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Pasta amarilla
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Pasta para conchas mezclada con yema de huevo que se utiliza como adorno de muchos panes de dulce como las chilindrinas.
Pasta
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
- Base que sirve para realizar una preparación de pastelería. Por ejemplo, se hace una pasta merengada para preparar un vacherin.Algunas pastas de bizcocho se trabajan en caliente (genovesa) y otras en frío (bizcocho enrollado, bizcocho de Saboya).
- Preparación a base de sémola de trigo duro y agua, que a veces contiene huevos o verduras. Esta es la definición de las pastas “secas”, que es preciso distinguir de las pastas llamadas “frescas”, a base de harina y huevos. Se presentan en múltiples formas, a veces aromatizadas, y se venden listas para cocer en agua, para acompañar un potaje o para gratinar, o bien rellenas para calentar. Se cuenta que la pasta se viene elaborando desde la Antigüedad en China, donde Marco Polo las habría descubierto hacia el 1295. Sin embargo, al parecer antes de esta época ya se conocían en Italia. Catalina de Médicis las introdujo en Francia en el siglo XVI. Al principio estaban reservadas a la nobleza y la burguesía, se extendieron a la Provenza y a Alsacia, después de llegar a la Europa central y a Alemania, pero hubo que esperar a finales del siglo xix para que, gracias a la fabricación industrial, la pasta se convirtiese en el alimento popular que todavía es actualmente.La fabricación de la pasta solamente requiere operaciones mecánicas, sin cocción ni fermentación. Los granos del trigo duro primeramente son reducidos a sémola. Ésta será amasada en presencia de agua hasta que alcance un 32% de humedad, con una aportación opcional de huevos frescos. Tras el amasado y prensado, la pasta obtenida es sometida a operaciones de trefilaje y extrusión o de laminado-cortado, según el aspecto final deseado. A continuación se efectúa un secado prolongado en caliente, hasta obtener el índice de humedad del 12,5%, que permite una conservación prolongada.No se permite ningún añadido de productos químicos o colorantes. Por último, la pasta se envasa en estuches de cartón o en bolsas transparentes. Por el contrario, la pasta fresca no se hace secar (su índice de humedad es superior al 12,5%). Una vez se le ha dado la forma y, si corresponde, una vez rellena, la pasta fresca se vende en comercios envasada en una atmósfera protectora, o a veces se vende a granel. Tras la abertura, esta pasta debe consumirse rápidamente.
Las pastas de buena calidad deben ser lisas y regulares, sin rastros blanquecinos, translúcidas o de una tonalidad marfil tirando a amarilla. Cuando se cuecen su volumen se multiplica normalmente por tres.
Una proporción media de pasta (60 g secas o 180 g cocidas) proporciona, sin sazonamiento, 230 kcal o 961 kJ y un aporte interesante de proteínas vegetales. Con mantequilla, salsa de jitomate y queso (es decir, glúcidos, lípidos y vitaminas), la pasta constituye un plato perfectamente equilibrado.
La pasta se debe comer al dente (aún firme), ya que contiene azúcares lentos que proporcionan energía de manera prolongada, mientras que una cocción excesiva transforma el almidón de la pasta en azúcares rápidos.
Las pastas se distinguen por la proporción de sus componentes:
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– Pastas clásicas. Solo contienen sémola de trigo duro y agua. Es mejor elegirlas de calidad superior. Su sabor varía con su forma: conchas, macarrones o tagliatelle, fabricados con la misma sémola no tienen el mismo sabor, independientemente de la sazón. Algunas tienen estrías, que mejoran la adherencia de las grasas. Entre las pastas clásicas se suelen distinguir: las largas, las cortas y las pastas para sopa.
– Pastas con huevos. Contienen de tres a ocho huevos por kilo de sémola.
– Pastas con gluten. Incluyen al menos un 20% de materias nitrogenadas procedentes del gluten y tienen un índice de glúcidos reducido (56,5% contra 75% habitualmente).
– Pastas con leche. Presentan al menos 1,5 g de extracto seco procedente de la leche por cada 100 g de pasta.
