad de estimulante que suele contener un café americano; además, aporta L-teanina, un aminoácido que reduce el estrés, mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje. Es un calmante natural y estimulante de la segregación de dopamina, sustancia asociada al placer.

Un buen matcha es alto en antioxidantes como catequina y clorofila. Se recomienda tomarlo por la mañana ya que brinda energía, facilita la concentración y acelera el metabolismo por efecto termogénico natural, razón por la cual se considera un aliado en el control de peso. El matcha también ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre.

¿Cómo preparar matcha?

Para tomarlo caliente, es recomendable utilizar agua a una temperatura aproximada de 80 °C y hacer uso de los utensilios creados especialmente para su preparación: el chawan o tazón, la chashaku o cuchara y el chasen, o batidor de bambú. El chawan tiene la medida justa de la cantidad que se recomienda beber, la chashaku mide la cantidad de matcha en polvo que se debe utilizar y el chasen garantiza que se genere suficiente espuma al momento preparar el té.

El matcha tiene una gran tradición detrás; no obstante, hoy lo encontramos en preparaciones como panqués, conchas, galletas y un sinfín de postres; también de forma menos común en platillos como el curry, pastas y hasta en cocteles. Sencillamente las combinaciones y posibilidades que ofrece el matcha como complemento de nuestra alimentación, son algo que aún no termina de explorarse por completo.