Mitos sobre la carne de cerdo ¿Qué tan dañina es?

¿Será cierto que la carne de cerdo es tan dañina como se piensa? Respondemos ésta y otras preguntas acerca de la carne de cerdo.

Cultura culinaria

Seguramente has escuchado algunos de los mitos más populares en torno al consumo de la carne de cerdo, por ejemplo, que es un animal sucio y, en consecuencia, puede transmitir enfermedades como la triquinosis o la cisticercosis; que es mala para el corazón y aumenta el riesgo cardiovascular, que no aporta nutrientes o que es muy grasosa. Se dice también que no es tan fácil de digerir, que es más seca que otras carnes o que es de mala calidad. Pero vamos por partes.

1. Es un animal sucio y transmisor de enfermedades

Esta idea, según una nota publicada en Joselito Blog, proviene en un principio de la Torá, específicamente de los libros del Génesis y del Levítico y, tiempo después, “es el profeta Mahoma quien señala también al cerdo como un animal contaminado”. Cosa que supuestamente derivó en que se prohibiera su consumo dentro de algunas religiones, como es el caso de judíos y musulmanes.

En la misma nota, sin embargo, se comenta que el antropólogo Marvin Harris, investigando el porqué de dicha prohibición, llegó a la conclusión de que en realidad ésta no se debe a la suciedad del cerdo ni a que pudiera transmitir enfermedades, sino a una medida ecológica y sugiere que “se condenó al cerdo porque la cría de estos animales entonces constituía una amenaza a la integridad de los ecosistemas naturales y culturales de Oriente Medio”.

Por otra parte, María de la Luz Zambrano, académica de la FES Cuautitlán, comenta que “[en México] en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado se atribuyeron aspectos negativos a la carne de cerdo, principalmente ser portadora de cisticercos, ‘pero ya no es común que los cerdos tengan esta enfermedad gracias a las buenas prácticas pecuarias y agrícolas’”. Esto, comenta la misma Zambrano, gracias a protocolos de seguridad como la certificación TIF, y a que las granjas cuentan con medidas que reducen el riesgo de agentes infecciosos.

2. Es muy grasosa y es mala para el corazón

Dependiendo del corte de carne que se consuma, el cerdo puede aportar mayor o menor cantidad de grasa que la carne de otros animales. María Salud Rubio Lozano, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, asegura que el lomo de cerdo tiene menos de dos por ciento de grasa intramuscular, mientras que la carne de res tiene entre 1.5 y 5 por ciento, por ejemplo.

Sin embargo, también es cierto que en México se producen varias líneas de cerdo desde hace más de 60 años, cada una destinada a distintos productos. Y una de ellas, el pelón mexicano, puede tener hasta 8 por ciento, pero “está destinada sólo a la elaboración de productos madurados, como jamones o tocinos”, de acuerdo con la académica.

Aunado a esto, según se puede leer en un artículo publicado en la página del Gobierno de México, “la carne de cerdo contiene mayor porcentaje de grasa poliinsaturada o buena [que carne de otros animales], la cual ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre, disminuye los factores que favorecen la acumulación de grasa en las arterias (ateroesclerosis)” y, además, “el 65% de la grasa que contiene el cerdo se retira durante el proceso de corte y la que queda es 70% poliinsaturada (de la buena) y solo el 30% es saturada (la mala). Al ser rica en ácido linoleico, neutraliza los efectos negativos de las grasas saturadas y disminuye el colesterol”.

La carne de cerdo es rica en ácido linoleico. Fuente: Freepik.

La carne de cerdo es rica en ácido linoleico. Fuente: Freepik.

3. Aspectos nutrimentales

Contrario a lo que se piensa, la carne de cerdo aporta bastantes nutrientes, como aminoácidos esenciales, vitaminas, proteína y minerales. En una entrada de la página de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc) se puede ver la siguiente tabla en la que se muestran los nutrientes que aporta la carne de cerdo y sus beneficios, además de unos ejemplos de qué cortes aportan cuáles nutrientes.

  • Contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal.
  • Fósforo. Contribuye al mantenimiento de los huesos y de los dientes en condiciones normales.
  • Contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
  • Contribuye al desarrollo cognitivo normal de los niños.
  • Vitamina B1. Contribuye al funcionamiento normal del corazón.
  • Vitamina B3. Ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
  • Vitamina B6 y B12. Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune.

4. Carne de cerdo y salud mental

Según una entrevista con la dra. Reina García Closas publicada en el portal de BM Editores, los aportes nutrimentales de la carne de cerdo pueden jugar un papel importante en la conformación de una dieta balanceada, lo cual, en última instancia puede tener un impacto benéfico en la salud física y mental de la gente.

La doctora explica que la carne de cerdo desempeña un papel importante en una dieta equilibrada debido a su alto valor nutricional y contenido de micronutrientes y vitaminas. Su consumo contribuye a la concentración adecuada de neurotransmisores al proporcionar los precursores necesarios para su síntesis.

También, las proteínas de la carne de cerdo son de alta calidad y contienen aminoácidos esenciales, como el triptófano, la metionina y la tirosina, que son fundamentales para la producción de neurotransmisores.

Además, la carne de cerdo es una fuente rica en vitaminas B12, B1 y B6, siendo la B12 especialmente abundante. Esta vitamina desempeña un papel clave en diversas reacciones bioquímicas, incluida la síntesis de neurotransmisores esenciales como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina.

Algunas recomendaciones sobre el consumo de cerdo

Aunque ya hemos expuesto que la carne de cerdo tiene alto valor nutrimental, no está libre de afectar nuestra salud. Por ello aquí tenemos algunas recomendaciones para su consumo.

Evita enfermedades

Para evitar contraer enfermedades como salmonela, triquinosis, cisticercosis, hepatitis E o  yersiniosis, se recomienda congelar durante unos días la carne (esto mata a las larvas que provocan la triquinosis) y cocinar bien la carne (lo que ayuda a prevenir el resto de las enfermedades de la lista).

Para reducir las posibilidades de consumir carne contaminada, recomiendan comprar en lugares donde haya refrigeración, la carne venga empacada y provenga de rastros TIF. Es decir, de un establecimiento Tipo Inspección Federal, pues estos están sujetos a regulación de la Secretaría de Agricultura.

Mantén una dieta balanceada

Para que la carne de cerdo forme parte de una dieta balanceada, de acuerdo con María Salud Rubio Lozano, basta con consumir 100 gramos al día. Esta cantidad es suficiente para obtener los requerimientos diarios de proteína, aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales.

La carne de cerdo aporta mucho valor nutrimental a la alimentación humana, aunque el consumo moderado y una adecuada preparación siempre serán la mejor opción para evitar problemas de salud.

 

Fuentes consultadas:

Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, “¡Es muy sabrosa, pero grasosa!” Mitos sobre la carne de cerdo”, Gobierno de México, (12/5/2016).

Lugo, Guadalupe, “Beneficios múltiples de la carne de cerdo”, Gaceta UNAM, (6/2/2020).

José, “Por qué los musulmanes y los judíos no comen cerdo”, Joselito Blog, (10/8/2023).

Segura, Aurora, “Los peligros de comer carne de cerdo poco cocinada”, La Vanguardia, (10/8/2023).

Redacción, “La carne de cerdo no es dañina”, Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), (10/8/2023).

Redacción, “La carne de cerdo y la salud mental”, BM Editores, (10/8/2023).

Redacción, “¿Qué parte del cerdo es más saludable comer?”, El Financiero, (10/8/2023).

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