– Pastas con verduras o aromatizadas. En el momento de la elaboración se añade una verdura picada (a menudo espinacas), un aromatizante o un jugo (por ejemplo de tomate o de tinta de sepia).
– Pastas rellenas. Se venden en conserva, en paquete al vacío, ultracongeladas o en semiconserva.
– Pastas de trigo integral. Son de color oscuro, ricas en fibras y más saciantes que las pastas clásicas.
La mayoría de las pastas son originarias de Italia y se pueden clasificar en cuatro grandes familias:
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– Pastas de sopa. Muy pequeñas y de formas variadas Agrupan los anellinis (pequeños aros, a veces dentados), conchigliettes (pequeñas conchas), linguinis (granos pequeños), penninis (plumas), risonis (granos de arroz), stellines (estrellas), así como las pastas de letras, los cabellos de ángel y los fideos.
– Pastas para cocer. Son las más numerosas. Las hay planas, más o menos anchas (tagliatelles, fettuccinis), otras redondas (spaghettis, spaghettinis y fedelinis, estas últimas son las más finas). Las hay huecas, ya sea rectas (macarrones, rigatonis, pennes) o curvas (conchas), o presentadas en nido (pappardelles), en forma de mariposa (farfalles) o en hélice (eliches).
– Pastas para gratinar o cocer en el horno. Previamente cocidas en agua, comprenden las lasañas (lisas o de bordes ondulados), pero también los tortiglionis (codos estriados), los grandes macarrones (bucatinis), las conchas y las pajaritas (cravattines), etc.
– Pastas para rellenar. Las más corrientes son los canelones y los raviolis, pero los italianos han dado a conocer asimismo los agnolottis (pequeñas empanadillas), los cappellettis (sombreritos), las lumaches (grandes conchas), los manicottis (grandes canelones estriados con extremos biselados), los tortellinis y tortellonis (de menor o mayor tamaño), etc.
El abanico de las salsas para pasta es muy variado, con preparaciones más o menos densas, a menudo a base de jitomate, a veces con la adición de jamón, tocino, carne picada, marisco, crema, queso acabado de rallar (parmesano, gruyère), anchoas, pechuga de pollo, hongos, verduras cortadas finas, etc. Las salsas boloñesa y milanesa son las más tradicionales. La pasta también se puede servir en timbal, al gratén, en ensalada, con huevos revueltos, con mejillones, en corona, con guisantes, etc. En las farsas intervienen la carne picada, las espinacas con bechamel, los hígados de ave, el queso y las finas hierbas, la carne picada preparada, los hongos, etc. En Italia, el plato de pasta se sirve como entrante. Las pastas combinan igualmente bien con ensaladas y forman parte de deliciosos postres, con frutas o chocolate.
Camote
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Del náhuatl camotli. Tubérculo de la familia de las convolvuláceas, de la planta del mismo nombre. Éste se cultiva en climas cálidos y crece de 30 cm a 2 metros de alto; tiene tallos rastreros y trepadores y flores blancas o moradas. El tubérculo es irregular, voluminoso, alargado y puntiagudo en los extremos, de corteza parda, amarilla, morada o rosada, dependiendo de la variedad. Mide de 25 a 30 cm de largo. El tono más común de pulpa es blanco, aunque existen también variedades amarillas. Son de textura harinosa y sabor azucarado, ricos en almidón.
Existen controversias sobre su origen. Una versión es la de Paul Rivet, quien dice que llegó en tiempos precolombinos de Oceanía a América y se domesticó en las cuencas del Orinoco y del Amazonas; después llegó a México, donde fue ampliamente cultivado y utilizado por las culturas mesoamericanas quienes lo consumían cocido, crudo y asado principalmente, en donde hoy se sitúan los estados de Querétaro y Puebla. Actualmente en todo el país existe un sinnúmero de preparaciones elaboradas con camote, especialmente como dulce.
