Independientemente de la religión que se profese, en el libro Comiendo con el papa. La vida de Francisco y sus recetas favoritas, de Roberto Alborghetti, resulta interesante ver la conexión que existe con la comida, más allá de un nivel nutricional. Sobre todo, es harto fascinante ver cómo el papa —una de las figuras más emblemáticas de la religión católica —ha forjado su identidad, su manera de concebir la doctrina y la importancia de compartir, a través de la comida y la alimentación.
La espiritualidad y la comida: el papa frente a la mesa
Por medio de las palabras de Roberto Alborghetti podemos acercarnos a esta concepción de cómo conecta la espiritualidad con la comida. Además, gracias a él podemos revisitar episodios familiares del papa Francisco que fueron generando este vínculo espiritual con la comida. Alborghetti, que es uno de sus biógrafos más apasionados, hace un salto al árbol familiar del papa y nos lleva hasta las remotas tierras del Piamonte, los viñedos y las recetas que migraron junto con sus antepasados a Argentina.
Han sido varios los eventos en los que el papa se ha sentado a compartir con los fieles el pan. Aquí se expresa la relación antes mencionada:
Compartir la comida es un momento para el prójimo. Es fuente de relación. Es hospitalidad. Y es escuchar a los que te rodean. Comer juntos es una acción muy evocadora y simbólica. (pág. 7)
El papa y sus recetas favoritas
Asimismo, algunos de los platillos que podremos compartir con el papa durante la lectura de este libro son:
- Bugie: Son galletas tradicionales de Piamonte hechas con una masa muy liviana que se ponen en aceite para que se infle la masa y quede hueca.
Un manjar sencillo y rápido de preparar. Imagen de Rustic Inside The Kitchen.
- Calamares rellenos: Esta receta es de Francisco, justo cuando su madre tuvo que permanecer en la cama inmovilizada casi por completo al dar a luz a su hermana María Elena.
Existen diferentes rellenos de este platillo. Imagen de Shoot The Cook.
- Asado: Un plato típico argentino que refuerza su conexión con estas tierras. De acuerdo con Borghetti, el papa Bergoglio sabe hacerlo como nadie y, además, se siente orgulloso porque forma parte de la historia gastronómica de Argentina. Él sabe cómo elegir un buen corte, marinarlo con hierbas aromáticas y cocinarlo con paciencia para que quede al punto (y si quieres saber cómo elegir un buen corte pero no sabes cómo, puedes dar clic aquí).
Este platilo clásico trae a toda la familia a la mesa. Imagen de BBC.
A través de este libro podemos conocer la filosofía del papa Francisco detrás del acto de compartir los alimentos. Pero también conocemos cómo fue construyéndose esta devoción por la cocina. Sin duda, tanto en las familias italianas como en las mexicanas, hay un ritual de unión cada vez que nos reunimos alrededor de una mesa. Y de eso habla Borghetti en las páginas dedicadas a reconstruir ese amor por la comida del papa, que es a su vez un sinónimo de amor por el prójimo.
Hay una verdadera reflexión con la que no sólo los católicos podrán identificarse, sino todo aquel que sienta y viva la comida más allá de llevarse un bocado a la boca.
Por Alina Hernández
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