El daño al medio ambiente relacionado con los alimentos es calculado de acuerdo con la cantidad de dióxido de carbono —gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global— liberado por cada kilogramo de alimento producido, almacenado y transportado. Por otro lado, está el consumo de especies animales y vegetales en peligro de extinción, problema latente en todo el planeta, relacionado con las tradiciones, los usos y costumbres y los gustos culinarios exóticos.
La producción de alimentos base
La lista de los recursos alimentarios más dañinos al medio ambiente se concentra en los alimentos base más que en platillos específicos. Algunos de ellos son: la carne de res, el cordero, los productos lácteos, los mariscos, la carne de cerdo, el aceite de palma y las carnes de pollo y pavo. A esto hay que agregar el maltrato animal que, en la mayoría de los casos, acompaña a la domesticación y la ganadería.
La ganadería es una de las industrias más contaminantes del mundo, también una de las más señaladas por maltrato animal.
Resulta lógico deducir que la comida “chatarra”, la comida “basura” o la comida “rápida” como las hamburguesas, el pollo frito, los nachos, las papas fritas, las donas y un largo etcétera —platillos identificados como estadounidenses, pero de fuerte arraigo mundial— son de los más nocivos para el ser humano y el medio ambiente, tanto por su tipo de producción como por su empaque en materiales desechables o de un solo uso.
La amenaza a especies exóticas
Cada país posee una reglamentación al respecto, basada en el grado de peligro o amenaza a su existencia; sin embargo, la aplicación de la ley no siempre es efectiva. Hay países en los que la cacería y la recolección forman parte del sustento cotidiano de muchas familias. La explotación de dichas especies afecta el equilibrio ecológico, pues cada animal o planta silvestre cumple una importante función en el ecosistema y la cadena alimenticia.
Tal es el caso de los animales declarados en peligro de extinción, sobre los cuales existe la creencia popular de que tienen propiedades medicinales, milagrosas o afrodisíacas. Algunos de ellos son el cuyo, el delfín de Baji, el camello bactriano, diversas especies de medusas, el gorila, el emú, el elefante, la tortuga marina, el tiburón martillo, el ajolote, el pepino de mar, el atún rojo y el armadillo.
En México, la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción incluye al venado cola blanca, el armadillo, la iguana, tortugas terrestres y marinas, el atún de aleta azul, la corvina blanca (totoaba), el acitrón, el agave silvestre, las abejas y más de 500 variedades de insectos.
Otros productos que ponen en peligro la Tierra
Aunque no lo creas el aguacate, el arroz, el azúcar, la soya, el café, el salmón, las almendras y el maíz dañan el planeta. El guacamole, por ejemplo, es un platillo considerado sano por el alto contenido de omega 3. La producción de este fruto en Michoacán implica la tala de bosques, grandes cantidades de agua para su riego y el empleo de pesticidas y fertilizantes que contaminan el suelo y el aire, además de su empaque en cajas de madera y su transportación marítima, terrestre y aérea.
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Algo similar ocurre con el arroz en China, que requiere grandes cantidades de agua tratada para su cultivo y provoca altas emisiones de gas metano; el azúcar, en la India, donde la siembra de caña cubre el 3% de la superficie del planeta; la soya, en Brasil, cuya demanda ha provocado la destrucción de la selva amazónica; el café, en Centroamérica, que concentra herbicidas, fungicidas y fertilizantes, y la desaparición de miles de hectáreas de selva.
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Y así continuamos con el salmón, en Chile, criado en granjas piscícolas que descargan sus aguas en el mar y lo contaminan; la almendra, en California, que para su producción en semillas o transformada en leche utiliza de uno a cinco litros de agua por almendra; el maíz modificado genéticamente, en varios países del mundo, que destruye hábitats, erosiona la tierra, contamina el aire y acaba con las variedades nativas de maíz y las abejas.
Lamentablemente, el panorama alimentario no es nada favorecedor para la salud del planeta. No obstante, podemos reducir el impacto negativo de nuestro consumo de alimentos al adquirir productos legales, certificados, regionales y de temporada; cocinar platillos balanceados, con menores cantidades de proteína animal; evitar el uso de empaques plásticos y de materiales no reciclables; y, muy importante, no desperdiciar la comida.
Por Will Rodríguez
Fuentes consultadas:
López, Andrea, «“Descubre cuáles son los 7 alimentos que más contaminan el medio ambiente”, cadena 100. (10/03/22).
Shihab Abu, Laila, «Fotos. Los 10 alimentos más perjudiciales para el medio ambiente», CNN en Español, (20/03/22).
Esquire, “Los 10 alimentos que más contaminan el medio ambiente”, (22/03/22).
Vázquez, Andrea, ¿Qué alimentos están en peligro de extinción?”, Gourmet de México, (22/03/22).
VNU, “Agricultura, ganadería, pesca y silvicultura”, Organización de las Naciones Unidas, (22/03/22).
Sengupta, Somini, “Cinco gastronomías que no afectan tanto al medio ambiente”, New York Times, (21/03/22).
Cortes, Agathe, “Los alimentos que dañan el medio ambiente son también los peores para la salud”, El País, (19/03/22).
Ramos, Paola, «“En China comen perros; en México, hasta animales en extinción”, Sin embargo MX, (23/03/22).
Mejia, Carolina, “Día de la Tierra: Los 10 alimentos más dañinos para el medio ambiente”, El Universal. (21/03/22).