En muchos lugares se prepara dulce de camote en forma de papilla o pasta suave con azúcar o piloncillo, en ocasiones mezclado con otras frutas como guayaba, piña o coco; también buñuelos de camote. Desde la época virreinal los camotes poblanos han gozado de gran reputación. En Tabasco se cocinan todo tipo de dulces de camote, entre ellos la rabia. En Yucatán, en maya se le conoce como iis y se acostumbra prepararlo atropellado. En el Distrito Federal son famosos los camoteros que se anuncian con un silbido de vapor de agua producido por el carrito donde los transportan y venden. Los sirven en papel de estraza, generalmente bañados con miel o leche condensada.
En Guerrero se come hervido o con piloncillo, como dulce o conserva. En Tabasco y Chiapas se rebana y fríe igual que la papa, y además se incluye en caldos y pucheros. En Chiapa de Corzo, el camote blanco se pone al sol de dos a tres días, luego se rocía con bastante azúcar y se mete al horno. En los estados de la costa del Pacífico, el camote en miel o en dulce se acostumbra en el desayuno acompañado con leche igual que la calabaza en dulce.
Rebanada
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nombre de distintos panes que expenden las panaderías mexicanas. Por lo regular es una rebanada de un pan grande que se corta para su venta en porciones individuales. La rebanada de chocolate es un pan amarillo de masa de bizcocho, en forma de semicírculo, bañado con chocolate. La de mantequilla puede ser de masa suave, ligeramente esponjada, con forma ovalada, untada con mantequilla y espolvoreada con azúcar; o de masa dura, cuadrangular, horneada, para que quede tostada y crujiente; se unta con mantequilla y se espolvorea con azúcar, igual que la anterior. La rebanada dominó se elabora con masa de panqué; tiene forma rectangular, es muy esponjada y se baña con chocolate. Por último, la rebanada de plátano lleva una pasta de harina amarilla en la superficie, como si fuera una cáscara de plátano; el pan tiene forma de una rebanada ovalada muy alargada, aplanada y esponjosa.
Tortilla
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Disco plano de masa cocida de nixtamal o de harina de trigo que se elabora a mano o en una máquina tortilladora. Es un elemento fundamental de la cocina mexicana. De origen prehispánico, los mexicas la denominaban tlaxcalli, preparándola de muy diversas formas y tamaños. Hoy en día la tortilla de tamaño estándar mide entre 12 y 18 cm de diámetro y pesa entre 30 y 40 gramos. Además de que sirven para acompañar casi cualquier comida, son la base de platillos como enchiladas, totopos, chilaquiles y, por supuesto, tacos.
La manera de preparar las tortillas en máquina ha borrado un poco la imagen tradicional de las mujeres que tortean la masa: convierten una pequeña bola de masa de maíz en un disco delgado y redondo, que al tener contacto con el calor del comal se infla lentamente. Las tortillas poseen un derecho y un revés; el primero tiene adherida la piel, y el revés es el lugar donde se añaden los ingredientes y se reconoce por tener una piel delgada, desprendible y delicada. Aunque el tono amarillo que a veces presentan las tortillas algunos lo atribuyen al hecho de que hayan molido en la masa también los olotes, lo cierto es que en la mayoría de los casos se debe a que llevan una mayor cantidad de cal en su elaboración. Cuando la masa se enfría se vuelve más blanca, porque la cal pierde su potencia.
En las tortillerías, algunos vendedores remojan las tortillas que no se vendieron el día anterior y las agregan a la masa nueva; cuando eso sucede, se pueden distinguir porque se observan en la tortilla pequeños trozos que reducen la calidad y el sabor. En casi todas las ciudades del país se venden por docenas las tortillas hechas a mano; por lo general son más chicas y suaves que las de máquina y casi siempre de mejor sabor y calidad.
En comunidades no muy grandes, hasta se entregan pedidos a domicilio. Otras tortillas que es menester mencionar son las elaboradas a base de harina de maíz comercial, que si bien son más nutritivas porque en su proceso de producción no se pierden tantos nutrientes como en el casero, su sabor no es tan bueno, ya que es una exigencia mexicana comer tortilla elaborada a base de nixtamal.
