¿Mercurio y soya enlatados? Mitos y realidades del atún

¿Sabías que desde 2016 la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la celebración del Día Mundial del Atún cada 2 de mayo? Con motivo de esta efeméride, Larousse Cocina te presenta información sobre los mitos y realidades en torno al consumo del atún enlatado, un importante recurso alimentario para la humanidad.

Sobre el atún

El atún enlatado es uno de los alimentos más exitosos en el mundo por ser un producto saludable, práctico de transportar y almacenar, fácil de cocinar y, hasta cierto punto, accesible para el consumidor. Al mismo tiempo, su proceso de producción genera miles de empleos, lo que representa el sostén económico de muchas familias. Sin embargo, existen algunos factores que ponen en entredicho las bondades del atún enlatado, por ejemplo, la concentración de mercurio o soya.

Impacto ambiental de una lata de atún: triste realidad

El proceso de elaboración de una lata de atún implica mucho tiempo, tomando en cuenta los meses que pasan los barcos atuneros en altamar, utilizando gasolina y empleando en ocasiones técnicas de arrastre con redes. Ello provoca un daño colateral a otras especies marinas. De igual manera, la conservación y el procesamiento del atún, la fabricación de latas y su distribución conllevan fuertes emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Por tal motivo, la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve y supervisa un Código de conducta por una pesca sostenible, así como los esfuerzos de la comunidad internacional en determinados países y regiones. Una de las alternativas para disminuir este problema es la utilización de otro tipo de envasado para el atún, como pueden ser el vidrio y el Tetra Brik.

¿Mercurio en el atún?

Una de las principales versiones en contra del consumo de atún es la concentración de mercurio en este producto. Antes de la actividad industrial, el mercurio llegaba a los ríos y mares por las erupciones volcánicas o la erosión de las rocas, pero después las fábricas comenzaron a verter residuos en los ríos y mares, lo cual altera las características organolépticas de especies marinas como el atún.

No obstante, la concentración de mercurio en la carne del atún sea fresca o en lata, es baja y no representa peligro para la salud siempre y cuando se consuma de manera moderada. Es decir, para que el mercurio en el atún implique riesgo para una persona de 60 kilos, ésta debería consumir alrededor de 10 latas a la semana.

@aries_terron ATÚN en LATA y MERCURIO: ¿Qué tan malo es? ❌🐟 no hay que caer en alarmismo @Chris Díaz Naturópata & Vegano #ariesterron #nutricion #nutriologo #fitnesscientifico #fitness #gymtok #aprendeentiktok #atun #mercurio ♬ sonido original – Aries Terrón

Por otro lado, se debe tomar en cuenta la recomendación a las mujeres embarazadas o lactantes, y a la población infantil menor de 10 años, de no consumir atún enlatado.

La soya en el atún

Otro aspecto catalogado como negativo del atún enlatado es la presencia de soya. Es importante precisar que la soya no representa peligro alguno para la salud, sino todo lo contrario. En México, por ejemplo, algunas marcas de atún enlatado incluyen un porcentaje de soya, apegado a la Norma Oficial Mexicana, con el fin de conferir textura al producto.

Este porcentaje es bastante bajo y no representa un elemento de peso en contra de las propiedades de la carne de atún o la economía familiar. Los consumidores pueden elegir la marca de su preferencia, pues existen opciones de atún enlatado con menos contenido de soya que otras, e incluso marcas totalmente libres de soya.

En este enlace de Larousse Cocina encontrarás numerosas recetas con atún

Es fundamental estar atentos a la información relacionada con los alimentos que consumimos, pero también lo es consultar las fuentes adecuadas antes de calificar o satanizar algún producto. La producción del atún enlatado tiene polos positivos y negativos, pero al final este producto continúa siendo un alimento saludable.

Por Will Rodríguez