Existen también ciertas variedades de tortillas que se acostumbran en muchas regiones de México: las tortillas correosas son una variedad de consistencia seca que se producen en la Mixteca oaxaqueña; las tortillas duritas de Colima son sacadas del comal y se dejan secar al sol para que adquieran la textura de una tostada; son muy solicitadas en los mercados populares, y para distinguirlas de las tortillas fritas se llaman blanditas; en Tabasco, Chiapas y la península de Yucatán, también se preparan los penchuques. Otra variante son las tortillas que presentan unas partes cocidas y otras no, llamadas tortillas pizcas. En Chihuahua se elabora la tortilla aleluya. En Jalisco se preparan las raspadas, también llamadas pacholas.
En el estado de Oaxaca se comen diversos tipos de tortillas, como las tlayudas. En Villa Alta se preparan las tortillas amarillas grandes presionando la masa sobre una hoja de plátano. Las tortillas chinantecas son de masa de maíz blanco o amarillo, y pueden medir hasta 50 cm de diámetro, su textura es crujiente y se conservan durante varias semanas. En Montenegro se comen tortillas de maíz blanco cocidas en un comal plano llamado roñoso, que tiene una cuadrícula que marca las tortillas. En la región del Istmo de Tehuantepec existe toda una familia de tortillas llamadas totopos. En el valle de Oaxaca y otras zonas del estado las tortillas de maíz blanco delgadas y suaves se conocen como blanditas (o blandas) para diferenciarlas de las tlayudas.
En la región chontal se prepara una tortilla gruesa y grande que abarca todo el comal y se conoce como lampima, que debe cocerse a fuego lento para que dore sin quemarse; debido a su grosor es necesario partirla en pedazos para poder comerla. Las tortillas suaves de San Mateo del Mar son pequeñas y muy gruesas. Los cuicatecos de La Cañada y los mixes de Cacalotepec, además, mezclan la masa de maíz con pasta de plátano. En Santa María Ixcatlán agregan el núcleo de la biznaga hervido y seco a la masa de maíz.
En Matatlán, Tlacolula, Oaxaca, añaden los trozos dulces y cocidos del maguey que se ocupa para fabricar el mezcal; éste adquiere una consistencia pastosa por el prolongado horneado que recibe, sin embargo es fibroso y se debe moler muy bien antes de mezclarlo; la tortilla es de sabor dulce. En otros sitios del estado de Oaxaca se revuelve la masa con trocitos de yuca, pepita de calabaza, frijoles, coyol, masa de trigo, camote u hojas de aguacatillo.
En Juxtlahuaca se prepara una tortilla a la que llaman correosa, típica de la región mixteca; también el totopo nuevo (el cual contiene maíz nuevo), totopo de sal, totopo dulce con azúcar de caña y el totopo de manteca de cerdo cuya masa se mezcla con manteca de cerdo; estos últimos suelen hacerse o encargarse para regalar a los conocidos. Se considera algo especial por el exquisito sabor que adquiere gracias a la manteca de cerdo. En Tlaxiaco se encuentran tortillas de maíz blanco, amarillo o morado, ligeramente más gruesas que las tlayudas y famosas porque el maíz se muele únicamente en metate y se evita utilizar el molino eléctrico.
Los mazatecos de San Pedro Ixcatlán preparan la tortilla de yuca. En la zona de la Mixteca Alta, la masa de maíz se mezcla con diversas hierbas o quelites, de manera que la masa rinde más. Cuando escasea el maíz, los totonacas de la costa norte de Veracruz añaden ojite nixtamalizado a la masa de maíz para elaborar las tortillas. En el norte del país se acostumbran más las tortillas de harina, muy solicitadas para la carne asada o para preparar burritas.
Ñame
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Tubérculo de una planta trepadora, de la familia de las dioscoreáceas, de la que se cultivan una decena de especies, principalmente en África, Asia, Oceanía, Brasil y las Antillas. Los tubérculos, en general alargados, pueden pesar hasta 20 kg. Su carne es blanca, a veces amarilla o moteada de rojo o violeta, según las variedades.
El ñame proporciona 102 kcal o 426 kJ por cada 100 g, es muy rico en almidón y un alimento de base en numerosos países tropicales. Los tubérculos pelados se consumen hervidos, fritos o braseados. En el África Occidental, la preparación más apreciada es el foutu, una pasta elástica obtenida picando trozos de ñame pelados y cocidos en agua en un mortero de madera. El ñame se puede preparar de multitud de formas (puré, gratén, guiso, sopa, etc.). En algunos países de África, los ñames en ocasiones son reducidos a harina después de un blanqueado y un secado natural. Esta harina sirve de base para diferentes preparaciones en forma de pasta o de cuscús.
Polvorón
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Tubérculo de una planta trepadora, de la familia de las dioscoreáceas, de la que se cultivan una decena de especies, principalmente en África, Asia, Oceanía, Brasil y las Antillas. Los tubérculos, en general alargados, pueden pesar hasta 20 kg. Su carne es blanca, a veces amarilla o moteada de rojo o violeta, según las variedades.
El ñame proporciona 102 kcal o 426 kJ por cada 100 g, es muy rico en almidón y un alimento de base en numerosos países tropicales. Los tubérculos pelados se consumen hervidos, fritos o braseados. En el África Occidental, la preparación más apreciada es el foutu, una pasta elástica obtenida picando trozos de ñame pelados y cocidos en agua en un mortero de madera. El ñame se puede preparar de multitud de formas (puré, gratén, guiso, sopa, etc.). En algunos países de África, los ñames en ocasiones son reducidos a harina después de un blanqueado y un secado natural. Esta harina sirve de base para diferentes preparaciones en forma de pasta o de cuscús.
Refregar
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
- Término culinario que consiste en frotar o pasar entre las manos el nixtamal para que pierda el hollejo o piel, y así quede limpio, lavado y muy blanco, para luego molerlo y convertirlo en masa. La masa de maíz refregado es una masa más delicada que se puede fermentar en pocas horas; sin embargo, es más blanca y de mejor calidad por lo que es indispensable para las codiciadas tortillas blancas. Las masas que son muy amarillas deben su coloración a que están elaboradas con maíz 100% amarillo, pero en la mayoría de los casos se trata de nixtamal sin refregar, que contiene los hollejos y un alto porcentaje de cal. Ambos elementos dan el tono a la masa y la convierten en una masa difícil de fermentar.
- Acción de refregar también es amasar y volver a amasar algo; algunas carnes, quesos y pastas se refriegan.
Sbrinz
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Queso suizo con Denominación de Origen. Se elabora con leche de vaca (45% de materia grasa), es de pasta prensada cocida extradura y corteza lavada, cepillada y lisa, amarilla oscura o parda. El sbrinz se presenta en forma de una rueda de 60 cm de diámetro y de 14 cm de grosor, con un peso de 20 a 40 kg. Es duro y quebradizo y tiene un sabor pronunciado. A veces se emplea rallado, como el parmesano.
Samsø
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Queso danés de leche de vaca (45% de materia grasa), de pasta prensada y corteza parafinada amarilla. Originario de la isla del mismo nombre, el samsø se presenta en forma de rueda de 45 cm de diámetro, con un peso de unos 15 kg. Es suave y firme, y adquiere un sabor de avellana cuando está afinado. Existen numerosas variantes, entre ellas el danbo, el fynbo y el elbo.
Reblochon de Savoie
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Queso saboyano con Denominación de Origen, de leche de vaca (45% de materia grasa), de pasta prensada no cocida y corteza lavada, amarilla, rosada o anaranjada. El reblochon se presenta en forma de un disco plano de 13 cm de diámetro y de 2,5 cm de grosor. Es muy untuoso y tiene un sabor dulce, de avellana. Su nombre procede del verbo “reblocher”, “ordeñar una segunda vez”, ya que antaño se elaboraba en los pastos alpinos con la leche del final del ordeño, muy grasa, obtenida una vez que el administrador había pasado a recoger la leche.
Polvorón
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Dulce típico originario de Andalucía y Castilla, elaborado con harina, principalmente, a la que se añade azúcar, canela y manteca de cerdo. Se le pueden incorporar almendras molidas, se corta en forma circular y se hornea. En México existen muchas variedades. Puede ser una galleta gruesa de pasta blanca, rosa, amarilla, café, marrón claro, chocolate o bicolor; su superficie se espolvorea con azúcar glass. La forma también varía y puede ser redonda o romboide.